El pasado 18 de diciembre los satélites estadounidenses vieron una “pequeña” llamarada sobre el Mar de Bering, en el océano Pacífico. Desde el espacio la llamarada podía parecer pequeña, sin embargo se trataba de la segunda mayor explosión de un asteroide registrado en los últimos 30 años. Frente a la costa de la península rusa de Kamchatka se acababa de desprender una energía equivalente a 173 kilotones.
¿Cómo es posible que sólo ahora nos hayamos enterado? El asteroide fue detectado inicialmente por los satélites de la Fuera Aérea de EEUU, también por las estaciones infrasónicas instaladas para detectar posibles detonaciones nucleares. Sin embargo, el CNEOS, que rastrea objetos peligrosos cerca de la Tierra, tardó meses en registrarlo. Muchas veces se necesita analizar para saber exactamente de qué se trata. Por otro lado, ocurrió en una zona del planeta lejana a la población, por lo que no habían testigos que pudiesen verlo y reportarlo.
Según indican en BBC, el asteroide en realidad sólo tenía varios metros de diámetro. A una velocidad de 32 km/s ese tamaño es más que suficiente para explotar con la fuerza de varias bombas atómicas. Más que suficiente también para que la explosión se vea desde el espacio. Hay una fotografía (a máxima resolución) en la que podemos ver en el vasto océano con sus nubes blancas una llama naranja.
For anyone interested, I made a gif of the event: pic.twitter.com/tlhTp9AO8E
— Miles Goscha (@milesgarrisons) March 18, 2019
Cada vez somos capaces de detectar y rastrear las órbitas de más asteroides y en general objetos cercanos a la tierra potencialmente peligrosos. Sin embargo aún quedan muchos por registrar y poder predecir cuándo van a impactar contra la Tierra, si es que hay posibilidades de que lo hagan.
Tan grande que sólo ocurre dos o tres veces cada 100 años
Esta explosión en el Mar de Bering es la segunda más grande registrada en los últimos 30 años. La más grande de todas sigue siendo la del asteroide de Chelyabinsk en Rusia, hace seis años. En esa ocasión el asteroide desató una energía de 440 kilotones, cayó cerca de la ciudad de Chelyabinsk y provocó diversos accidentes y heridos. La onda expansiva y el destello del meteorito de Chelyabinsk causó daños en las personas, como ceguera temporal por el destello y heridas de cristales rotos o escombros. No hubo muertes confirmadas. Algunas personas consiguieron grabarlo:
Si es por récords ni el asteroide del Mar de Bering ni el de Chelyabinsk son los más grandes jamás registrados. En 1908 una asteroide provocó una explosión de 12 megatones en Tunguska, una remota región de Siberia (otra vez). Pero aún hay explosiones más fuertes, o que por lo menos que se han escuchado más fuerte, como la que provocó la erupción del volcán Krakatoa.
Por suerte, la mayoría de los asteroides que impactan contra la tierra se desintegran en la atmósfera y sólo producen pequeñas cantidades de “escombros” en la superficie terrestre. Por otra parte, por el hecho de que la mayor parte de la superficie es océano, se puede decir que actúa en cierto modo como escudo y también evita daños humanos.
Vía | BBC
Más información | CNEOS
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the.news Un asteroide explotó en el Pacífico el pasado diciembre, liberó la energía de 10 bombas atómicas originally.published.in por Cristian Rus .
Gracias a Cristian Rus
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