En ocasiones aquí hemos hablado del temor a que haya una especie de revolución robot (en broma y en serio), o de la posibilidad de que éstos se conviertan en un peligro más que en una ayuda o vayan quitándonos los puestos de trabajo. Lo hemos oído de personajes del mundillo tecnológico, pero en Estados Unidos también podemos ver algo así como la apocalipsis robot como eslogan político, en boca de Andrew Yang.
Yang tampoco es que esté fuera de la esfera tecnológica, dado que ha trabajado en IBM y General Electrics entre otras, aunque su última faceta es la de ser uno de los candidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos para 2020. Lejos de otros temas más habituales como la salida del tratado de París, Yang parece centrar su campaña en prevenir lo que podría ser una nueva Gran Depresión debido al dominio robótico, aunque desde las principales tecnológicas mantienen justamente el discurso contrario.
Un sueldo fijo y empleos en la cuerda floja
Lo contaba hace unos días el New York Times citando algunos de los comentarios recientes del político, en los cuales asegura que "un millón de transportistas se quedará sin trabajo", concluyendo que basta con los coches autónomos "para desestabilizar la sociedad". Algo parecido a lo que ya concluyó la misma Casa Blanca tras un estudio propio en el que calculaba que alrededor de 3,1 millones de empleos peligrarían debido a la conducción autónoma.
No sólo habla de transportistas, quienes vimos que apuntaban a ser los principales afectados (según dos convenciones de expertos celebradas el pasado año) con el desarrollo de la inteligencia artificial. El discurso de Yang incluye futuros "disturbios en la calle" dado que numerosos sectores se veían afectados, mencionando empleos en compañías aseguradoras, locales de comida rápida o teleoperadores.
¿Qué propone el candidato pues para evitar este futuro nada halagüeño? Algo que llama "Freedom Dividend", o lo que es lo mismo una paga mensual de 1.000 dólares para todo americano de entre 18 y 64 años. Es decir, Yang aboga por un sueldo mínimo fijo para cierto colectivo que evite que los habitantes del país empobrezcan debido al impacto de los robots en el empleo.
La idea no es nueva ni mucho menos, y de hecho aquí ya comentamos como algunos países están en fase de pruebas de un salario mínimo universal como es el caso de Finlandia y Holanda, aunque en el caso de Suiza acabaron rechazando la propuesta.
También lo hemos visto apoyado o asumido por personajes como Elon Musk, quien considera que es lo que finalmente veremos. Algo que cuadra con su propia idea de que sus fábricas para los Tesla no necesitarían seres humanos en cinco años (ahora tres).
Facebook, Google y Microsoft: las máquinas vienen a ayudar, no a echarnos
Por otra parte está lo que se opina en las grandes empresas tecnológicas, a quienes obviamente tampoco les conviene que exista miedo en torno a lo que ellas mismas desarrollan. Precisamente hoy en The Next Web reunían las opiniones de empleados de Facebook, Google y Microsoft al respecto tras un AMA (Ask Me Anything) en Reddit.
Voces que tratan de ser más concretas, menos alarmistas y más realistas, hablando de que la inteligencia artificial "no reemplazará trabajos, sino que los transformará" como apuntaba Yann LeCun de Facebook, o de que ésta será una ayuda para que las tareas sean más eficientes, como apuntaba Eric Horvitz de Microsoft. Las máquinas pueden encargarse de las tareas más peligrosas, y lo que apuntaba Peter Norvig de Google es que tiene mucho más sentido hablar de sustitución de tareas y no de empleos, asumiendo que habrá cambios en los trabajos y en los sueldos.
También vimos la visión de la Universidad de Stanford, que inició el proyecto One Hundred Year Study on Artificial Intelligence, una iniciativa a largo plazo cuya meta es publicar regularmente trabajos basados en una visión científica y asesorada de la futura influencia inteligencia artificial en aspectos cotidianos. Ya sacaron el primero, en el que lanzaron el mensaje de que había una visión muy "de ciencia-ficción" de la AI y los robots que ni era realista ni ayudaba, como especificaba Peter Stone, director del trabajo.
El perfil de la inteligencia artificial en películas y literatura es ficticio. Hay una malinterpretación de la gente [...] de que la AI es una cosa. También hemos visto que la opinión general es muy optimista de cara a la AI y es un tema que emociona, a veces de una manera que no es realista, o teniéndole miedo diciendo que nos va a destruir, lo cual tampoco es realista.
No obstante, los estudios sobre la supuesta sustitución en el ámbito laboral por los robots se siguen sucediendo, como el referente a cuánto hemos de cobrar para no estar en riesgo de ser reemplazados por uno. Algo que en cierto modo ya ocurre viendo casos como el de McDonalds, cuyo ex-CEO Ed Rensi aseguraba que es más barato usar robots que subir el sueldo mínimo a los empleados.
Por su parte, Yang baraja entre sus propuestas que haya una regulación específica para compañías como Twitter o Facebook o un puesto en el gobierno para un "secretario de tecnología". Su eslogan ni más ni menos es "Humanity First", de momento para Estados Unidos, pero ahí estaba la propuesta de Stephen Hawking de un gobierno mundial para que el avance tecnológico no destruya la humanidad, así que quizás llegue a ser un eslogan para todo el mundo. Quién sabe.
En Xataka | En qué gastaremos el tiempo cuando tengamos renta básica y los robots hagan todo el trabajo
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La noticia "La humanidad primero" como eslogan político: el mensaje del candidato Andrew Yang frente al de empleados de grandes tecnológicas fue publicada originalmente en Xataka por Anna Martí .
Gracias a Anna Martí
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