Se suele decir que la primera impresión es la que cuenta aunque todos sabemos que en ocasiones el paso del tiempo puede hacer que cambiemos de opinión. Con los smartphones esto suele ocurrir aunque a veces sólo para reafirmar lo que pensábamos.
Durante varias semanas he estado utilizando el Sony Xperia X Performance, un terminal que ya analizamos a fondo pero del que queríamos saber hasta qué punto podría o no cambiar nuestra opinión sobre él.
Ser conservador en diseño es bueno y malo
El primer apartado a valorar es el diseño. Creo que Sony ha sido muy conservadora en este sentido pero no es algo que considere que sea ni malo ni bueno. Me explico, mantener esas líneas de diseño omnibalance tiene cosas buenas y es que los usuarios más fans de la marca sabrán apreciarlo. También los que recién lo descubren pues su cuerpo resulta compacto, favoreciendo principalmente el uso a una sola mano.
El problema de la actitud conservadora es que, viendo la tendencia actual del mercado y la apuestas de otros fabricantes, los motivos que ofrece para atraer a nuevos usuarios son pocos. Eso sí es un problema, sobre todo en un sector como el de la telefonía donde la competencia es brutal y tener beneficios algo muy complicado. Por tanto, están perdiendo la oportunidad de recuperar su posición. A menos que se estén guardando un AS bajo la manga para futuras generaciones.
Dicho ésto, para mí el diseño no está mal y con el paso de los días uno se acostumbra bien a sus líneas y tamaño. Lo que no implica que haya detalles que no me terminan de convencer. El primero es el marco de plástico que rodea al dispositivo. Eso en un terminal que apunta a la gama alta no lo veo.
Haber optado por unos bordes de metal como en generaciones anteriores me hubiese gustado mucho más. Y eso que entiendo que el plástico como material tiene ciertas ventajas pero aquí le resta empaque y presencia.
Otro detalle negativo es la ubicación de los controles de volumen y botón dedicado a la cámara. Este último puedo llegar a entender que esté ahí porque recuerda mucho a la experiencia con una compacta y puede resultar cómodo. Pero interactuar con los de volumen es un incordio.
Si importar que tengas el terminal sujeto con la mano izquierdo o derecha, para subir o bajar el volumen usando una sola mano tienes que reubicarlo en la mano. Haciendo gestos incómodos con los que hay muchas posibilidades de que el dispositivo acabe en el suelo.
Por supuesto, en temas de diseño todo no iba a ser negativo. A lo compacto que resulta y lo cómodo que puede ser para usar a una sola mano, lo mejor es el retorno de la certificación IP68. Tener resistencia al agua en un gama alta ofrece una gran tranquilidad frente a posibles accidentes que todos conocemos.
También me gustó el botón de encendido y lector de huellas. Al principio pensaba que no me acostumbraría pero lo cierto es que no fue así y me adapte más rápido de lo que pensaba. Porque es cómodo de usar sin importar que el smartphone esté apoyado en una mesa boca arriba o boca abajo, que lo sujetemos con la mano izquierda o derecha. El lector de huellas siempre estará accesible y lo único que debemos considerar es registrar las huellas de ambos dedos índices y pulgares.
Por lo demás, que el frontal tenga marcos tan grandes no me preocupa. Te terminas acostumbrando y cuando ves que los altavoces estéreo mejoran la experiencia auditiva aceptas la decisión de diseño. Así que puedo decir que sin ser el dispositivo más llamativo y bonito del mercado lo cierto es que cumple bien y tiene su atractivo. Eso sí, en otro color porque este dorado no tiene la misma presencia del negro.
Pantalla Full HD, ¿realmente necesitamos más?
Dejando el tema de diseño atrás creo que es hora de pasar a la pantalla. Con un panel de 5 pulgadas y tecnología IPS la resolución ofrecida es de 1080p. Entiendo que habrá quien demande más cantidad de píxeles, tal vez QHD o incluso 4K como su hermano el Xperia Z5 Premium, pero yo lo sigo viendo como algo innecesario. Al menos si no lo usamos como pantalla para unos cascos de realidad virtual.
La calidad de imagen de este panel a nivel resolución es más que correcto y además ofrece un buen equilibrio que no penaliza ni autonomía ni experiencia de uso al demandar más potencia para gestionar cantidades de píxeles mayores.
Como vimos en la review, la calidad y valores de brillo de esta pantalla están a un gran nivel. Incluso en exteriores disfrutaremos de una imagen de gran calidad. Sí es cierto que tal vez algo saturada y con tonos vivos pero se puede remediar usando alguno de los tres perfiles que ofrece Sony.
Desde el modo normal hasta X-Reality o Super vívido pienso que la mayoría encontrará la representación de imagen más acorde a sus gustos. Sin olvidar que se puede ajustar el balance de blancos por si prefieres tonos más cálidos o más fríos.
Experiencia de gama alta
Con un procesador Snapdragon 820, 3GB de RAM y 32GB de almacenamiento más toda la conectividad esperada la experiencia no podía ser otra que la de todo un gama alta. Es verdad que su rendimiento no despunta dentro de la categoría reina pero no es un problema.
Características técnicas | |
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Dimensiones físicas | 143,7 x 70,4 x 8,7 mm (164,4 gramos) |
Pantalla | LCD IPS 5 pulgadas |
Resolución | 1.920 x 1.080 (441 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 820 - Cuatro núcleos Kryo, GPU Adreno 530 |
RAM | 3GB LPDDR4 |
Memoria | 32GB |
Versión software | Android 6.0.1 |
Conectividad | LTE Cat 9, Bluetooth 4.2, Wi‑Fi 802.11ac |
Cámaras | 23 megapíxeles. Cámara frontal de 13 megapíxeles |
Otros | Resistencia al agua, sensor de huellas dactilares, carga rápida |
Batería | 2.700mAh |
Precio | 699 euros |
Más información | Sony |
En ocasiones somos demasiados exigentes sólo por el hecho de decir que tenemos el terminal más potente del mercado actual. Pero luego, la realidad es que la mayoría con un Snapdragon 650 ya podría ir más que sobrado para las actividades diarias que realiza como consultar mail, redes sociales y algunas apps o juegos concretos.
De todos modos, apps exigentes como juegos con una gran carga gráfica se ejecutan de forma fluida. Al igual que el resto del sistema, transiciones entre menús, etc. Por tanto no os agobies porque no vais a tener ningún tipo de problema.
Respecto al software, la capa de usuarios de Sony cada vez es más agradable y menos recargada. Dos características que se agradecen enormemente. Más aún si repasamos cómo ha sido años atrás. Durante estos días de uso la experiencia me ha gustado a pesar de haber algunas apps o servicios tipo What´s News, Lifelog o PlayStation Remote que no me aportaban nada. Hasta el punto de que si no hubiesen estado ahí no hubiese pasado nada.
No obstante, a los usuarios de PS4 especialmente le gustará la aplicación que permite usar el Xperia X Performance como pantalla donde continuar la partida o como segunda pantalla mientras juegan en la tele del salón. Y no puedo olvidarme aquí del los modos Stamina, pero si os parece os hablo con calma más adelante.
Una batería que se ve compensada por los modos Stamina
La batería del Sony Xperia X Performance tiene una autonomía de 2.700 mAh. Eso significa que tendremos suficiente margen para llegar al día de uso con sus 4 o 5,5 horas de pantalla encendida. No son valores fuera de lo normal pero tampoco están por debajo de la media de la gama alta.
Con estos datos es evidente que el rendimiento no resulta malo. Tal vez, si tenemos en cuenta el grosor del dispositivo, sí podríamos pensar que Sony debería haber metido una bateria algo mayor pero no ha sido así. A cambio, para compensar, como dicen algunos, tenemos los modos Stamina.
Estos modos me parecen clave en la experiencia de uso que ofrece Sony. Gracias a ellos podremos aguantar varios días en caso de necesitarlo con la única contraprestación de renunciar al uso de ciertas apps o servicios. Pero lo más atractivo es poder establecer a partir de qué porcentaje se activará para tener la certeza de llegar a casa con batería aún.
Por supuesto, siempre podremos optar por hacer uso del sistema de carga rápida. Una importante ventaja pues permite dar un empujón cuando más lo necesitamos en cuestión de minutos.
Una cámara cada vez más cerca de lo que se merece
Y pasamos a un punto clave, de los que pueden hacer que optes o no por un terminal: las cámaras. De la frontal seré breve, rinde bien para lo que es, selfies ocasionales y videoconferencias. Así que pasemos a la principal.
Sony es fabricante lidere de sensores fotográficos y por eso uno espera lo mejor en sus propuestas. Año tras año incorpora sus mejores sensores pero los resultados luego no son de lo mejor.
En esta ocasión, con un sensor de 23MP cuando la mayoría opta por bajar resolución y ganar en luminosidad, nos encontramos con un captor muy potente al que el procesado sigue jugándole una mala pasada.
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Aún así, la calidad de las fotografías está cada vez más cerca de lo que se merece un terminal gama alta como el Sony Xperia X Performance. No se postulará cono referencia fotográfica pero se pueden lograr fotos con un gran nivel de calidad.
A pesar de todo hay algunos detalles que podrían mejorarse de cara al futuro:
- El sistema autofocus con seguimiento de objetos. Funciona, puede ser útil pero no es como lo pinta el fabricante. Hay momentos en los que ni es tan rápido ni tan ágil
- La cámara carece de estabilizador óptico, esto sí fastidia porque ayudaría a la hora de fotos con baja luminosidad
- La aplicación de cámara no ofrece soporte de vídeo 4K de serie. No es un gran problema porque con apps de tercero sí pero ¿por qué no lo hace Sony?
Exacto, tal vez sea porque este Xperia X Performance se calienta un poco. No es algo alarmante ni excesivo pero se aprecia como sube la temperatura en su trasera cuando hacemos uso intensivo del mismo. Por eso puede que hayan decidido prevenir y ante posibles críticas mejor no forzar y eliminar una opción que en cierta medida tampoco está aprovechando aún la mayoría de usuarios.
El precio su mayor problema
Si habéis llegado hasta aquí creo que ya habréis visto que este Sony Xperia X Performance no me parece para nada un mal terminal. Puede que no sea el que mejor diseño tenga, que haya aspectos como los bordes, la botonera o ese leve calentamiento que sufre que se pueden mejorar. Pero por rendimiento y calidad de pantalla y cámaras el terminal se defiende bien como gama alta.
El único y gran problema serio que le veo es el precio. Con una competencia tan feroz los 699 euros que cuesta son un peso. Otros modelos de la gama alta ofrecen más por muy poco menos y los de la conocida gama premium una experiencia muy parecida o igual a precio inferior. Por tanto, si eres afín a Sony o el precio no es problema para ti optar por él no será mala idea. Pero si gastar 699 euros te parece excesivo entonces seguro que encuentras otra alternativa.
En Xataka | Sony Xperia X Performance: resistente al agua, ¿y a la competencia?
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La noticia Sony Xperia X Performance tras un mes de uso: apreciar sus bondades no es sencillo fue publicada originalmente en Xataka por Pedro Santamaria .
Gracias a Pedro Santamaria
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