Elon Musk quiere ir a Marte. Eso ya todos lo sabemos, y llevamos tiempo siguiendo con detalle cada nuevo paso que da con SpaceX para conseguirlo. Ahora, el empresario estadounidense ha publicado un artículo en el que explica detalladamente sus planes, desde el por qué cree que la humanidad debe ir a Marte hasta cuáles son los retos a los que nos enfrentamos para ello o cómo quiere solucionarlos.
El mayor reto es el económico. Según escribe, un cálculo optimista colocaría en alrededor de 10.000 millones de dólares el llevar a una persona a Marte si se siguen los procedimientos habituales. Su objetivo es reducir esa cantidad a 200.000 dólares por persona en el futuro, de manera que casi cualquier persona que quiera ir al planeta tenga posibilidades reales de poder permitírselo.
¿Por qué quiere ir a Marte Elon Musk?
Elon Musk ve dos únicos caminos posible en el futuro de la raza humana. Por una parte está quedarnos en la tierra y enfrentarnos a una extinción que acabará llegando, y por otra convertirnos en una especie multiplanetaria y encontrar una manera sostenible de poder colonizar planetas y crear ciudades en ellos.
¿Y por qué a Marte? Pues porque es el único planeta del sistema solar que reúne las condiciones con las que poder mantenernos allí. Es la única opción, teniendo en cuenta que la luna es demasiado pequeña y no tiene atmósfera, con recursos suficientes para que podamos convertirnos allí en una civilización autosostenible.
Con esta tabla Musk trata de mostrar que ambos planetas no son demasiado diferentes, sobre todo en puntos claves como la distancia respecto al sol, la duración de los días o la temperatura. Incluso dice que está convencido de que si pudiéramos calentar Marte un poco más podríamos crear atmósferas y recuperar esos océanos líquidos que sabemos que un día tuvo.
Cómo reducir el coste de los viajes a Marte
La única posibilidad de que podamos establecer una civilización autosostenible es, según Elon Musk, que la cantidad de gente que quiera ir a Marte esté lo más cerca posible de la cantidad de gente que se lo pueda permitir. Para eso, dice, sería aconsejable poder conseguir que un viaje al planeta rojo cueste unos 200.000 dólares, más o menos lo mismo que una casa en Estados Unidos.
Actualmente los costes necesarios son casi infinitos, y siendo muy optimistas calcula que con un programa tipo Apollo estos se quedarían en 10.000 millones de dólares. Una cantidad demasiado elevada para pueda ir la gente suficiente para establecerse allí de forma autosostenible. Por lo tanto, el gran reto estaría en averiguar cómo reducir el coste de los viajes a Marte en un cinco millones por ciento.
Para ello considera esencial conseguir la reutilización total. Esto iría más allá de sus cohetes Falcon 9, ya que también haría falta que los sistemas orbitales y las naves espaciales pudieran reutilizarse. Para explicar el porqué de esta necesidad pone como ejemplo las bicicletas. ¿Quién las utilizaría si cada vez que quieres montar en una se la tuviera que comprar nueva?
El segundo punto a conseguir sería un sistema para** poder repostar en órbita el combustible de las naves espaciales** sin tener que hacerlas aterrizar a tierra. El no tener que lanzarlas desde tierra cada vez que se emprende un viaje las haría menos complejas, más pequeñas y más económicas de producir.
También sería vital ser capaces de producir propelentes en Marte, las sustancias que alimentan los cohetes. "Sería bastante absurdo intentar construir una ciudad en Marte si sus naves espaciales se quedaron no pueden volver a la Tierra", dice Musk, quien asegura que sería igual de importante elegir cual es el adecuado. Para eso habría que estudiar y comparar minuciosamente las posibilidades disponibles.
Y por último está el tema de fabricar la infraestructura óptima para la misión, con los cohetes propulsores, tanques de combustible y nave espacial adecuados. Para que todo sea viable habría que conseguir propulsores que puedan reutilizarse 1.000 veces, taques que aguanten 100 usos y naves que por lo menos sean capaces de tener 12 usos.
Estas naves también tienen que ser lo suficientemente grandes. Musk calcula que una ciudad o civilización autosostenible en Marte necesitaría de al menos un millón de personas. Si se consiguieran naves capaces de llevar a 100 personas supondrían 10.000 viajes. Esto es mucho, o sea que ve que sería necesario fabricar 1.000 de estas gigantescas naves para poder crear esta ciudad o civilización en entre 40 y 100 años.
Pero para eso primero habría que crear naves capaces de llevar a todas esas personas en un sólo viaje. Ahí es donde el artículo de Tusk entra en detalles técnicos sobre cada uno de los componentes, y también donde se encuentra con algunas voces críticas que le acusan de minimizar aspectos que todavía necesitan años de desarrollo e investigación.
¿Cuáles son los próximos pasos?
En cuanto al futuro, en el esquema de arriba ves la planificación de SpaceX para su llegada a Marte. Elon Musk calcula que deberían tener listo el primer desarrollo de nave espacial en cuatro años, un primer prototipo que empezarían a probar haciendo vuelos suborbitales. Para monetizarlo dice que espera poder llegar a algún tipo de trato de transporte ultrarrápido de mercancías, ya que podría ir de Nueva York a Tokyo en 25 minutos.
Una vez tengan la nave desarrollada todo debería ir más rápido. Empezarían entonces a trabajar en los propulsores, que heredarán parte del trabajo hecho con Falcon 9, y una vez los tengan comenzarían las pruebas con todos los elementos montados para ver si funciona lo suficientemente bien como para poder emprender el viaje.
En el mejor de los casos, si todo sale bien y sin problemas, Elon calcula que podríamos estar hablando de un margen de unos diez años, después de los cuales estarían listos para la aventura. Aun así, es consciente de que cabe la posibilidad de que no lo consigan y finalmente no puedan ir a Marte, pero asegura que lo harán lo mejor posible para tener éxito.
Paralelamente, mientras desarrolla su nave para viajes tripulados, SpaceX también quiere empezar a enviar otras cosas a Marte. Las elegidas serán las cápsulas Dragon, la primera en un par de años y posiblemente una segunda en 2020 según el artículo. La idea es establecer una ruta fija y estar enviando constantemente cápsulas a Marte, e intentar monetizarlo permitiendo que otras empresas u organizaciones lleven al planeta rojo sus experimentos y dispositivos con estas cápsulas.
Con estas misiones Dragon la empresa de Elon Musk espera aprender qué es necesario tener en cuenta para enviar grandes cargas a Marte, identificar posibles recursos como agua, localizar zonas de aterrizaje y explorar la superficie marciana. Sólo después de efectuar varias de estas misiones es cuando empezarán a considerar enviar la gran nave tripulada al planeta.
¿Y después de Marte qué? Esto es poner la vista muy en frente, pero Musk termina su artículo haciéndose esta pregunta. El millonario confía en que con las tecnologías desarrolladas en esta misión, los humanos ya estemos preparados para iniciar una mayor exploración espacial e ir a cualquier lugar dentro del sistema solar.
En cualquier caso, también reconoce que para poder llevar a cabo todo esto harán falta grandes cantidades de dinero. Para ello, a parte de inversores privados SpaceX espera poder obtener un importante flujo de dinero lanzando satélites y colaborando con la NASA en todo lo posible, incluido servicios como el envío de cargamentos a la estación espacial.
En Xataka | SpaceX lanza con éxito una cápsula Dragon reciclada y consigue aterrizar el cohete Falcon 9 utilizado
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La noticia Elon Musk explica su plan para que puedas viajar a Marte por sólo 200.000 dólares fue publicada originalmente en Xataka por Yúbal FM .
Gracias a Yúbal FM
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