Podemos decir que Sony ha sido persistente con el diseño de sus terminales desde que nació la familia Z. Otros adjetivos que les podríamos adjudicar son "coherente", "característico" o "consistente", aunque yo prefiero quedarme con "cabezón", que lejos de ser despectivo, es lo que mejor define esa terquedad en la filosofía de líneas rectas que tanto ha definido a la familia Xperia desde hace cinco años.
Pero llegó la moda de dispositivos sin apenas marcos. Empezó la locura por ver quién tiene mayor porcentaje de pantalla en el frontal, el formato 18:9 y, en definitiva, una manera de entender el aspecto de la gama alta que Sony decidió no aprovechar. Hasta ahora.
El nuevo Xperia XZ2 estrena patrón de diseño. Se llama Ambient Flow y viene a relevar al famoso Omni Balance y su iteración posterior, Loop Surface. ¿Qué ha cambiado? Hagamos un repaso por el exterior de los últimos smartphones de Sony.
Un bloque que empieza por Z
En el año 2013 Sony presentaba el Xperia Z, su primer teléfono de cinco pulgadas (¡qué salvajada!, gritábamos entonces) que además tenía resolución 1080p.
Si nos fijamos en la siguiente imagen (las proporciones de tamaño no son las adecuadas), veremos que, efectivamente, el diseño iniciado hace un lustro se siguió manteniendo practicamente inalterable hasta la llegada del Xperia Z5, año 2015.
Logo de Sony arriba, marcos pronunciados tanto por la parte superior como inferior y, en general, el smartphone era un monolito recto, como bloques industriales con forma de teléfono. Hay que contextualizar: este diseño ahora parece casi prehistórico, pero durante esos años a Sony le sirvió para diferenciarse de los Samsung, LG o HTC de una manera bastante patente.
A partir del Xperia Z3 empezaron a llegar algunos cambios, como la alineación de la cámara selfie en la parte derecha en vez de en la izquierda, unos laterales que iban curvándose ligeramente y una botonera cada vez más desplazada hacia abajo para ir dejando paso al sensor de huellas, que Sony siempre quiso colocar en el lateral del dispositivo:
Para que sirva como referencia, incluimos una captura de un vídeo que grabamos hace tres años enfrentando el LG G4, Galaxy S6, HTC One M9 y el Xperia Z5. Comprobamos que, efectivamente, Sony se diferenciaba muy bien de la competencia (igual que lo que consiguió Samsung con su S6, sobre todo con el Edge):
El factor X: Omni Balance
Sony decidió cambiar la Z por la X con aquellos Xperia X y X Performance que no se entendieron demasiado bien en el mercado. En septiembre de 2016 llegó el Xperia XZ para instaurarse como el "primer flagship de Sony" de la nueva familia de dispositivos.
Sin entrar en el resto de características, el diseño de esta gama se enmarcó dentro de lo que Sony denominó Omni Balance, que mantenía la esencia de líneas rectas de la familia Z, pero empezaba a jugar con materiales (sobre todo el metal y el cristal) y a ser cada vez más delgado.
Ese Omni Balance fue el que también se exportó a otras familias, como la XA, M o L (sobre los nombres podríamos hablar en otro artículo tal vez) y en general, le siguió sirviendo a Sony para diferenciarse de la competencia.
El problema es que esa diferenciación se fue poniendo en su contra a medida que los fabricantes iban presentando terminales como el Xiaomi Mi Mix, que devoraban los marcos y empezaba a definirse la tendencia de los móviles bezel less.
¿La respuesta de Sony frente a esos cambios en el mercado? Una sutil iteración del Omni Balance al Loop Surface, que estrenó el XZ1 en septiembre de 2017.
Y éste era el diseño de algunos de sus contendientes en 2017:
Y éste el aspecto del XZ1 (nótese cómo en la imagen promocional se intentan ocultar los marcos):
Ante esta evidencia estética, ¿por qué Sony no decidió acelerar su cambio de ciclo en el diseño de su gama alta? Fuentes cercanas a la empresa nos confirman que fue por miedo al cambio. Tener más de la mitad de cuota de mercado de smartphones en Japón hizo que los directivos se pensaran dos veces cambiar "algo que funcionaba". El problema es que dejó de funcionar fuera del país nipón, así que mientras discutían qué hacer, el resto de fabricantes fueron actualizando sus líneas de diseño.
En el caso de Sony, la reacción llega varios años después que la de los principales fabricantes y, cómo no, tiene nombre propio: Ambient Flow.
Agárrense que vienen curvas: Ambient Flow
Sony nos empezó a adelantar Ambient Flow con un misterioso teaser en el que veíamos la palma de la mano y unas curvas:
Join us. 26.02.2018 #SonyMWC pic.twitter.com/n6IQ82XRVZ
— Sony Xperia (@sonyxperia) 19 de febrero de 2018
Los rumores empezaron a sonar: ¿abrazaría Sony las curvas al estilo de la familia Edge de Samsung? La realidad es que no.
Ambient Flow es una evolución de Omni Balance y Loop Surface que mantiene la esencia por la que reconocemos a la familia Xperia, pero introduce la tendencia sin marcos en el dispositivo. El XZ2 es el primero de los smartphones que conocemos bajo este paraguas de diseño y el cambio, aunque no radical, es evidente:
La sensación en mano es agradable, algo diferente a lo que estamos acostumbrados en otros terminales. La curvatura se centra en la parte posterior, y hace esa pequeña forma de "joroba" que dibuja nuestra palma de la mano, lo que consigue que se sienta muy cómodo manejarlo.
Incluye algunos cambios que generarán polémica (como la disposición del sensor de huellas en la parte posterior, junto con un sensor de cámara que se sitúa más abajo de lo habitual), pero es la respuesta necesaria para que Sony no quede desfasado en términos de diseño en este 2018.
Se aprecia, por ejemplo, en que, en un tamaño más o menos similar al del XZ1, incluye una pantalla mayor (de 5,7 pulgadas, frente a las 5,2 del XZ1, un 13% mayor) y adopta el tan de moda formato 18:9 y su resolución asociada, Full HD+.
Aunque Sony asegura que Ambient Flow no es sólo estética o ergonomía: sigue contando con certificación IP65/68, incluye marco de aluminio y, según la propia empresa, el cristal Gorilla Glass 5 que monta es antitorsión, anticaídas y en sus benchmarks internos se coloca como número uno en resistencia frente a la competencia. Al parecer, soporta caídas de hasta 90 cm. Alguien se lo pasará muy bien haciendo la review del XZ2.
En cualquier caso, Sony ha dado un importante paso que le faltaba. Ha roto el molde inamovible que marcó Omni Balance con su éxito, así que quizá (y sólo quizá) no tengan que pasar varios años más hasta que veamos un nuevo Xperia con un diseño más rompedor si el mercado así lo demanda.
En Xataka | De la A a Z, un repaso a la historia de la familia Xperia
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La noticia De bloques rectos a las curvas: así ha cambiado el XZ2 el diseño de la familia Sony Xperia fue publicada originalmente en Xataka por Cesar Muela .
Gracias a Cesar Muela
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