El modo retrato es la gran aportación a la fotografía en la tecnología inteligente de los smartphones protagonistas de los últimos tiempos. Con algunos de los principales modelos ya realizamos una prueba para comprobar el nivel de su bokeh, o lo que es lo mismo, la calidad y forma de su desenfoque: suavidad y degradado (artificial) que se aplica al fotografiar con el modo retrato activado.
Ahora es el turno de poner a prueba a cuatro súper smartphones (lo de super es porque los incluimos en la denominada gama súper alta, es decir, los que encontramos en torno a los mil euros) con la última tecnología aplicada en el modo retrato. Para ello los hemos puesto a prueba frente una fotógrafa profesional, especializada en retratos. Hemos realizado una sesión de retratos con Lupe de la Vallina utilizando usando su cámara y objetivos profesionales para obtener sus retratos (como se pueden ver en su web) frente al iPhone X, el Samsung Galaxy Note 8, el Huawei Mate 10 y el Google Pixel 2 XL.
De partida, ya sabemos que por un lado la tecnología de los smartphones y por otro la habilidad y mirada humana aún están alejados a la hora de conseguir retratos con un resultado similar. Pero, la clave de esta comparativa es conocer cuál es esa distancia real. Si aún existe tanta diferencia en resultados o no. Veamos.
A modo de introducción: el desenfoque en un retrato con cámara
Antes de nada conviene recordar que el desenfoque del fondo dejando nítido y aislado al sujeto retratado es algo característico de una captura realizada con una cámara tradicional. El efecto bokeh, para ser exactos, es la forma, diseño o aspecto de ese desenfoque fotográfico. En una palabra, se refiere más a la calidad y cualidad del desenfoque (como ya explicamos).
Dicho esto, con la combinación de un sensor de tamaño generoso (como el full frame utilizado por Lupe) y una abertura de diafragma grande en el objetivo (en su caso un 50 mm f/1.8 y un 28 mm f/2.8), jugando con la profundidad de campo, se puede conseguir un desenfoque pronunciado en un retrato. La suavidad del degradado conseguido es una de las claves para distinguir un bokeh de calidad. A mayor tamaño de captor y abertura de diafragma en la captura, menor profundidad de campo obtendremos (no solo por detrás, sino también por delante del sujeto enfocado).
Cabe añadir también que para lograr un buen desenfoque hay otros factores a tener en cuenta, como es la distancia focal que estemos usando y la distancia al sujeto enfocado (y su separación con respecto al fondo). Y, no menos importante, la calidad óptica del objetivo e incluso las palas del diafragma (su número y su forma influyen en lograr desenfoques con aspecto diferente).
Intentar “imitar” el resultado en un retrato con la poca profundidad de campo que se consigue con una cámara digital de sensor grande es el gran reto de los smartphones
Como vemos, estos factores son a los que la tecnología de los smartphones intentan aproximarse. Con la limitación de utilizar sensores pequeños en un smartphone, lograr un desenfoque pronunciado se hace una tarea complicada. Intentar “imitar” el resultado en un retrato con la poca profundidad de campo que se consigue con una cámara digital de sensor grande es el gran reto de los smartphones. El tamaño del captor y de los objetivos que incorporan son sus principales dificultades en este terreno. Para suplirlo y lograr un efecto similar entra en juego el software inteligente que cada vez más se está desarrollando y mejorando. Es, sin duda, uno de los grandes avances en los últimos modelos de smartphones de gama alta.
Campo de pruebas: una sesión de retratos
En la sesión de retratos queríamos comparar la experiencia y habilidad “humana” de Lupe contra la habilidad “artificial” de estos cuatro potentes smartphones. Y, tras la sesión, es el momento de revisar los resultados y extraer conclusiones. Veamos.
No vamos a entrar aquí en los detalles técnicos y características de cada modelo de smartphone utilizado, eso los podéis encontrar en nuestros respectivos análisis y detalles de sus potentes cámaras duales (menos el Pixel 2 XL que entra en el desafío con una única, pero potentísima, cámara y objetivo).
iPhone X
Samsung Galaxy Note 8
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Huawei Mate 10
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Google Pixel 2 XL
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Aquí Lupe seleccionó el escenario más adecuado y real como lo haría para uno de sus encargos profesionales
Así que nos disponemos a ver los resultados de la sesión. Para ello hemos escogido a dos modelos, Irene y Eduardo, y siempre hemos utilizado luz natural. Hemos realizado retratos en interiores con buena calidad de luz a través de grandes ventanas y un fondo bastante neutro que se plantea como un escenario real e ideal para capturar retratos. Aquí Lupe seleccionó el escenario más adecuado y real como lo haría para uno de sus encargos profesionales. En ningún caso se utilizó luz de estudio o artificial ni tan siquiera ningún reflector. Queríamos un escenario real, sencillo donde la habilidad de capturar retratos primase por encima de cualquier tipo de ayuda. Lupe frente a un servidor con los cuatro smartphones.
Algunos detalles a tener en cuenta
Lupe contó con total libertad para utilizar el objetivo y la apertura de diafragma que mejor considerara para cada retrato. Trabajó con modo manual y los resultados que vemos son fruto de su posterior edición (selección de las mejores tomas) y postprocesado (el revelado habitual que suele realizar). Es decir, sus fotos son las imágenes finales, fruto de su trabajo y pericia como fotógrafa de retratos.
Por el otro lado, cabe apuntar que los cuatro smartphones permiten disparar en modo avanzado, es decir, en modo manual para escoger la exposición (velocidad de obturación) y sensibilidad ISO (no así la abertura que como sabemos es fija) y también nos permiten obtener archivos RAW (que requieren posterior revelado). Sin embargo, al activar el modo retrato, los cuatro smartphones no permiten utilizar el modo manual ni obtener un archivo RAW. Esto es lógico, puesto que en el modo retrato es donde entra en funcionamiento el sofisticado software de cada uno y su machine learning. Que es precisamente lo que queríamos poner a prueba.
Las muestras que capturé con los cuatro móviles no tienen ningún tipo de postprocesado
Por último, indicar que las muestras que capturé con los cuatro móviles no tienen ningún tipo de postprocesado. Son los archivos JPEG directos, tal cual los ha retocado cada terminal. Únicamente se han reducido los tamaños para poder visualizarlos en este artículo y se han convertido al espacio de color sRGB IEC61966-2.1. Así que son fruto del modo automático.
Una prueba así no se puede realizar extrayendo los resultados de cómo vemos las fotos en la pantalla de cada móvil. Esto será lo habitual pero para los más exigentes, al pasarlas al PC y observarlas en detalle, ampliadas en un pantalla mayor, es donde realmente se aprecia la calidad y detalles (mejor si además contamos con una pantalla calibrada). Es justo lo que hemos hecho. Pero vamos al grano. Veamos algunas fotos.
Advertencia: las fotos que se muestran en este artículo están comprimidas por nuestro sistema de publicación, por lo que no son una reproducción totalmente precisa de los archivos reales.
Primer retrato: Irene sentada junto a una gran ventana y un fondo neutro
La escena para comenzar era muy sencilla. En cuanto al posado, se colocó a Irene cómodamente sentada en un puf, con una blusa blanca que iba a poner a prueba el rango dinámico de los sensores, ya que recibía una gran cantidad de luz que entraba junto a un ventanal. El fondo es una pared lisa de fondo claro. Y ella se encontraba a un metro aproximadamente del fondo. Todo parece bastante fácil para los modos de retrato y su capacidad para “siluetear” su figura y desenfocar el fondo. Pero cuidado, su bella melena podía ser difícil de recortar para el software del modo retrato. Veamos los resultados.
Aquí podemos comprobar cómo los cuatro smartphones resuelven bien la escena. Las diferencias las encontramos en el color (con balance de blancos automático) y también en el diferente procesado de cada imagen. El iPhone X tiende a “amarillear” en exceso, produciendo un retrato con luz muy cálida. Es algo que ya habíamos comprobado en pruebas previas y su tendencia cálida nos parece excesiva, y con diferencia es la más alejada a la realidad. El desenfoque del caro terminal de Apple está bien logrado, suave en los bordes y con un resultado muy natural, sin ningún recorte ni detalle que deje evidencia este procesado.
El Note 8 se ha manejado mejor con el tono general del color, aplica un mayor procesado en la zona enfocada y el desenfoque del fondo es menos pronunciado, aunque el resultado global del retrato es bastante acertado, extrayendo buen detalle en las sombras y buena definición general.
Por su parte, el Huawei también consigue un resultado aceptable, únicamente evidenciado mayor dificultad en las sombras, logrando un contraste ligeramente más elevado que el resto y con cierta tendencia a sobreexponer en las altas luces. Además, el color es bastante suave, al menos en esta escena que con tonos bastante neutros.
El Pixel también ofrece una gran nitidez general
El Pixel también ofrece una gran nitidez general, solo hay que fijarse bien en el detalle del pelo de Irene, pero posee mayor dificultad para lidiar con las altas luces. Buen contraste general y un desenfoque poco pronunciado pero suficiente para destacar el rostro de Irene frente al fondo.
Segundo retrato: Irene recostada en un puf de color verde y captura casi cenital
En esta ocasión recostamos con un libro a Irene en un gran puf de color vivo con lo que no disponía de distancia por detrás para separar su silueta del fondo. Teníamos una gran ventana, esta vez a su izquierda y su blusa blanca permite mucho mayor contraste.
El iPhone X parece que lidia mejor con el tono general de color y su balance de blancos no es tan acusado en tonos amarillos. Más real esta vez. Aunque también se encuentra con problemas de sobreexposición con la blusa de Irene que recibe gran cantidad de luz y el procesado no es capaz de capturar detalle aquí. Así que ojo con este punto cuando queramos conseguir el mejor resultado posible (mejor que nuestro retratado lleve un tono más oscuro para evitar esta sobre exposición en caso de abundante luz). Eso sí, hay cierta pérdida clara de definición en las sombras y zonas más oscuras. La sensibilidad ISO no aumentó en exceso así que el procesado aquí no fue tan bueno.
El Note 8 nos entrega un resultado con un color diferente, menos contrastado, más vivo y el desenfoque esta vez no tan bien logrado, como podemos apreciar en su pelo, en la izquierda de la imagen. También su rostro aparece bastante suavizado, quizás en exceso para mi gusto, aunque en el resto de detalles parece bien compensado.
Con el Mate 10 quisimos utilizar el objetivo angular, para intentar imitar en lo más posible la captura de Lupe. Y de nuevo vemos como el Huawei tiene mayor dificultad con las sombras, en las que se aprecia más señal de ruido, además de entregar mayor contraste general en la escena. Eso sí, no hay rastros de sobreexposición en la blusa blanca, así que la tendencia clara del procesado de su modo retrato parece claro que tiende a subexponer ligeramente. Poco objetar en la reproducción de color, bastante aceptable.
El terminal de Google es el que mejor nota sacaría en este retrato
Por su parte, el terminal de Google es el que mejor nota sacaría en este retrato. El desenfoque no es acusado (por la dificultad con un fondo tan próximo a la silueta) y la reproducción de color, exposición y nitidez general es realmente muy buena. Quizás, por poner alguna pega más destacada, en las sombras le cuesta extraer mejor el detalle (como se ve en el pelo junto a su brazo).
Tercer retrato: Eduardo frente a la ventana
En esta ocasión cambiamos de modelo y Eduardo se situó directamente frente a una gran ventana, por lo que recibía la luz frontal (como bien se puede apreciar en el reflejo del iris en sus ojos). El fondo está situado a mayor distancia y es bastante neutro, así que los recortes para el desenfoque deberían brillar aquí. También lleva una camisa blanca que pone en aprietos al rango dinámico de los móviles. Se trata de un primer plano de su rostro, por lo que también nos vale para comprobar en detalle la distorsión con las focales de cada objetivo.
Con iPhone X, el recorte del rostro frente el fondo es muy correcto, y en la parte superior, en el pelo, también es muy aceptable
El de Samsung ofrece unos resultados de color algo diferentes aquí, con una tendencia más magenta en los tonos de la piel. También sufre con la sobreexposición en la camisa y el recorte con el desenfoque también es muy correcto, aunque menos acentuado.
Huawei vuelve a demostrar que lidia bien con las altas luces y vemos la camisa perfectamente expuesta, pero por contra las zonas oscuras, como el pelo acaban tan contrastadas que pierde gran detalle. En este sentido es el que peor sale parado. También en el recorte para aplicar el desenfoque artificial, que no termina de ser tan ajustado y suave como en los anteriores. El tono general también es algo apagado.
El Pixel 2 XL es la única que no cuenta con doble cámara, por lo que los primeros planos detalle hay que resolverlos con su 27 mm (equivalente en 35 mm) y eso nos puede deparar distorsiones más acentuadas. Nos obliga a disparar muy cerca del modelo y la distorsión está muy bien corregida, aunque los rasgos del rostro de Eduardo no son tan reales como los conseguidos con los móviles anteriores que sí disponen de un objetivo con mayor focal (aproximadamente un 50 mm que es más adecuado para retratos). En general, la captura es muy buena en cuando a exposición y color, y el desenfoque del fondo algo menos acentuado (la proximidad del sujeto es clave en esta ocasión). La nitidez y detalle es realmente sobresaliente (no peca de exceso ni tampoco queda el retrato demasiado suavizado).
Cuatro retrato: Eduardo en exteriores con un fondo complejo y en movimiento
Subimos un peldaño la dificultad técnica. Nos situamos en plena calle, con fondo de edificios, árboles, farolas y con el movimiento de coches y personas en el fondo. Además, situamos a Eduardo en pleno contraluz, frente a un cielo brillante y, en esta ocasión, con un jersey oscuro.
El iPhone X consigue una exposición muy buena en las sombras, y el contraluz hacía que Eduardo estuviera algo oscuro pero lo compensa con un procesado estupendo. El fondo posee un desenfoque muy suave, como ya habíamos comprobado en anteriores tomas y obtenemos un resultado muy realista, tanto como para dudar si realmente no está tomada con una cámara con un sensor mucho mayor. El fondo del cielo es el mayor reto aquí pero consigue que el recorte en el pelo de Eduardo sea fácil de resolver como así ha sido. Aunque un tanto excesivo y evidenciando aberración cromática aunque parece que bastante corregida en el procesado.
La captura del Note 8 vuelve a dejarnos un procesado con enfoque añadido con cierto exceso. Bien resuelto el contraste, con un color natural algo saturado y sacrificando bastante las altas luces. Tanto como para casi hacer desaparecer la farola del fondo y algunas ramas del árbol de la derecha. Los edificios quedan casi “ocultos” al final por la sobreexposición. Aquí el desenfoque tampoco es muy acusado y el recorte evidencia mayores dificultades, no quedando tan natural como en las anteriores tomas.
El Mate 10 es el que mejor ha conseguido resolver en esta ocasión la dificultad de la escena en términos de exposición
El Mate 10 es el que mejor ha conseguido resolver en esta ocasión la dificultad de la escena en términos de exposición. Bien en el contrate esta vez, muy buen desenfoque, el más pronunciado aunque solo encontramos pequeños defectos en el recorte en la cabeza de Eduardo (y en el hueco que deja su brazo frente a un elemento rojo de detrás, pero es algo casi inapreciable en la pantalla del smartphone). Aquí hay zonas que no ha procesado con la precisión necesaria, pero en general, en cuanto a color, contraste, recorte y desenfoque logra un buen resultado. Incluso en la sobreexposición del cielo se aprecia cómo se ha “virado” a un gris muy claro evitando el blanco profundo y sin detalle que era lo esperado.
Por último, el Google Pixel no ha aplicado bien el desenfoque del fondo y ha encontrado mayor dificultad a la hora de enfocar. Era complicado por existir muchos elementos de contraste en movimiento pero es el que peor ha resuelto la escena en este sentido. También en cuanto a las sombras, llegando a estar demasiado subexpuesta en líneas generales, pero sí logrando algo de detalle en el cielo con mucha luz. El procesado del contraste también es excesivo y nos ofrece una imagen donde el rostro es peor expuesto.
Conclusiones
El trabajo de los cuatro smartphones en retratos es bastante bueno, aunque cada uno tiene sus virtudes y defectos. Especialmente cuando se ven en la propia pantalla de cada uno. Imitan bien el efecto bokeh, unas veces mejor que otras, pero mirando de cerca, ampliando y en una pantalla de PC es cuando se apreciando las diferencias.
La existencia de un segundo objetivo (y captor en algún caso) con mayor distancia focal es un gran aporte que en combinación con el procesado permite lograr resultados meritorios
No son fallos generales si uno sabe que la tecnología tiene la dificultad de usar sensores y objetivos muy pequeños que para retratos es especialmente crítico. Y el software en el modo retrato se aprecia mucho mejor que en modelos de hace unos meses cuando empezaban a implantarse. La existencia de un segundo objetivo (y captor en algún caso) con mayor distancia focal es un gran aporte que en combinación con el procesado permite lograr resultados meritorios. Pero no perfectos.
Ahora bien, entrando en detalle y siendo exigente como fotógrafo de retrato, es cuando observamos virtudes y defectos más claros. El iPhone X es el que mejor parece resolver ese desenfoque artificial y, en general, es bastante bueno, muy suave, muy real. En el resto de facetas se maneja muy bien aunque quizás su balance de blancos no es el mejor (muy mejorable), y a la hora de un retrato es esencial, para que los tonos de piel sean más realistas, independientemente de la fuente de luz. Y aquí, con luz natural utilizada, ya muestra una tendencia a amarillear que con luces artificiales se acentúa.
El Note 8 no nos ha sorprendido porque ya sabíamos de los buenos resultados de su doble cámara. No posee un modo retrato denominado como tal, sino una opción de desenfoque creativo que necesitamos activar para crear ese efecto de desenfoque. En todo caso también consigue un bokeh suave y bien resuelto, poco excesivo. Eso sí, cabe señalar que la interfaz de este modo de desenfoque no permite el disparo si no se cumple cierta distancia del sujeto. A la hora de capturar es el que más problemas nos causaba al detectar “demasiada” proximidad del retratado. A veces requiere demasiados intentos y, en otras ocasiones, sin variar la distancia sí que lo permitía. Mucho que mejorar en esta funcionalidad para próximos modelos.
El Huawei Mate 10 y su cámara dual firmada por Leica es un gran atractivo para este terminal. Pero eso sí, con las pruebas realizadas en el modo retrato, los resultados son los que menos brillan de los cuatro. Excesivo contraste y tendencia a la subexposición en el software aplicado en el modo retrato. Sin embargo, cuando las condiciones de luz son más críticas, en una escena con contraste, el modo retrato parece resolverlo bien.
El Google Pixel 2 XL partía con cierta desventaja al no contar con doble objetivo, y hacer retratos con una focal angular frente a la focal más “teleobjetivo” del resto supone desventaja en ciertas tomas (como en primeros planos). En general el desenfoque también consigue muy buenos resultados, aunque es más incierto, puesto que depende mucho de la distancia del sujeto y del fondo, logrando un bokeh diferente con cada toma. Es el que requiere más precisión y ajustar más a la escena “ideal” para conseguir un gran resultado. En general se maneja bien en temas de color, nitidez, exposición y a pesar de “solo” contar con un único objetivo, los resultados son muy buenos (mucho software hay detrás como han explicado). Y la potencia de su hardware nos sorprendió, por su velocidad en la captura y aplicación del efecto.
Ponerle nota o clasificar en orden cada uno de ellos es más un ejercicio personal, especialmente en este campo de los retratos, donde la subjetividad impera por encima del resto. Pero, sinceramente y tras esta prueba podemos comprobar cómo no hay ninguno perfecto. Ninguno consigue acercarse a la pericia y experiencia de un fotógrafo profesional de retratos y su cámara avanzada. Pero lo cierto es que la velocidad con la que avanza la tecnología fotográfica en los smartphones, esa distancia cada vez es más corta y no nos queda dudas de que aún se aproximará más en siguientes generaciones. Pero...
Personalmente me mojo: el iPhone X consigue resultados más naturales en el modo retrato en todas las tomas realizadas, pero el Google Pixel 2 XL no le anda muy atrás y en algunos retratos es incluso mejor. Casi estarían empatados según mi criterio.
Muy cerca también pondría al Samsung (aunque de comportamiento algo más irregular según cada escena) y algo por detrás al Huawei (cuyo desenfoque es demasiado artificial y su contraste excesivo –para mi gusto–). Esta valoración cambia fuera del modo retrato y utilizando el modo completamente manual, con resultados diferentes. Pero aquí nos hemos ceñido al modo retrato. Software y machine learning frente a Lupe.
Agradecimientos: a Lupe por su prestancia a enfrentarse a este reto frente a las "máquinas". Os invitamos a echar un ojo a su Instagram y su web para conocer su trabajo. También gracias a Irene y Eduardo por posar con naturalidad como modelos improvisados para esta sesión de retratos.
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La noticia El modo retrato a prueba: iPhone X, Galaxy Note 8, Huawei Mate 10 y Google Pixel 2 XL frente a Lupe, fotógrafa profesional fue publicada originalmente en Xataka por Jesus León .
Gracias a Jesus León
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