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Copiar, pegar o borrar archivos desde un ordenador es lo más sencillo del mundo, algo que hacemos constantemente. Y, en cada acción, dejamos por el camino ese rastro de miguitas de pan invisible, los llamados junk archives: accesos directos fantasmas, carpetas vacías, cachés temporales, etcétera.
Pero, ¿y en un smartphone? ¿Cómo sabemos qué se borra y qué no, entre tanta aplicación ejecutada en segundo plano? ¿Cómo sabemos que ese historial web o esas fotos de las últimas vacaciones, duplicadas por enésima vez, han sido eliminadas de verdad?
¿Realmente se borra algo cuando le damos a “borrar”?
Empecemos respondiendo a la pregunta principal: la verdad es que no, borrar no significa hacer desaparecer para siempre.
Borrar un archivo significa decirle al sistema que a la próxima necesitas ese espacio libre para otras cosas. Lo que se conoce como “borrado lógico”: es como marcar un taxi con el cartel de libre en vez de ocupado. Los asientos siguen ahí. Entonces el sistema sobrescribe en él y, con el tiempo, de una y otra escritura encima, los datos acabarán por quedar enterrados.
Como dijimos hace algún tiempo, la información permanece almacenada físicamente en sus respectivas celdas. Esos bits irán desapareciendo poco a poco. A no ser que hagamos una “eliminación física”. Es decir: un borrado forzado y más profundo.
Un teléfono recopila toneladas de información personal: contraseñas, historiales, horarios, correos, chats...
Un teléfono recopila toneladas de información personal: más allá de las fotos está la agenda de contactos, los horarios de geolocalización, metadatos, el historial de navegación web, el historial de conexiones WiFi, usuarios y contraseñas de servicios, correos electrónicos, registros de chats de redes sociales…
¿Te vas haciendo una idea? Un poquito de ingeniería social y, en apenas, 15 minutos sobre las manos equivocadas, un terminal podría convertirse en una poderosa herramienta de extorsión o fraude.
Un riesgo existente
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) ya publicó un artículo sobre los diez pasos a seguir para tener una buena seguridad. Herramientas como Stagefright fueron utilizadas hace tiempo para colarse en nuestros teléfonos, bien mediante mensajes de texto, bien mediante archivos de audio.
Los investigadores forenses de Avast ya lo demostraron: compraron 20 teléfonos en eBay y lograron recuperar más de 40.000 fotos personales, correos electrónicos, mensajes de texto e incluso la identidad de los vendedores. O el especialista en seguridad Andrew Hoog, científico forense, explicaba en su libro cómo se podía acceder a la ruta de los mensajes a través de los estados de mensajes predefinidos.
Buscando el borrado seguro
Antes de borrar nada, hay que entender por qué se crean algunos archivos. La mayoría de ese material residual son cachés de las aplicaciones —cachés de usuario, de imágenes, iconos temporales, .data, etcétera—. En cuanto a las carpetas vacías, muchos programas las crean automáticamente: son directorios, como las carpetas audio files/video files de WhatsApp, que enrutan los archivos que recibirán las aplicaciones.
Para limpiar este tipo de archivos lo ideal es usar un software específico
Para limpiar este tipo de archivos lo ideal es tener un software dedicado para este menester. El reset de fábrica es demasiado aparatoso y no tiene ningún sentido, ya que borrará las preferencias de cada aplicación. Es decir: el clásico “matar moscas a cañonazos”. Además, el reseteado no limpia la tarjeta SD, nuestro lugar de preferencia cuando se trata de guardar fotos y vídeos.
Y casi todo lo que se queda dentro del teléfono puede restaurarse. Sólo necesitamos darle acceso root a una app del estilo Undelete y todas esas fotos que no queríamos ver volverán a la vida, incluso a la ruta de sus carpetas.
Por un puñado de apps
Si nos fijamos en las herramientas de recuperación de datos, la mayoría acceden al rastro que ha dejado el archivo y lo encuentran en apenas segundos. Un vídeo es más complicado, ya que suele fragmentarse en partes. Pero los archivos de poco peso que ocupan un único bloque —como las fotos— pueden recuperarse hasta con su nombre y la información ISO.
En estos casos, nuestra mejor opción será recurrir a aplicaciones externas. Secure Delete o Secure Wipe son dos buenas opciones gratuitas para hacer limpieza, aunque suelen limitarse a llenar de ceros los espacios.
Para hacer una destrucción más minuciosa conviene usar alguna aplicación como Shreddit, diseñada específicamente para fragmentar los archivos y después aplica sobre ellos tantos borrados como queramos. A saber: 2 pasos para el protocolo NIST 800-88, 3 pasos para el protocolo British HMG IS5, 7 para el German VSITR o borrados con sobreescritura de números aleatorios.
Encriptando el contenido local
Pero esta no es nuestra única herramienta para blindar nuestra intimidad o seguridad. Aún podríamos crear un superusuario con código PIN o cifrar los datos, de manera que, sin conocer la clave, los documentos poseerán un extra de seguridad.
Si quieres resetear tu teléfono no te olvides: la tarjeta SIM siempre debe ser retirada y destruida físicamente
En terminales Android se lleva a cabo desde la siguiente ruta: Ajustes > Seguridad > Encriptar el teléfono. Posteriormente podríamos hacer el conocido reset de fábrica: Ajustes > Copia de Seguridad > Restablecer datos de fábrica. Así, si queremos vender o regalar el terminal, éste estará tan “limpio” como cuando lo recibimos nosotros. Ah sí: la tarjeta SIM siempre debe ser retirada y destruida físicamente, al estilo de las tarjetas de crédito.
Salvando los muebles
Está bien: ¿y si ha sucedido al contrario y hemos borrado algunas cosas que no queríamos? Aquí dependemos de varios factores: el tiempo que haya pasado desde la eliminación y el nivel de profundidad del borrado.
Existen cientos: herramientas como Recuva desde el PC o Dumpster desde el propio terminal son ideales para dar con los archivos que hemos limpiado por error. Su funcionamiento es muy sencillo: la app busca los datos, después los clasifica por formato —imagen, documento, vídeo— y después recupera total o parcialmente.
En el caso de que queramos mantener limpio el smartphone pero con un respaldo extra, lo recomendable es realizar backups periódicos, como ASUS Backup una de las app mejor valoradas y que ayuda a restaurar carpetas, aplicaciones y hasta el sistema completo.
Seguridad analógica frente a riesgo digital
Las principales herramientas de borrado utilizan los recursos del propio chip para llevar a cabo sus tareas. Frente a las limitaciones del hardware, de un tiempo a esta parte se ha optado por reforzar la seguridad mediante sistemas de reconocimiento biométrico, como los sistemas de identificación por huella dactilar.
Claro que este tipo de escáneres también requieren de un análisis del sistema. Y de un equipo a la altura. Un terminal como el ZenFone 3 cuenta con la potencia necesaria, gracias a su CPU Qualcomm S625 y 4GB de RAM, además de una GPU Adreno 506. Y en su modelo Deluxe, las especificaciones se disparan hasta hasta una CPU QualComm Snapdragon 820 MSM8996, Quad-core de 2.2 GHZ Kyro, GPU Adreno 530 y 6GB de RAM.
Actualmente se tiende a reforzar la seguridad mediante sistemas de reconocimiento biométrico
El sensor de huella dactilar trasero del ZenFone 3 es distinto al resto, algo más vertical y ergonómico, pensado para adaptarse a nuestra forma de sostener el teléfono.
Está situado en la parte posterior justo debajo de la cámara de fotos y, además, no cumple sólo con la función de bloquear/desbloquear el terminal, ya que se le pueden asignar distintas funciones. Por ejemplo: gracias al sistema ZenUI 3.0, con un simple toque podemos acceder al Game Genie, un menú contextual que aparecerá mientras jugamos, para grabar o emitir el gameplay directamente desde nuestras cuentas de Twitch o Youtube.
Con todas las ventajas del sistema operativo Marshmallow (Android 6.0) de serie, ZenFone 3 con un montón de añadidos extra para potenciar la seguridad y agilidad del sistema, como la posibilidad de mantener todo el software actualizado sin necesidad de acceder a Google Play o el citado sistema de Backups automáticos.
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La noticia ¿Dónde van los datos que borras en tu móvil y cómo te los pueden recuperar sin quererlo? fue publicada originalmente en Xataka por Weblogs Branded Content Team .
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