Quizás las secuencias de vuelo libre más impresionantes de la historia reciente de los videojuegos sean los arranques de los dos últimos 'Zelda', con Link dejándose caer al vacío y permitiendo que el jugador experimente el vértigo de un zambullirse en la nada que da comienzo a la aventura. Link tendrá otras ocasiones de planear por espacios inmensos, pero hay algo de místico, de golpe en la mesa en esos primeros compases de las obras maestras de Nintendo.
No es un recurso completamente ajeno a los videojuegos. Los sandboxes repiten a menudo el código de la caída al vacío más o menos controlada desde que el primer 'Assassin's Creed' lo incorporara como parte del vocabulario de sus tácticas de sigilo. Hay múltiples ejemplos, pero sin duda mis favoritos son los desvaríos en caída libre de los 'Just Cause', especialmente en su tercera entrega, donde eran parte fundamental del desarrollo (aunque todos los sandbox donde hay que cubrir grandes espacios de terreno lo incorporan habitualmente a sus mecánicas).
Por eso he disfrutado especialmente de 'Laya’s Horizon', un juego de Snowman, los creadores de 'Alto’s Adventure', para Netflix (es decir, que podéis conseguirlo gratis si estáis suscritos a la plataforma de streaming). Me había pasado completamente bajo el radar, pero recientemente ha reflotado en medios y redes sociales y lo he recuperado. Y la propuesta es sencilla, pero admirable en su ambición: un juego centrado únicamente en proporcionar al jugador una expeciencia placentera de vuelo.
Esto es, con desafíos y misiones, con carreras y su pizca de exploración pero sin prisas. Volar por volar, y deambular un mundo arrolladoramente bonito, es decir, lo que 'Alto's Adventure' y 'Alto's Odyssey' proponían (esencialmente, snowboard en entornos 2D), pero con más ambición. Por supuesto, no todo es tan bucólico: controlar a Laya y su capa de vuelo exigirá algo de práctica, ya que lo que controlamos son los brazos que sujetan los bordes de la capa mediante la pantalla táctil. Así planearemos en una u otra dirección, y según lo que nos inclinemos giraremos de forma más brusca, nos zambulliremos en picado o remontaremos el vuelo.
A volar, joven
Más allá de la dificultad inherente al juego, 'Laya's Horizon' no incrementa ésta de forma artificial. A cambio de que la precisión con la que hay que hacer algunas acrobacias y descenso sea considerable, el juego no castiga con muertes irrecuperables. Si nos estrellamos, nos levantamos y a volar otra vez. El tempo del juego es tan suave que ni siquiera tendremos que obcecarnos con repetir una y otra vez las misiones importantes para abrir más mapeado: hay siempre una buena cantidad a nuestra disposición, y el picoteo entre una y otra hasta ir superándolas es clave para esquivar la frustración.
Todo esto viene puntuado por un diseño exquisito tanto en materia gráfica (el aspecto del pueblo que tenemos que recorrer es lo suficientemente sintético como para no distraernos, pero también lo bastante rico como para resultar evocador) como en el diseño de las pruebas. Estas son variadas y poseen considerable dificultad en algunos casos (prueba a seguir los erráticos vuelos de los pájaros, un absoluto delirio).
Como en los últimos 'Zelda', y acabamos comparando con el mismo hito jugable con el que empezábamos, aunque obviamente las intenciones y resultados de ambas propuestas sean muy diferentes, 'Alto's Adventure' deja completamente a elección del jugador cómo quiere afrontar su aventura. Resolver misiones, desbloquear accesorios o simplemente volar, volar y dejarse llevar por las corrientes, sin más recompensa que el mero placer estético. Y en estos tiempos de juegos que parecen más un castigo escolar que un genuino disfrute, no se me ocurre propuesta más estimulante.
Cabecera: Netflix
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La noticia Este sorprendente juego te dejará volar por parajes maravillosos y lo tienes gratis con tu suscripción de Netflix fue publicada originalmente en Xataka por John Tones .
Gracias a John Tones
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