Viernes negro para las criptomonedas: en estos momentos solo cuatro de las cien critpodivisas con mayor valoración de mercado están en positivo según CoinMarketCap.
Las razones de la caída no están claras (¿recogida de beneficios?), pero hay un efecto singular (y trágico) del funcionamiento actual de bitcoin y otras muchas criptomonedas: el límite de transacciones hace que recuperar el dinero pueda tardar horas, días o bloquear todo el sistema. Es el pánico a cámara lenta.
El límite de transacciones tiene la culpa
El diseño de bitcoin impone unas restricciones al número de transacciones que se pueden realizar por minuto u hora, y ese número es muy bajo. Tanto, que esa es la razón de que no sea posible en estos momentos poder pensar en bitcoin como una alternativa para pagos electrónicos.
El tiempo que tardan en completarse las transacciones es cada vez mayor, y para acortarlo lo único que podemos hacer es tratar de "colarnos" pagando comisiones de transacción más altas. Eso es lo que trataban de solucionar los forks que surgieron a bitcoin y que finalmente han tomado caminos distintos.
Una de las cosas bellas del bitcoin es que el límite de operaciones está limitado por lo que cualquier tipo de pánico bancario lo vamos a disfrutar en cámara lenta
— txarlie axebra (@axebra) 20 de diciembre de 2017
Esas limitaciones hacen que como explicaba Txarlie Axebra (@axebra) en Twitter especular a corto sea muy difícil, pero también hace que la caída de esta y otras criptodivisas con un diseño análogo (y por tanto, muy limitadas en número de transacciones por segundo) se produzca como a cámara lenta.
La descentralización de bitcoin no es ni mucho menos perfecta
Ese otro punto en el que incidía también el propio Axebra incidía es igualmente relevante. La descentralización de bitcoin no es ni mucho menos ideal, y las grandes "cooperativas" de mineros controlan qué transacciones entran antes y cuáles después.
Otra cosa divertida es q es descentralizada pero quien decide q transacciones se realizan son los mineros (q están bastante agrupados), asi que ellos serán los primeros en poder vender, y quien va a comer mierda son los inversores
— txarlie axebra (@axebra) 20 de diciembre de 2017
Como explicábamos al hablar de cómo funciona la minería de bitcoin, hace tiempo que los mineros de bitcoin son grandes empresas —muchas de ellas centradas en China— con grandes recursos y que han acabado "centralizando" ese proceso teóricamente descentralizado.
El poder e influencia de esas corporaciones o cooperativas de mineros es enorme, porque son ellos los que van "firmando" las transacciones para validarlas e incluirlas en la cadena de bloques. Ese proceso requiere una potencia de cálculo y un consumo energético enorme, y la creciente demanda ha hecho que el límite de transacciones no juegue a favor de quienes quieren operar de forma rápida con esta y otras criptodivisas con un sistema análogo.
Los tiempos pueden llegar a ser tan largos desde que compras o vendes bitcoin (o cualquier otra criptomoneda) que en casos de saturación como los que se producirían en una caída masiva los usuarios podrían creer que han logrado recuperar parte de su capital cuando en realidad esa transacción no se ha producido y tienen que volver a repetirla después, afrontando aún más pérdidas.
La volatilidad en este caso jugaría en contra de los usuarios, que asistirían a una situación en la que no podrían hacer mucho. Si esto es una burbuja y si explota, veremos cómo lo hace de forma lenta. Muy lenta.
En Xataka | Empecé a minar bitcoins cuando solo valían dos dólares
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La noticia Bitcoin y el pánico a cámara lenta fue publicada originalmente en Xataka por Javier Pastor .
Gracias a Javier Pastor
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