Cada vez queda más lejos aquello de Flagship killer que les abanderó desde un principio, para bien y para mal, pero OnePlus sigue figurando entre lo grandes y sus terminales se esperan como rivales para el resto de buques insignia. No sabemos cuántos habrá este año, pero al menos ya hemos probado uno a fondo y os lo contamos en el análisis del OnePlus 6.
El que de momento es el único móvil del fabricante en 2018 irrumpe casi a mediados de año con lo último de Qualcomm y unas tripas que prometen "la velocidad que necesitamos". Fieles a la tradición, los de OnePlus actualizan su retoño a nivel estético apostando por el software propio para salpimentar el de Google, manteniendo un precio por debajo de algunos de sus rivales. ¿Es el chollo "BBB" de la alta gama este OnePlus 6? Lo vemos en su análisis.
Ficha técnica del OnePlus 6
OnePlus 6 |
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---|---|
Dimensiones |
155,7 x 75,4 x 7,75 milímetros |
Pantalla |
AMOLED de 6,28 pulgadas con Gorilla Glass 5 |
Procesador |
Qualcomm Snapdragon 845 |
Gráfica |
Adreno 630 |
Memoria RAM |
6 y 8 GB LPDDR4X |
Almacenamiento interno |
64, 128 y 256 GB |
Sistema operativo |
OxygenOS basado en Android 8.1 Oreo |
Batería |
3.300 mAh |
Cámara trasera |
Doble sensor: |
Cámara frontal |
Sensor Sony IMX371 de 16 megapíxeles, con apertura f/2.0 y tamaño de píxeles de 1.0µm |
Conectividad |
WiFi 802.11 a/b/g/n/ac, 2,4/5 GHz, MiMO 2x2, Bluetooth 5 |
Sensores |
Huella dactilar, Hall, acelerómetro, giroscopio, proximidad, luz ambiente, brújula electrónica, sensor Hub |
Puertos |
USB 2.0 de tipo C y soporte para Audio USB, Dual nano-SIM, jack 3,5 mm de audio |
Precio |
Modelo 6 GB RAM/64 GB almacenamiento: 519 euros |
OnePlus 6, review en vídeo
OnePlus sucumbe a las modas con el diseño: que viva el cristal y que viva el notch
El esfuerzo en la estética es evidente en los terminales de las principales marcas no sólo hablando de la gama alta. El resultado, apariencia a parte, es bastante impresionante teniendo en cuenta lo conseguido en compactación, aprovechamiento del frontal y resistencia al agua, pero las tendencias parecen obligar a que todos caigan en lo mismo en cuanto a materiales e incluso líneas de diseño.
Ante esto hay dos caminos a tomar: apostar por algo diferente (y que guste o no guste por distinto) u optar por lo que todo el mundo (y que gudte o no guste por "aburrido"). Y al abrir la caja del OnePlus 6 nos ha seguido sonando el 'No surprises' de Radiohead: pudiendo ser una nota diferenciadora al final ha sido "uno más" en subirse al carro del sándwich de cristal y la muesca.
Quizás nos llama la atención que siga las tendencias al echar la vista atrás. Mucho ha llovido desde aquel OnePlus One que irrumpía en el panorama de los smartphones con esa trasera con acabado pétreo (que ahora queda sólo en una de las carcasas oficiales disponibles). Un acabado distinto cuando no había un seguimiento tan general de las tendencias estéticas y había más variedad en materiales, líneas y construcción.
En 2014 estaba el plástico "metalizado" en teja del LG G3, el característico unibody del HTC One (M8), unos marcos similares en el Huawei Ascend P7, el Xiaomi Mi 4 y el Sony Xperia Z3, el gigantesco Nexus 6 o la trasera "tirita" del Samsung Galaxy S5: lo raro casi era ser igual.
Cuatro años después la correa de la moda parece ser más corta y estricta y vemos cada vez menos variación, y por ahora en OnePlus tampoco han intentado ser un adalid de la diferenciación. El Never Settle queda entre dos láminas de cristal Corning Gorilla Glass 5 para el frontal y la trasera, con el acabado en brillo (también para los bordes metálicos) que predomina ya en gama alta y media, aunque preservando algo la forma rectangular característica de la marca (y no redondeando las esquinas tanto como los Huawei o los ASUS).
Aquí cabe comentar algo más allá del aspecto. El cristal está de moda y puede tener una serie de ventajas a nivel de uso, como el que los móviles puedan tener así carga inalámbrica, pero además de que las huellas dactilares serán nuestras amigas más fieles (o la gamucita para limpiarlas, si sois del team TOC como nosotros) en este caso lo que vemos es que quizás la calidad del que se ha usado para la pantalla no es la mejor, dado que se producen microabrasiones con una facilidad tremenda. Así que junto a la gamucita más nos valdrá poner un protector de pantalla.
Pese a esto, el terminal está bien acabado y sellado para mantener la resistencia al agua. Es un teléfono que casi mantiene dimensiones con respecto a su antepasado inmediato, el OnePlus 5T, aunque siendo el más voluminoso y pesado de los OnePlus.
El OnePlus 6 es el más voluminoso y pesado de los OnePlus
Récord familiar también en cuanto a la pantalla, con una diagonal de 6,28 pulgadas, y el aprovechamiento del frontal, llegando al un 83,2% (¿gracias, notch?). Lógicamente, a mayor volumen, mayor masa, y el OnePlus 6 también es el más pesado de todos.
OnePlus 6 | OnePlus 5T | OnePlus 5 | OnePlus 3T | OnePlus 3 | |
---|---|---|---|---|---|
Dimensiones (mm) | 155,7 x 75,4 x 7,75 | 156,1 x 75 x 7,3 | 154,2 x 74,1 x 7,3 | 152,7 x 74,7 x 7,4 | 152,7 x 74,7 x 7,4 |
Pantalla (pulgadas) | 6,28 | 6,01 | 5,5 | 5,5 | 5,5 |
Superficie del frontal (cm2) | 117,4 | 117,08 | 114,26 | 114,07 | 114,07 |
Volumen (cc) | 90,98 | 85,47 | 83,41 | 84,41 | 84,41 |
Aprovechamiento | 83,2% | 80% | 73% | 73,1% | 73,1% |
Peso (g) | 177 | 162 | 153 | 158 | 158 |
Pese a esto, es bastante compacto teniendo en cuenta la diagonal del panel que alberga. Y más allá de comparar hacia atrás en el tiempo en el propio linaje, si echamos un vistazo a las dimensiones que estamos viendo en la alta gama no puede hablarse de un terminal grande, aunque sin tampoco quedar entre los más comprimidos.
OnePlus 6 | Samsung Galaxy S9+ | Huawei P20 Pro | LG G7 ThinQ | Sony Xperia XZ2 | iPhone X | |
---|---|---|---|---|---|---|
Dimensiones (mm) | 155,7 x 75,4 x 7,75 | 158 x 73,8 x 8,5 | 155 x 73,9 x 7,8 | 153,2 x 71,9 x 7,9 | 153 x 72 x 11,28 | 143,6 x 70,9 x 7,7 |
Pantalla (pulgadas) | 6,28 | 6,2 | 6,1 | 6,1 | 5,7 | 5,8 |
Superficie del frontal (cm2) | 117,4 | 116,60 | 114,55 | 110,15 | 110,16 | 101,81 |
Volumen (cc) | 90,98 | 99,11 | 89,35 | 87,02 | 124,26 | 78,4 |
Aprovechamiento | 83,2% | 84,2% | 81,9% | 82,6% | 80,7% | 82,9% |
Peso (g) | 177 | 189 | 180 | 162 | 198 | 174 |
Batería (mAh) | 3.300 | 3.500 | 4.000 | 3.000 | 3.180 | 2.716 |
Es relativamente fino y cómodo (sin funda, hablaremos luego de esto en relación al lector de huellas), pero el peso sí se nota tras unas horas de uso (sin llegar al cansancio que notamos con el Sony Xperia XZ2 y sus casi 200 gramos).
Aunque menos distinto que otras veces, al final es un terminal elegante y sobrio si hablamos al menos del tono Mirror Black (que es el que hemos analizado). Un negro en brillo trata de imitar un acabado cerámico y que adquiere una tonalidad marronácea al reflejar la luz, cuyo brillo se ve interrumpido por la protuberancia de las dos cámaras (ahora centrales), el lector de huellas y el logo, en mate.
Se ha hecho un buen trabajo de diseño y construcción con los bordes, siendo los laterales algo más delgados que el cuerpo del terminal al haber una ligera curvatura en los lados izquierdo y derecho de la parte trasera. Los superior e inferior bajan hasta el frontal sin dibujar la ligera curva que sí vemos en los laterales, siendo así algo más anchos, en ángulo y permitiendo que haya una buena distribución de las salidas en el inferior (en el eje central del borde).
Sin embargo, la armonía se rompe en el frontal. No sólo es la muesca la que no guarda simetría con el borde contrario, dado que si la camuflamos el borde superior es ligeramente más ancho que el inferior (8,93 milímetros el superior y 7,14 milímetros el inferior), además de que el ángulo de curvatura de las esquinas del borde superior es bastante menor al del inferior. Una pseudo-simetría que puede que contente al público menos exigente que no quiera notch, pero que se aleja un poco de lo visto en el Samsung Galaxy S9+ o en el LG V30.
A lo que sigue fiel en las tradiciones es a ese botón para el sonido (Alert slider), que permite poner el móvil en vibración, silencio o voz deslizando. Botón que queda en una buena ubicación y que lo usemos o no no molesta (bastará con acostumbrarnos a que no es el de bloqueo, lo cual es fácil al ser éste rugoso). También a mantener el jack de audio, sin engordar demasiado por esto siendo más o menos como el iPhone X en grosor.
Pantalla: un brillo rebelde, pero más que suficiente
Parece que en lo que parecía otro derbi tecnológico la aceptación se decanta cada vez más hacia los paneles OLED. El propio OnePlus empezó con IPS hasta que el OnePlus X montó un AMOLED y en adelante así fue para el resto de la familia.
AMOLED que también tenemos en el OnePlus 6. Concretamente un panel de 6,28 pulgadas, resolución de 2.280 x 1.080 píxeles (unos 402 píxeles por pulgada) y poco habitual ratio 19:9, porque parece que los 18:9 ya están demasiado vistos.
No tenemos el dato del brillo máximo, pero si la experiencia de que éste es suficiente cuando más falta hace gracias al veraniego sol que ha incidido directamente sobre el durante nuestro uso. Eso sí,** el brillo automático no funciona bien del todo** y nos la juega puntualmente oscureciendo el panel más de lo deseado, algo que no ocurre de manera muy frecuente pero lo suficiente para que resulte algo molesto (y que esperamos que corrijan con alguna actualización).
Además del brillo, bien a nivel de contraste y detalle. La visualización no tiene problemas en ninguna situación, aunque sí es cierto que podría mejorar en cuanto a ángulos de visión dado que los "tintes" de los que pecan las AMOLED tardan poco en salir en cuanto inclinamos o giramos el panel.
No es preocupante, dado que se trata de un tono azulado muy suave hasta que aparecen los típicos reflejos rosáceos y verdes casi con el terminal perpendicular a nuestra mirada, y en ningún momento hay aberraciones o pérdida de nitidez. De hecho, en nuestras primeras impresiones esto ni siquiera nos llamó la atención, lo cual es signo de que no es nada alarmante.
La pantalla viene bien calibrada, aunque con la viveza de los colores algo sobrepasada. Pero por suerte esto tiene fácil solución al disponer de algunas posibilidades de ajuste extra proveídas por OxygenOS, la capa de software propia de los terminales OnePlus.
Lo que podemos hacer con el color es cambiar la calibración de la pantalla. Se nos ofrecen cinco opciones basadas en gamuts de color (DCI-P3 o sRGB), un modo adaptativo (que variará automáticamente según las condiciones, como el Adaptative Display del Galaxy S9), la opción de personalizarlo (con un deslizador para establecer un punto entre frío y cálido) o la configuración predeterminada que venía de fábrica.
Para gustos, colores, y nunca mejor dicho. Pero la opción DCI-P3 nos ha parecido la más agradable y natural, más cálida y menos saturada que la calibración predeterminada (que dejaba unos rojos particularmente sobresaturados y blancos algo fríos), teniendo también buena experiencia con el perfil adaptativo.
Además de esto tenemos los modos Noche y Lectura, que son dos maneras de hacer más cálida la pantalla para ayudar mitigar la fatiga visual. Prácticamente es lo mismo, si bien en el de Lectura se especifica que se ajusta calibración también y no sólo temperatura, y si nos gustan estos modos podemos activarlos manualmente, programarlos en un horario o al ejecutar cierta app (esto es particularmente útil si preferimos distintas calibraciones según el tipo de app).
Para aquellos que son de personalizar la estética en esta capa quizás no encuentren su nirvana: nada de los menús de temas que cambian la apariencia completamente como el que encontramos en ZenUI. Lo que nos proponen aquí es elegir entre tema claro, tema oscuro o tema personalizado (es decir, pudiendo elegir el color que teñirá los switchs, los toggles activados y otros elementos), así como elegir la tipografía.
Minipunto por disponer de pantalla ambiente, que pasa también por el salón de estilo de Oxygen añadiendo notas de color y minimalismo, aunque quizás demasiado de esto último porque sólo nos muestra el icono de la app y no la notificación (salvo que la pillemos en el momento que llega). Minipunto también por la activación de pantalla con doble toque, lo cual está bien tener especialmente cuando el lector de huellas está en la parte trasera.
Así, en general tenemos una buena experiencia con la pantalla, levemente empobrecida por ese ajuste de brillo que tiene margen de mejora pero pudiendo poner o notch la muesca (permitidnos el chascarrillo, una vez más). La sensibilidad táctil es correcta, sin toques accidentales y con un cristal que no deja la sensación de que el panel está alejado del dedo como ocurre en otros terminales (como el ASUS Zenfone 5).
Rendimiento: este móvil puede con todo y a toda velocidad
Si a algo no ha acostumbrado OnePlus es que sus terminales no tengan nada que envidiar en cuanto a hardware. Así llega también el OnePlus 6, con el Snapdragon 845 y opción a 6 y 8 GB de RAM (el que hemos analizado es el de 8 GB).
Es por tanto lo máximo que podemos esperar de un terminal Android en la actualidad (que no apueste por procesadores propios), y aunque la electrónica y los números no lo son todo en este caso sí tienen mucha culpa de que el desempeño y el rendimiento sean destacables. La fluidez impera en todo momento aunque ejecutemos apps pesadas y a la vez, tanto en transiciones, como aperturas y el despliegue de la multitarea.
Eso sí, probablemente se le deba parte de esta fluidez a un software especialmente ligero del que hablaremos a continuación. Aunque de lo que no se salva es del calentamiento, si bien se produce en la zona superior y hemos de estar un rato jugando o reproduciendo contenido multimedia para percibir el aumento de temperatura (que no llega a quemar o molestar).
Para quienes toméis de referencia los benchmarks, os ponemos el resultado del OnePlus 6 en los habituales tests de rendimiento, también comparando con los desus rivales.
OnePlus 6 | Huawei P20 Pro | Sony Xperia XZ2 | Samsung Galaxy S9+ | iPhone X | Xiaomi Mi MIX 2s | |
---|---|---|---|---|---|---|
Procesador | Snapdragon 845 | Kirin 970 | Snapdragon 845 | Exynos 9810 | Apple A11 Bionic | Snapdragon 845 |
RAM | 8 GB | 6 GB | 4 GB | 6 GB | 3 GB | 8 GB |
Antutu | 261.382 | 207.107 | 267.419 | 253.740 | 214.526 | 258.860 |
Geekbench 4 (single/multi) | 2.465 / 7.744 | 1.609 / 6.816 | 2.415 / 8.513 | 3.781 / 8.942 | 1.921 / 6.729 | 2.445 / 8.405 |
PCMark Work | 8.088 | 7.185 | 7.983 | 5.067 | - | 8.247 |
3DMark (Ice Storm) | 50.961 | 30.168 | 61.119 | 36.685 | 62.297 | - |
oneplus-6-benchmarks
Oxigenando el software desde 2014
Parte del ADN genuino de OnePlus es tirar de capa propia de software, aunque el concepto es bastante distinto de lo que hemos ido viendo en otros fabricantes con capas muy incisivas a nivel de funciones y estética. OxygenOS en su versión 5.1.3 viste un Android 8.1.0, y anticipa quizás lo que veremos en Android P en cierto modo.
Pero primero hablaremos de qué no encontramos al iniciar el terminal para no perder la costumbre. Como ocurre con los Morotola, apenas vamos a ver apps propias (una, OnePlus Community, desinstalable). OxygenOS no entiende de bloatware o duplicación de servicios y sólo tendremos las que Google impone además de ésta de OnePlus.
El estilo de la capa es minimalista y no da la sensación de estar maquillando demasiado el software de Google al no tener temas repletos de colorido o tipografías de distintos tamaños y tonos. Como ha hecho históricamente, nos permite elegir precisamente entre dos tipos de letra así como elegir entre tres temas, como hemos dicho en el apartado de pantalla.
Probablemente esto ayude a que sea una capa ligera y, por tanto, fluida. Está claro que 8 GB de RAM mueven montañas de software, pero además de la fluidez que ya hemos comentado la estabilidad y el hecho de no percibir ningún lag transmiten la sensación de que se ha hecho un buen trabajo a nivel de desarrollo. Así que la meta ahora es que esto se mantenga en lo sucesivo.
Todo esto puede resultar atractivo para aquellos usuarios que formen parte del club del minimalismo de apps, pero los puntos de esta capa son (también) los que salpimentan la interacción añadiendo aspectos que Google no proporciona. Hemos visto algunos con las posibilidades para la pantalla y veremos alguno más en el audio, pero de lo que podemos y debemos hablar aquí es de los gestos.
La evolución natural de lograr una pantalla que roza el 90% del frontal (si no llega ya) es que la interacción usuario-interfaz sea algo distinta. Lo hemos visto en el iPhone X, al desaparecer una pieza clave de la navegación de iOS, el botón Home, si bien en los iPad ya se podía navegar sin prácticamente tocarlo gracias a los gestos.
Así fue como los de Cupertino solventaron la interacción en el nuevo terminal: la multitarea, el minimizar apps o capturar pantalla entre otras tienen ahora su gesto en el iPhone del notch. Y parece que en Google anticipan ya esta evolución para los terminales que adopten su sistema, a tenor de los nuevos gestos cuya activación y posibilidades explicamos en Xataka Basics.
No vemos tantos en OxygenOS, pero sirven para no depender de unos botones que deben desaparecer (o al menos esconderse) si se busca el máximo aprovechamiento de la pantalla. Tenemos un gesto para minimizar app (deslizar de abajo a arriba), otro para la multitarea (deslizar de abajo al centro y parar) y un tercero para ir atrás (deslizar de abajo a arriba en el lateral).
La idea es buena, la ejecución no tanto. Una vez familiarizados con ellos, suele ocurrir que el de cerrar se entiende como "atrás", y es raro que podamos minimizar una app sin haber ido atrás inintencionadamente (quizás varias veces), aunque con la práctica al final se aprende a añadir ese plus de delicadeza necesario a la hora de realizar el swipe.
Basándose todos en deslizar de abajo hacia arriba es ponerlo difícil a la sensibilidad táctil y a la discriminación de un gesto u otro también en función de lo que haya en la interfaz. Como ocurre ocurría en iOS en el de sacar el Centro de control, si es una app con teclado virtual en la base quizás cueste algo más que nos los reconozca.
Por otro lado, tenemos otra serie de gestos relacionados con algunos servicios en particular. Aquí cabe destacar lo buena idea que es y lo bien que van los gestos para controlar la reproducción con pantalla apagada. Chapeau.
Otra de las novedades es la incorporación del Modo juegos. Asegura el fabricante que al activar este modo proporciona un aumento de la velocidad y una disminución de la latencia, para que los videojuegos tengan un mejor desempeño, carga más rápida y mayor nitidez.
Como ocurría con la aplicación de la inteligencia artificial en capas como EMUI o ZenUI, no hay una manera empírica de comprobar esto salvo las sensaciones que tenemos al activarlo o no. Y en la práctica apenas se nota el que esté o no activado, dado que el motor que mueve este terminal puede de sobra con juegos y otras apps exigentes a nivel de potencia gráfica.
Biometría: también un poco de todo con el reconocimiento facial
Los lectores de huellas aún están ahí y lo que les queda (ya sea de manera independiente o incluidos en la pantalla), pero el reconocimiento facial para el desbloqueo ha experimentado un empuje quizás desde el FaceID del iPhone X, porque haberlo lo había desde hacía tiempo (por ejemplo en los Samsung Galaxy). El OnePlus 6 nos ofrece estas dos posibilidades, aunque ambas tienen margen de mejora.
El lector de huellas se halla, como hemos mostrado antes, en la parte trasera y la ubicación es acertada: se encuentra fácil y no se coloca la huella sobre las cámaras. Pero es un tanto exigente en cuanto a la superficie de la huella que se posa sobre él, de modo que si lo hacemos con cierto ángulo nos dará lectura errónea.
¿Cuándo suele ocurrir esto? Con las fundas oficiales. Ya hemos visto lo gruesas que son, y esto no es tampoco una pega porque quizás incluso hagan más cómodo el agarre, pero esos milímetros de más hacen que el dedo no se pose del todo bien y que normalmente no nos lea al primer intento y tengamos que forzar la posición para una buena lectura.
Sin ser algo grave o un mal funcionamiento de la pieza, empobrece un poco la experiencia. Y es una lástima porque el lector funciona muy bien y es muy rápido, estando activo de manera pasiva con el terminal en reposo.
Con el reconocimiento facial tenemos una experiencia bastante similar a la que tuvimos con el OnePlus 5T. El registro es muy rápido y no es tampoco muy exigente a nivel de iluminación, y nos reconoce el rostro aunque cambiemos de peinado o añadamos gafas de vista.
Los problemas vienen cuando hay una iluminación muy alta (algo que en el levante español ocurre ya durante unas siete hora al días), dando lecturas erróneas si los rayos de sol inciden directamente o si llevamos gafas de sol. Estas gafas van a ser otro problema, aunque si la luz es más equilibrada el reconocimiento se realiza con normalidad.
Funciona bien además cuando la luz es baja o muy baja, como dentro del coche o de noche. Aunque no resulta cómodo del todo el tener que activar la pantalla para que éste funcione, no siendo suficiente la activación que se da con la pantalla ambiente.
Cámaras: yendo a lo justo con nubes y claros
La ley es poner dos lentes como mínimo, ya en gama alta y media, y el OnePlus 6 apuesta por combinar un sensor Sony IMX 376K de 20 megapíxeles con un Sony IMX 519 de 16 megapíxeles, ambos con apertura f/1.7 y el principal (el de 16 megapíxeles) con estabilización óptica de imagen (OIS) y autoenfoque DCAF. Para la frontal han colocado un sensor Sony IMX 371 de 16 megapíxeles, con estabilización electrónica de imagen (EIS) y apertura 2.0.
Sobre el papel no hay unas pretensiones exacerbadas ni la casi manida recurrencia a la inteligencia artificial que sí vemos en sus rivales, como el P20 Pro, el Honor 10 o incluso en media gama con el Motorola G6 Plus. La propuesta del OnePlus 6 es la perfecta mezcla entre rapidez y lentitud, con disparos rápidos, una cámara lenta con buen resultado y el que sí que no podía faltar: el modo retrato. ¿Lo consigue? Nos paseamos por la app y luego lo vemos.
App de cámara
OnePlus tira de sencillez en software como una de sus banderas y la app de cámara es un ejemplo de esto. En la interfaz principal (modo automático) tenemos los botones comunes para el HDR, el temporizador, el flash, el acceso a la galería o el cambio de cámara, así como el del ratio con el que disparar (pudiendo hacerlo en 4:3, 1:1 y 19:9).
La navegación es de izquierda a derecha (y viceversa) para los modos de vídeo y retrato, y el resto de opciones se encuentran en una pestaña accesoria que se abre con swipe vertical, muy intuitivo todo. Ahí vemos los modos de cámara lenta, time-lapse, pro (manual), panorámico y los ajustes (también los de vídeo y retrato).
En cuanto a lo ajustes, encontramos algunas opciones interesantes como la posibilidad de añadir el nivel, el histograma o silenciar los disparos. Es especialmente cómodo que la elección de calidad en el vídeo esté en la interfaz de captura, y la opción de guardar el RAW también está en la del disparo manual.
La app va bien y comparte fluidez con el resto del software en transiciones y apertura, pero hay dos puntos negativos: en ocasiones se cierra repentinamente al abrir el modo retrato (puede que nos notifique el error o no con una ventana flotante) y el notch tapa lo botones de HDR y la proporción. Puede que estos aspectos se arreglen con una actualización, de hecho está pendiente que añadan el modo retrato en la cámara frontal (en la última, que nos vino en cuanto encendimos el terminal, no se incorpora aún).
También se echa en falta que esté la opción de disparo en HDR en manual, dado que en ocasiones este modo viene bien para ajustar la exposición o maximizar la profundidad de campo, pero sin la opción de este disparo no siempre se logra un buen rango dinámico.
Cámaras traseras
No parece que la intención sea competir de tú a tú con los grandes en fotografía, sino tener un desempeño correcto en todas las situaciones tanto en vídeo como en foto. Pese a esto, en general tenemos resultados algo dispares tras una experiencia con nubes y claros (literal y metafóricamente).
Con buena luz tenemos fotos aceptables, con buen contraste y bien expuestas en la mayoría de las ocasiones. De manera aleatoria podremos tener algo de sobreexposición o subexposición, pero es muy leve y en todo caso puede optarse por el modo manual (lo cómodo es dejar todo en automático menos la velocidad de obturación).
Es algo más llamativo que a los colores le falte un plus de viveza o que en general no se obtengan imágenes demasiado nítidas, sobre todo en interiores. Aunque tampoco es algo dramático (sobre todo si no ampliamos), esperábamos algo más en este sentido.
Pese a esto, el zoom es bastante correcto tanto a 2x como superior. Además, el enfoque automático se porta y es rápido, siendo obediente si queremos enfocar otro objeto y lo corregimos por tap.
Las macros siempre suelen ser "cómodas" para las cámaras y tenemos un buen resultado tanto con buena luz como en interiores, si bien cuando la iluminación es baja habrá algo más de ruido (dentro de lo esperado). Si queremos sacar el mayor desenfoque sin tirar de modo retrato (con la mínima distancia de enfoque), lo ideal es tirar del modo manual.
Un modo que de hecho nos servirá para jugar a sacar efectos como aguas de seda o estelas, y sobre todo a corregir exposición y cantidad de ruido. En ocasiones el HDR tira con ISO muy exageradas y en manual siempre podremos "estrujar" para disparar con la mínima y reducir el ruido, aunque esta exageración del HDR dependerá de la fuente e intensidad de la iluminación de la escena.
Por su parte, este modo HDR es algo irregular. Si bien nos podrá salvar cielos que de otro modo saldrían quemados (aunque en la trasera esto tampoco ocurre con frecuencia en el modo automático), en ocasiones no acierta con la compensación de la exposición y pueden quedar imágenes muy oscuras de día o demasiado iluminadas de noche, con la dosis extra de ruido que empeora más la falta de nitidez.
En cuanto al modo retrato también tenemos de todo un poco aún en situaciones similares. Dependerá muchísimo de la iluminación y de que se ayude con el enfoque, no pudiendo ser usado con baja luz y teniendo que poner el objeto principal entre 0,3 y 2 metros, aunque a veces jugando y forzando logramos que dispare de noche (con demasiado ruido y acuarelas, eso sí).
Con buena luz se activa rápidamente y tiene un resultado aceptable, incluso en interiores. Hay algunos borrones con el pelo (de esto no se salva nadie) y aparecen inconsistencias en el desenfoque, habiendo zonas más borrosas que otras, sobre todo si disparamos con luz media.
Se echa en falta detalle y se echa de más ruido en ciertas tomas en interiores: en ocasiones se dispara la pérdida de nitidez incluso con buena luz (indirecta) y apenas se definen lo contornos del objeto principal, aunque se aplique relativamente bien el desenfoque (en cuanto a la diferenciación de planos y la profundidad de campo, teniendo en cuenta que no hay un mapeado complejo como el de Apple). También tenemos un disparo algo lento en estas condiciones, teniendo en ocasiones instantáneas movidas si el sujeto no ha permanecido estático lo suficiente.
Otra salvedad es que no vamos a poder regular el grado de desenfoque como sí ofrecen otros fabricantes. Lo que OnePlus dispone es la posibilidad de que el desenfoque tenga forma de estrellas o corazón, así como del modo belleza.
A contraluz puede o bien sorprender con un buen desenfoque (aunque la exposición normalmente no será acertada debido a esta condición) o directamente no aplicándolo, pero normalmente suele funcionar salvando bien los contornos.
La "sorpresa" probablemente sea el buen resultado de las fotos nocturnas, porque nos dejan más contentos que algunas en interiores (cuando normalmente es de noche cuando peor rinden). No se salvan del ruido y de la pérdida de detalle, pero éstas son mínimas teniendo en cuenta las condiciones sobre todo en modo automático o si nos atrevemos con el manual (buen trabajo del OIS aquí).
Tenemos un poco de exacerbación con los bordes, pero no resulta molesta del todo y el resultado en general compensa, incluso con iluminaciones bajas. El disparo además no es lento; a diferencia de lo que hemos visto puntualmente en el modo retrato, los disparos nocturnos (incluso en HDR) son rápidos y eficaces.
Cámara frontal
Nubes y claros también en la cámara subjetiva, que nos da un resultado correcto y realista en exteriores e interiores con alta iluminación. El detalle en estas situaciones es más que aceptable y los colores salen ligeramente mejor que en la trasera.
Minipunto negativo para el HDR, que normalmente no ayuda sino que añade una dosis extra de ruido y contraste que empobrece mucho el resultado (probablemente por cierta lentitud en el disparo, aquí sí). De hecho, además de esto no nos salva el cielo que suele quemarse cuando hay un objeto en primer plano.
A la espera de que haya modo retrato, por el momento lo que podemos probar es la habitual herramienta de belleza. En equilibrio con el resto del sistema es también sencilla, sin numerosas opciones y posibilidades como ZenUI o MIUI y sólo con la posibilidad de poder aumentar o disminuir el grado. El efecto: la habitual eliminación de detalles para dar ese acabado de "piel de porcelana" (y una buena dosis de pérdida de detalle).
En general tenemos un buen desempeño, tanto en exteriores como en interiores, flojeando bastante en cuanto la iluminación baja pero dentro de lo esperado. También podemos disparar en distintas proporciones y el flash (por pantalla) es bastante natural.
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Vídeo
Cumpliendo con lo que se puede considerar ya lo mínimo, el OnePlus 6 es capaz de grabar en 4K y también tiene cámara lenta hasta 1080p y 240 frames por segundo. Como hemos comentado, es muy cómodo que podamos cambiar la calidad desde la interfaz, ya que el resultado es totalmente distinto según busquemos o no lo 60 fps, por ejemplo.
El resultado es aceptable. Obviamente tenemos vídeos de mayor calidad si tiramos del 4K y la estabilización tiene en general un buen desempeño, aunque con algo menos de luz el ruido ya campa casi a sus anchas (por ejemplo por la tarde en zonas sombrías). Esto se nota sobre todo al hacer zoom.
De noche la estabilización no trabaja tan bien, a diferencia de lo que veíamos en fotografía. Buscando las cosquillas las encontramos y lo que vemos es que la imagen se distorsiona bastante si cambiamos el plano o si nos desplazamos, aunque a nivel de detalle se salva bastante bien teniendo en cuenta la situación.
La cámara lenta es muy exigente en la iluminación (esto es habitual y lo vimos también en el Galaxy S9+). Con buena luz se obtienen tomas bastante buenas, pero con media luz subexpone mucho y no da un resultado tan aceptable. En este caso la cámara lenta se conservará en todo el vídeo (salvo los segundos de inicio y final a velocidad estándar) pudiéndose acortar, pero no podremos grabar pulsos o fragmentos de manera manual dentro de una misma toma.
La cámara frontal tiene un buen desempeño también con buena luz, donde se nota y trabaja muy bien la estabilización electrónica. Con baja luz el resultado baja de calidad porque se pierde nitidez, pero aún así salva bastante bien los colores y el detalle.
Sonido: el punto flaco del OnePlus 6
Hablamos de lo complejo que es desarrollar buenas cámaras cuando se tienen apenas ocho milímetros de grosor para idear un sistema óptico con cada vez más exigencias, pero el reto con el audio no es ni mucho menos jauja. El espacio puede hacer que se sacrifiquen elementos como el jack (en teoría), el estéreo es un reto estructural y no todos optan por incorporar un DAC de mayor calidad.
Estéreo tenemos en el OnePlus 6, con emisión de sonido en los lados superior e inferior, donde se encuentran auricular y altavoz respectivamente. El altavoz, como hemos comentado, se ve escoltado por el USB tipo-C y el jack de auriculares, que va a ser posiblemente un gran aliado en la experiencia multimedia.
¿Por qué? Porque no se luce precisamente en audio este OnePlus, como lo parecía al plantear las seis claves de este móvil en Xataka Móvil. Cuenta con doble altavoz frontal potenciado por Dirac Power Sound y es compatible con Dirac HD Sound, pero todas estas nomenclaturas se esfuman cuando lo que tenemos es un audio más bien plano e incluso metálico.
En cuanto a volumen máximo no queda mal, con un máximo de 99,5 decibelios según nuestros tests. Pero siempre será mucho mejor que no quedemos en torno al 70% del mismo para que haya un nivel de calidad medio.
Para compensar esto el software provee de opciones para que el usuario pueda adaptar un poco más la experiencia auditiva a su gusto, aunque con esto nunca vamos a lograr un milagro. Podemos por ejemplo potenciar algo más los bajos, que tienen parte de culpa en que la experiencia en altavoz deje que desear, pudiendo probar las configuraciones predefinidas del ecualizador según estilos si no controlamos los reguladores (el de jazz, por ejemplo, da algo más de profundidad aunque lo que escuchemos sea lo último de Ariana Grande).
Como hace la capa de ASUS también da opción a elegir una mejora según el tipo de auriculares, aunque el surtido que da es mucho menor. Vemo los auriculares de la casa y los JBL E1+, y para todos los demás la "Mejora general". Y con el ajuste del interruptor del audio activado la audición por auriculares también experimenta una mejora.
Autonomía: otro aprobado justo
Cuando en la liga de los titanes vemos baterías cuya capacidad está entre los 3.000 y 4.000 miliamperios/hora, el OnePlus 6 llega casi a mediados de año sin ninguna pretensión o proeza en este sentido. El volumen del último móvil de los chinos deja espacio para 3.300 mAh, pero como siempre lo que importa al final es cómo se controla el consumo por parte del software y del usuario.
No vamos a tener autonomías estratosféricas o dignas de mención, como sí lo fueron las obtenidas con el P20 Pro, pero con un uso intensivo el terminal llega a las 14 horas de duración, con una media de unas 16 horas y 7 horas de pantalla. Factores que pueden actuar en favor de que se conserve mejor que en otros teléfonos con el mismo miliamperaje (como el ASUS Zenfone 5) son la resolución de la pantalla y las opciones de optimización que da el software, aunque en este caso tenemos prácticamente lo que viene con Android.
La batería tarda una hora y media en cargarse del 0 al 100% (con el terminal apagado y el cargador de serie). Fiel a su tradición, el OnePlus 6 también va con el cable USB rojo y blanco, por cierto.
En resumen, no es una autonomía destacable, pero sí suficiente para salir tranquilos de casa no espere el uso que nos espere. El modo de ahorro de batería nos dará algo más si vemos que entramos en "zona de peligro" (por debajo del el 15%) y no tenemos cerca una fuente de alimentación.
En días de uso más ligero y si son más las horas de wifi que de datos nos llegará al día sin mucha dificultad, aunque pasemos algún rato jugando o tirando de multimedia. Sobre todo si hemos gestionado un poco el consumo de energía por aplicación (segundo plano, etc.).
OnePlus 6, la opinión de Xataka
OnePlus mantiene el slogan y cumple con él, porque lo fácil quizás sería abandonar cuando se lucha contra titanes que pusieron los cimientos de esta industria y que con ello cuentan con la confianza de los consumidores (y la fama que eso dio y aún se conserva con fabricantes como Motorola o Nokia). Logró colocarse en el panorama desafiando a los grandes con propuestas de precio más modesto y con un software propio algo distinto de lo que se veía en las capas de los fabricantes, y el OnePlus 6 sigue representando eso aunque haya sucumbido a las tendencias estéticas.
Es un teléfono bien construido, atractivo y que aunque tiene un peso considerable no se nos hace grande o pesado. Una lástima que el cristal sea tan sensible a las microabrasiones, porque aparenta ser resistente a golpes y mantiene la resistencia al agua.
Luce bien y funciona muy, muy bien. La fluidez es una delicia en todas las situaciones, ejecutemos lo que ejecutemos, y tanto transiciones como aperturas se realizan con una rapidez que destaca. No es Android puro pero tampoco le hace falta; es una personalización justa y equilibrada, que sobre todo no afecta al rendimiento o al almacenamiento y no satura al usuario.
No obstante, hay aspectos a mejorar como esa app de cámara o quizás más opciones de optimización de la autonomía, ya que ésta (sin ser mala) es quizás algo justa. A favor de esto está la pantalla, que rinde bien y además hay posibilidad de adaptarla a nuestro gusto.
La cámara cumple también, pero queda lejos de lo que hemos visto en móviles como el Pixel 2 XL, pero da un buen resultado teniendo en cuenta que se trata de un móvil de alta gama pero de precio ajustado. Eso sí, esperamos esa actualización con el modo retrato en la frontal (y el arreglo del bug que provoca el cierre).
El pie del que cojea más claramente es el sonido, siendo mediocre y llamando la atención incluso frente a terminales de gama media. Aunque es de ayuda que al menos disponga de ecualizador y algunas opciones para potenciar los bajos o intentar tener una experiencia más agradable.
Lo que no sabemos si este OnePlus 6 tendrá iteración en forma de modelo con "T". A falta de innovaciones como el lector en pantalla, en éste vemos esa especie de mínimos que exige la industria (cumpliendo en mayor o menor grado con cada uno) como el ratio de pantalla (en este caso 19:9), la doble cámara, el modo retrato, el cristal, lo máximo en hardware y quizás tengamos que incluir el notch, así que en teoría tiene ingredientes para que sea una única apuesta y volver al ciclo de renovación actual.
8.8
A favor
- Diseño y construcción: buenos materiales y acabados muy a la moda y atractivos.
- La pantalla cumple a todos los niveles, sin llegar a resoluciones altas.
- La fluidez es una delicia, chapeau.
En contra
- El sonido es mediocre: metálico y con bajos muy poco potentes.
- El reconocimiento facial tiene margen de mejora, por ejemplo que actúe con pantalla inactiva o ambiente.
- El cristal parece resistente a golpes, pero se ralla con facilidad.
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La noticia OnePlus 6, análisis: un campeón en fluidez que ha de entrenar un poco más para serlo en todo fue publicada originalmente en Xataka por Anna Martí .
Gracias a Anna Martí
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