La nueva hornada de televisores para 2020 está a la vuelta de la esquina. Como cada año el CES ha sido el pistoletazo de salida que ha animado a las marcas a dar a conocer sus propuestas para este año, aunque la mayor parte de ellas aún tardará varios meses en llegar a las tiendas. Podría parecer que la próxima llegada de los nuevos televisores es un motivo de peso para que quien esté planteándose comprar ahora uno se lo piense dos veces. Y sí, esta es una opción, pero otra posibilidad muy interesante consiste en aprovechar que buena parte de los televisores de 2019 ha bajado de precio para comprar ese modelo al que llevamos semanas siguiendo la pista.
La próxima llegada de los nuevos modelos no devalúa automáticamente los televisores que podemos encontrar hoy mismo en las tiendas, sobre todo si tenemos en cuenta que muchos de ellos ya están equipados a la última y nos ofrecen una calidad de imagen de auténtica referencia. Opciones como el C9 de LG, el GZ2000 de Panasonic o el AG9 MASTER Series de Sony son muy atractivas hoy, y seguirán siéndolo mañana. Pero estos son solo tres de los televisores que nos gustaría proponeros. En este artículo encontraréis muchos más, algunos de ellos tan ambiciosos como estos, y otros con unas pretensiones más comedidas. Pero antes de descubrirlos merece la pena que dediquemos unos minutos a repasar en qué merece la pena que nos fijemos antes de elegir nuestro próximo televisor.
Qué características tener en cuenta para comprar un televisor en 2020
El panel: mejor si es de 10 bits
Los televisores que podemos encontrar actualmente en el mercado incorporan un panel de 8 o 10 bits. Habitualmente estos últimos son los utilizados en los modelos de gama media/alta, o, directamente, en las gamas alta y premium, quedando relegados los paneles de 8 bits a los modelos más económicos. En cualquier caso, lo que nos interesa saber es que esta característica revela qué profundidad de color puede reproducir nuestro televisor.
Los paneles de 10 bits consiguen reproducir un espacio de algo más de 1.073 millones de colores diferentes, lo que provoca que el realismo de sus imágenes y su precisión cromática sean mayores que las de los paneles de 8 bits
Un panel de 8 bits es capaz de reproducir 256 tonos diferentes (28) de cada uno de los colores básicos que componen las imágenes (rojo, verde y azul). Esto significa que los televisores que los incorporan pueden reproducir un espacio de hasta 16,7 millones de colores distintos (2563). En principio no está nada mal, pero lo cierto es que la llegada de los televisores con resolución 4K UHD y tecnología HDR, que pretenden ofrecernos imágenes mucho más parecidas a las que podemos observar cuando miramos el mundo real, se beneficia de una profundidad de color aún mayor.
Esto es, precisamente, lo que nos ofrecen los paneles de 10 bits. Si hacemos los mismos cálculos que acabamos de realizar con los paneles de 8 bits podemos darnos cuenta de que, en esta ocasión, es posible representar cada color básico con un abanico de 1.024 tonos distintos (210). Y, en consecuencia, los paneles de 10 bits consiguen reproducir un espacio de algo más de 1.073 millones de colores diferentes (1.0243). Como veis, la diferencia entre unos paneles y otros es enorme, lo que provoca que el realismo de las imágenes de los paneles de 10 bits y su precisión cromática sean mayores que las de los paneles de 8 bits.
No obstante, hay algo que debemos tener en cuenta. Algunos televisores equipados con un panel de 8 bits incorporan un motor de procesado que recurre a técnicas FRC (Frame Rate Control) para generar un espacio de color más amplio, utilizando píxeles adyacentes de colores diferentes que nos brindan la sensación de que estamos contemplando un tercer color que, en realidad, no forma parte del espacio de color del panel de 8 bits.
Compatibilidad con HDR: mejor con Dolby Vision y HDR10+
La sigla HDR procede de la denominación en inglés High Dynamic Range, que significa alto rango dinámico, lo que nos permite intuir que estamos hablando de una innovación que persigue ofrecernos unas imágenes con una gama de luminancia muy amplia. Una forma sencilla, aunque no del todo rigurosa, de definir la luminancia consiste en interpretarla como la intensidad luminosa o cantidad de luz que es capaz de proyectar una superficie.
El rango dinámico será mayor a medida que se incrementa la distancia entre las zonas más oscuras y las más iluminadas
Cuando recurrimos al concepto «gama de luminancia» en este contexto lo que estamos describiendo no es más que la capacidad que tiene un televisor de entregarnos un conjunto de niveles de diferente intensidad luminosa. O una escala de luminosidad con una gradación concreta. El rango dinámico de un televisor será mayor a medida que se incrementa la distancia que separa la intensidad de las zonas más oscuras de las imágenes de la intensidad que tienen las zonas más iluminadas. Esto nos permite intuir que la capacidad de entrega mínima y máxima de brillo que tiene un televisor importa mucho en este contexto.
Las películas, las series y los videojuegos con HDR que disfrutamos, bien a través de las plataformas de streaming o las descargas digitales, bien en soporte físico, han sido previamente producidas utilizando dispositivos que tienen una capacidad de reproducción del color y el brillo diferente a la de nuestro televisor doméstico. Incluso hay diferencias muy importantes en este ámbito entre unos televisores y otros.
Los metadatos contienen, precisamente, la información que indica a nuestro televisor cómo debe reproducir el color y el brillo de un contenido audiovisual HDR en particular, adaptándolo a sus capacidades exactas. Por supuesto, cada película, serie y videojuego tiene sus propios metadatos, que son diferentes a los de cualquier otro contenido en la medida en que el propio contenido es único. El reto más importante al que se debe enfrentar un televisor cuando reproduce contenido HDR consiste en adaptar correctamente el espacio de color y la entrega de brillo que describe el propio contenido al espacio de color que realmente es capaz de reproducir el televisor y el nivel de brillo que puede entregar.
A diferencia de los metadatos estáticos, los dinámicos son capaces de indicar al televisor cómo deben ser la luminosidad y el color escena a escena, y no de una manera uniforme para todo el contenido. De esta manera al mapeo tonal se lleva a cabo con mucha más precisión y el resultado que obtenemos en nuestro televisor está mucho más cerca del acabado original concebido inicialmente por el creador del contenido. La lástima es que solo los estándares Dolby Vision y HDR10+ son capaces de manejar metadatos dinámicos, y no todos los televisores son compatibles con ambos formatos. Estas son las tecnologías HDR más extendidas actualmente:
-
HDR10: Este es el estándar más extendido por dos razones fundamentales: sus requisitos son los menos exigentes y es abierto, por lo que cualquier fabricante de dispositivos de electrónica de consumo puede utilizarlo sin pagar derechos de licencia. Para que un televisor sea compatible con HDR10 debe tener un panel con una profundidad de color de 10 bits y tiene que ser capaz de entregar, al menos, picos de brillo de 1.000 nits. No tiene metadatos dinámicos. Por esta razón, el televisor recibe al comenzar la reproducción de un contenido instrucciones precisas acerca de cómo debe tratar la iluminación, y esas condiciones no varían durante toda la reproducción.
-
HDR10+: Este estándar es una extensión de HDR10 y, como tal, requiere que los televisores que aspiran a incorporarlo utilicen un panel de 10 bits y sean capaces de entregar picos de brillo de al menos 1.000 nits. Inicialmente fue apoyado por Samsung, Amazon y Panasonic, pero cada vez más empresas apuestan por él porque, al igual que HDR10, es un estándar libre y no requiere pagar derechos de licencia. Hay una diferencia muy importante entre HDR10 y HDR10+ que permite a esta última especificación ofrecernos una experiencia con los contenidos HDR más lograda: puede trabajar con metadatos dinámicos.
-
Dolby Vision: Esta tecnología ha sido diseñada para trabajar con paneles con una profundidad de color de 12 bits y está capacitada para administrar entregas de brillo de hasta 10.000 nits. Actualmente ningún televisor nos ofrece estas prestaciones (ni los paneles de 12 bits ni la luminosidad máxima de 10.000 nits), por lo que los modelos que ya son compatibles con esta tecnología se conforman con paneles de 10 bits y entregas de brillo más modestas. Esta situación conlleva algo importante: aún no podemos sacar todo el partido al potencial de Dolby Vision. Además, este estándar utiliza metadatos dinámicos. De hecho, HDR10+ se inspiró de alguna manera en esta prestación de Dolby Vision para reducir la distancia que separaba a HDR10 de la propuesta de Dolby.
-
HLG (Hybrid Log-Gamma): Este formato de HDR no es una alternativa a HDR10+ o Dolby Vision. En realidad es un complemento que pretende llegar allí donde estos dos últimos estándares no «han atacado»: a las transmisiones de televisión, sean en directo o diferido. HLG ha sido muy bien recibido por los fabricantes de electrónica de consumo desde el principio porque es un formato libre, lo que ha provocado que casi todos los fabricantes de televisores lo introduzcan en sus propuestas. No usa metadatos, por lo que su impacto en nuestra experiencia es menor que el de HDR10+ y Dolby Vision.
-
Technicolor HDR o Advanced HDR: Este estándar hasta ahora ha recibido una acogida muy tímida por parte de las marcas de electrónica de consumo (la que lo está defendiendo con más rotundidad es LG), por lo que está más rezagado que HDR10+, Dolby Vision y HLG. Detrás de él está Technicolor, una compañía francesa muy bien afianzada en la industria cinematográfica prácticamente desde sus inicios. Ofrece soluciones para dos escenarios de uso diferentes: la transmisión de emisiones televisivas con HDR a través de DVB-T/T2 o satélite y la conversión de contenidos que carecen de HDR para dotarlos de esta tecnología.
Nanocristales: los mejores aliados de los paneles LCD
Esta tecnología utiliza unas partículas con estructura cristalina realmente diminutas. De hecho, su tamaño es inferior a los 100 nanómetros, y un nanómetro equivale a la mil millonésima parte de un metro, por lo que es la unidad de longitud que obtendremos si somos capaces de dividir un metro en mil millones de trozos idénticos. Dicho de esta forma es fácil imaginar la escala en la que nos estamos moviendo. La estructura o la forma de los nanocristales, su estabilidad y sus propiedades químicas dependen de los átomos que constituyen cada partícula. De hecho, hay nanocristales que son químicamente muy activos, mientras que otros son muy estables. Algunos, los que realmente nos interesan, tienen una propiedad muy curiosa: su estructura les permite modificar la longitud de onda de la luz.
Los nanocristales tienen una propiedad muy curiosa: su estructura les permite modificar la longitud de onda de la luz
Los «puntos cuánticos» son un tipo de nanocristales compuestos por materiales semiconductores con unas propiedades muy curiosas debido a que su tamaño, como hemos visto, es tan pequeño que su comportamiento queda descrito por las leyes de la mecánica cuántica, y no podría ser explicado utilizando la mecánica clásica. Sus características electrónicas están definidas, por un lado, por su tamaño, y, por otro, por su forma, lo que explica que actualmente se estén utilizando nanocristales para aplicaciones muy diferentes, como son la tecnología fotovoltaica, el etiquetado biológico, las tecnologías de eliminación de agentes contaminantes… Y, por supuesto, en electrónica.
En los televisores los nanocristales nos ofrecen una gama cromática más amplia, y, por tanto, un abanico de colores mayor, así como unos negros más profundos. O, lo que es lo mismo, imágenes de más calidad y más parecidas a lo que podemos observar en el mundo real. Además, su eficiencia energética es un 30% mayor que la de la retroiluminación LED convencional, y su brillo puede incrementarse hasta 100 veces. Estas ventajas son posibles gracias a la forma en que estos nanocristales interactúan con la luz. La estructura de un panel de retroiluminación LED con tecnología de puntos cuánticos es similar a la de un panel OLED, pero se diferencian en algo importante: su composición. Los nanocristales utilizados en las televisiones se fabrican utilizando cadmio y selenio, y para poder usarlos en una televisión es necesario depositarlos entre una capa de material orgánico y otra de transporte de electrones, como si fuese un sándwich.
Pero lo realmente importante es que, a diferencia de la iluminación LED blanca tradicional, cuya luz debe ser filtrada primero para corregir la desviación del blanco puro, y «teñida» después para obtener los colores rojo, verde y azul, la tecnología de puntos cuánticos recurre a diodos LED azules, que producen luz azul pura. Después, dos tercios de esa luz estimula un conjunto de puntos cuánticos que modifican su longitud de onda, y, por tanto, emiten únicamente luz roja y verde puras, por lo que ya tenemos los tres tipos de luz que buscamos desde el principio: roja, verde y azul, y, además, con una pureza superior a la que nos ofrece la retroiluminación LED convencional.
Latencia y tiempo de respuesta
Estas dos características son muy importantes si tenemos la intención de utilizar nuestro televisor para jugar. La latencia de entrada mide el tiempo que transcurre desde el instante en el que llevamos a cabo una acción con nuestro mando, y nuestra consola o PC lo procesa y envía al televisor los fotogramas que reflejan ese efecto, hasta que esas imágenes son mostradas por el panel de nuestra tele. Este tiempo se mide en milisegundos (ms), y lo que nos interesa es que sea lo más bajo posible para que todas nuestras acciones se reflejen en las imágenes del televisor de una forma casi inmediata.
La latencia y el tiempo de respuesta son muy importantes si queremos utilizar nuestro televisor para jugar
Si nos gustan los juegos en los que la precisión y los reflejos van a determinar el desenlace de la partida, algo que sucede, por ejemplo, en los juegos de lucha y los de disparos en primera persona, es importantísimo tener una latencia de entrada baja. De lo contrario la experiencia dejará mucho que desear, sobre todo si nos gusta competir y nos enfrentamos a un rival que no sufre este problema.
Curiosamente, no todas las personas percibimos esta latencia de igual forma. La mayor parte de los jugones apenas nota la diferencia cuando nos situamos por debajo de los 30 ms, aunque hay quien sí lo hace. Casi siempre se trata de jugadores muy experimentados que han desarrollado una gran capacidad de coordinación. En cualquier caso, la diferencia entre unos televisores y otros en este escenario puede ser enorme.
Por su parte, el tiempo de respuesta mide el tiempo invertido por un píxel del panel en cambiar el color que está emitiendo, lo que, como veis, no está relacionado con la latencia de entrada. De hecho, el tiempo de respuesta es claramente más reducido que esta latencia (puede ser, incluso, inferior a 5 ms). Sin embargo, y esto es lo realmente importante, sí está relacionado con el desenfoque de movimiento (motion blur). Si el tiempo de respuesta no es lo suficientemente bajo pueden aparecer halos y bordes poco definidos cuando el panel muestra imágenes en movimiento, lo que afecta negativamente a nuestra percepción de la nitidez, y, en consecuencia, también a nuestra experiencia.
Los paneles de los monitores suelen tener tiempos de respuesta muy bajos, con frecuencia inferiores a los 5 ms. Los de los televisores suelen ser algo más altos, pero muchos modelos lo corrigen introduciendo un modo de procesado conocido como reductor del desenfoque de la imagen diseñado para definir los objetos borrosos, mejorando así claramente su nitidez. En lo que concierne al tiempo de respuesta, curiosamente, sucede lo contrario que con la latencia de entrada: los mejores televisores dotados de un panel OLED aventajan a los mejores modelos con panel LCD. Esto se debe, sencillamente, a que el tiempo de respuesta de los OLED es inferior, por lo que en ellos el desenfoque de movimiento es muy bajo, o, incluso, prácticamente inexistente. Esto, como hemos visto, nos garantiza que tendremos unas imágenes fluidas y nítidas, que es lo deseable.
HDMI 2.1: la opción ideal si vamos a usar nuestro televisor para jugar
Una de las características más relevantes de esta interfaz es que ha sido diseñada para alcanzar una velocidad de transferencia muy superior a la que nos ofrece HDMI 2.0. Y es que esta última trabaja con un ancho de banda de 18 Gbps, pero la revisión 2.1 alcanza los 48 Gbps. Como podéis ver, la diferencia entre estas dos iteraciones es muy importante, pero para alcanzar esta última cifra los dispositivos que se comunican a través de un enlace HDMI 2.1 deben utilizar necesariamente uno de los nuevos cables de alta velocidad con certificación Ultra High Speed que propone el HDMI Forum.
La capacidad de transmitir más información entre los dispositivos involucrados en la reproducción en el mismo tiempo es importante porque pone en nuestras manos la posibilidad de utilizar resoluciones superiores y frecuencias de refresco más altas sin degradar la codificación del color, pero esta tecnología acarrea otras ventajas más allá de la resolución y el refresco. Estas son algunas de las tecnologías vinculadas a HDMI 2.1 que los fabricantes de televisores ya han comenzado a implementar en sus dispositivos:
-
eARC (enhanced ARC): Esta tecnología es una versión mejorada de ARC (Audio Return Channel), de ahí su nombre en inglés, que permite a los televisores que la utilizan enviar cualquier formato actual de sonido digital multicanal de alta resolución a nuestro equipo de audio, sea este una barra de sonido, un receptor de A/V o cualquier otra solución. Incluso es capaz de lidiar con Dolby TrueHD, Dolby Atmos, DTS Master y DTS:X, que, hoy por hoy, son los formatos de sonido multicanal más exigentes.
-
VRR (Variable Refresh Rate): Esta prestación es interesantísima para los aficionados a los videojuegos. Y es que gracias a ella podemos obtener unas imágenes mucho más suaves y fluidas. En realidad esta innovación es una técnica de refresco adaptativo emparentada con AMD FreeSync y NVIDIA G-Sync, dos tecnologías con las que están familiarizados los jugadores de PC. Grosso modo lo que consigue es sincronizar las imágenes emitidas por la GPU del PC o la consola y las que reproduce el televisor, lo que nos ayuda a combatir unos defectos tan molestos como el tearing y el stuttering. El primero provoca que la imagen quede deformada por una línea que la atraviesa horizontalmente de un extremo al otro, y el segundo induce la aparición de unos pequeños saltos en la cadencia de imágenes que reducen la fluidez y pueden arruinar nuestra experiencia. No cabe duda de que VRR tiene un impacto muy positivo en las sensaciones de los jugones. Los televisores actuales de LG que incorporan HDMI 2.1 y algunos modelos de gama alta de Samsung, entre otras opciones, incorporan esta tecnología.
-
ALLM (Auto Low Latency Mode): Al igual que VRR, esta prestación es muy atractiva para los jugones porque consigue reducir sensiblemente la latencia, que es el tiempo que transcurre desde que enviamos a la consola o el PC una señal desde nuestro mando de control hasta el instante en el que esta se refleja en el televisor. El modo automático de baja latencia hace posible que el dispositivo que tenemos conectado envíe una señal a nuestro televisor que le indica que debe activar esta modalidad de forma automática, evitando así que deba ser el usuario el que tenga que hacerlo manualmente. Algunos televisores de gama alta de LG, Panasonic y Samsung incorporan esta tecnología.
-
QFT (Quick Frame Transport): El objetivo de esta tecnología es reducir el tiempo que es necesario invertir en el transporte de la señal de vídeo desde la fuente hasta el televisor. Probablemente esta mejora no será drástica (saldremos de dudas cuando tengamos la oportunidad de probar a fondo un televisor que implemente esta prestación), pero cualquier reducción de la latencia, por mínima que sea, es bienvenida. Sobre todo si nos gustan los juegos más sensibles a este problema, como son los títulos de acción en primera persona o los juegos de lucha.
-
QMS (Quick Media Switching): Esta tecnología es en cierto modo el resultado de aplicar VRR, el refresco adaptativo del que hemos hablado unos párrafos más arriba, al contenido cinematográfico. A priori parece no tener sentido porque una película o una serie está grabada con una cadencia de imágenes constante durante todo el metraje. Sin embargo, con relativa frecuencia cuando reproducimos tráilers desde un servicio de streaming tropezamos con contenido producido a 24, 50 o 60 Hz. Cuando el televisor reproduce uno de estos anuncios y a continuación pasa a otro con una cadencia diferente se ve obligado a modificar la señal de reloj y volver a sincronizarse, lo que provoca que la pantalla se quede en negro durante uno o más segundos. Esto es, precisamente, lo que evita la tecnología QMS recurriendo a la capacidad de VRR de asumir una cadencia de imágenes variable.
Estos son los modelos que os proponemos
Los televisores que hemos recogido se han hecho un hueco en esta selección debido a que tienen alguna característica que los hace diferentes, una calidad de imagen muy alta o una relación coste/prestaciones atractiva. De hecho, muchos de ellos cumplen varias de estas condiciones simultáneamente. En cualquier caso, esta pretende ser una muestra lo suficientemente amplia para que la mayor parte de nuestros lectores encuentre en ella al menos un televisor que encaje con el dispositivo que está buscando.
Por muy ambiciosos que seamos cuando preparamos un artículo como este es inevitable que nos veamos obligados a dejar fuera dispositivos que también merecerían una oportunidad. Por esta razón, si conocéis algún modelo que encaja en las premisas que hemos definido en el artículo y os gusta, os agradeceremos que nos echéis una mano utilizando los comentarios del artículo para hablarnos de él tanto a nosotros como a los demás lectores de Xataka. Seguro que entre todos conseguiremos preparar una gran selección.
De 500 a 1.000 euros
LG UM7390
El televisor con el que abrimos nuestra selección es una opción interesante si tanto nuestro presupuesto como el espacio del que disponemos son comedidos. Y es que por 500 euros nos permite hacernos con un dispositivo de 49 pulgadas equipado con un panel IPS muy competente que nos garantiza una colorimetría muy digna y unos ángulos de visión amplios. Eso sí, el precio a pagar es un contraste moderado y la ausencia de compatibilidad con Dolby Vision y HDR10+, pero si estas carencias no representan un problema este televisor se consolida como una opción interesante, que, además, tiene un diseño resultón.
LG UM7390
Panel | LCD IPS 4K UHD | HDR10+ | No | DOLBY VISION | No |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 3 | HDMI 2.1 | No | S.O. | webOS |
Precio | 499 euros (49 pulgadas) |
TV LED 123 cm (49") LG 49UM7390 4K HDR Smart TV con Inteligencia Artificial (IA)
Panasonic GX700
Este televisor de Panasonic se mueve en las mismas coordenadas de precio y tamaño que la propuesta de LG que acabamos de revisar, pero tiene varias características diferenciales que lo colocan como un dispositivo muy atractivo para cine. Al igual que la mayor parte de los televisores recientes de esta marca japonesa, este GX700 viene muy bien calibrado de fábrica y resuelve realmente bien el movimiento. Además, es compatible con contenidos HDR10+, aunque no con Dolby Vision. Su tecnología de atenuación de la retroiluminación está lejos de ser la más avanzada de las que dispone Panasonic, pero no debemos perder de vista que se trata de un televisor de 500 euros que nos ofrece una calidad de imagen global muy alta. Esta es la razón por la que merece la pena tenerlo en cuenta.
Panasonic GX700
Panel | LCD 4K UHD | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | No |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 3 | HDMI 2.1 | No | S.O. | Panasonic Smart TV |
Precio | 499 euros (50 pulgadas) |
TV LED 50" - Panasonic TX-50GX700E, UHD 4K, Smart TV, Multi HDR, Adaptive Backlight Dimming
Sony XF70
Este es el televisor más compacto que os vamos a proponer en esta selección, y su presencia responde a la necesidad de ofrecer una propuesta atractiva a aquellas personas que no disponen del espacio requerido por un dispositivo de 55 pulgadas, que es el tamaño más frecuente en este artículo. Incorpora un panel LCD VA muy similar a los que Sony monta en otras series más ambiciosas, como, por ejemplo, la XF90 o la XG95, y sus bazas son una colorimetría bien resuelta, un contraste nativo inusualmente alto para un televisor de su precio y un procesado de imagen que rivaliza con el de otros modelos más avanzados. ¿Su «talón de Aquiles»? El más relevante es que su capacidad de entrega de brillo es moderada, por lo que los contenidos HDR no tienen la espectacularidad que alcanzan en otros televisores. Además, no es compatible ni con HDR10+ ni con Dolby Vision. Pero, a pesar de esto, tiene una relación coste/prestaciones muy interesante.
Sony XF70
Panel | LCD VA de 10 bits | HDR10+ | No | DOLBY VISION | No |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 3 | HDMI 2.1 | No | S.O. | Linux |
Precio | 550,84 euros (43 pulgadas) |
Sony Kd-43Xf7096 - Televisor 43" 4K HDR Led con Smart TV (Motionflow XR 400 Hz, 4K X-Reality Pro, Wi-Fi), Negro
Samsung RU7025
Este televisor ejemplifica a la perfección cómo la economía de escala es capaz de poner a nuestro alcance soluciones relativamente ambiciosas a precios que hace solo unos años nos habrían parecido imposibles. Y es que por poco más de 600 euros podemos colocar en nuestro salón un dispositivo equipado con un panel LCD 4K UHD de 65 pulgadas que, si bien no es de los más avanzados de Samsung, incorpora buena parte de las tecnologías desarrolladas por la marca surcoreana. Algunas de ellas son su capacidad de restituir contenidos HDR10+, una interfaz similar a las versiones de Tizen más avanzadas o la integración de Alexa, Google Assistant y Airplay 2. Es un televisor grande y barato, pero no por ello nos obliga a aceptar grandes sacrificios desde un punto de vista tecnológico.
Samsung RU7025
Panel | LCD 4K UHD | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | No |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 3 | HDMI 2.1 | No | S.O. | Tizen |
Precio | 636 euros (65 pulgadas) |
Samsung UE65RU7025 65" LED Ultra HD 4K
Hisense ULED U7B
Este televisor de gama media pasó por nuestro laboratorio a mediados de 2019, y nos gustó. Su panel LCD VA es de 8 bits y utiliza técnicas FRC, algo que a priori no suena del todo bien porque representa una limitación frente a los televisores que se apoyan en paneles de 10 bits. Sin embargo, en la práctica, y es algo que comprobamos durante nuestras pruebas, la colorimetría de este televisor está muy bien resuelta, tanto que no parece que estemos delante de un panel de 8 bits. Además, es compatible tanto con contenidos HDR10+ como Dolby Vision, algo inusual en un dispositivo de su precio. Y, de propina, tiene un sonido de muy buen nivel, una característica que una vez más nos ha sorprendido en un televisor de Hisense, por lo que merece ser considerada una seña de identidad de esta marca.
Hisense ULED U7B
Panel | LCD VA de 8 bits + FRC | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No | S.O. | VIDAA U3.0 |
Precio | 699 euros (50 pulgadas) |
TV LED 126 cm (50") Hisense 50U7B 4K HDR Smart TV con Inteligencia Artificial (IA)
Samsung QLED Q60R
Este televisor es la puerta de entrada a la familia de dispositivos QLED de Samsung, pero todas las características interesantes de los modelos más avanzados de esta gama están presentes también en él a pesar de su comedido precio. Su corazón es un panel LCD VA con alto contraste nativo no muy diferente al que podemos encontrar en las series Q80R y Q90R. Su capacidad de entrega de brillo es claramente inferior a la que nos ofrecen estos últimos modelos (en Rtings han medido poco más de 400 nits), pero, al igual que ellos, es compatible con contenidos HDR10+. Y, por último, aunque no incorpora conectividad HDMI 2.1 sí implementa VRR y ALLM, lo que lo posiciona como una opción muy interesante para los aficionados a los juegos que quieren un televisor QLED y su presupuesto no les permite acceder a las series más avanzadas de esta gama de producto.
Samsung QLED Q60R
Panel | LCD VA de 10 bits | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | No |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No (sí VRR y ALLM) | S.O. | Tizen |
Precio | 733 euros (49 pulgadas) |
Samsung QE49Q60RATXXC, Smart TV, Multicolor, 49"
Sony XF90
Este televisor no pertenece a la gama de producto de Sony de 2019. Llegó a las tiendas en 2018 y pudimos analizarlo a fondo en nuestras instalaciones aquel mismo año, pero es un producto tan bien afinado y tan atractivo aún hoy que Sony ha decidido mantenerlo a la venta, a pesar de que su sucesor está disponible desde hace ya muchos meses. Destaca por la alta relación de contraste nativo de su panel LCD VA, por su eficaz retroiluminación FALD, por su generosa entrega de brillo, y también por lo bien que resuelve los contenidos Dolby Vision. Además, su latencia al activar el modo para juegos es reducida, por lo que es una opción interesante también para los jugones. Sus carencias más relevantes son un sonido mejorable y unos ángulos de visión relativamente reducidos, dos hándicaps que no deben empañar lo interesante que es conseguirlo hoy a un precio muy inferior a aquel con el que llegó a las tiendas hace más de un año.
Sony XF90
Panel | LCD VA de 10 bits | HDR10+ | No | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No | S.O. | Android TV |
Precio | 999 euros (55 pulgadas) |
TV LED 139,7 cm (55") Sony KD-55XF9005 UHD 4K HDR Processor X1 Extreme, Full Array
De 1.000 a 2.000 euros
LG OLED B9
Este televisor representa la puerta de entrada a los modelos con panel OLED de LG, por lo que es posible encontrarlo a un precio sensiblemente inferior al que tiene el modelo C9, del que más adelante hablaremos en este mismo artículo. Todas las cualidades que los usuarios esperamos encontrar en un buen televisor OLED están presentes en este dispositivo: unos negros sobresalientes, una relación de contraste muy alta, una reproducción del color fidedigna... Además, incorpora conectividad HDMI 2.1 y es compatible con Dolby Vision. Los modelos superiores de la gama OLED de esta marca lo superan gracias a un procesado de la imagen más depurado y un sonido más cuidado, especialmente en los modelos E9 y W9, pero, aun así, no cabe duda de que este es uno de los televisores OLED con mejor relación calidad/precio del mercado.
LG OLED B9
Panel | OLED de 10 bits | HDR10+ | No | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | Sí | S.O. | webOS |
Precio | 1.316,37 euros (55 pulgadas) |
LG OLED55B9PLA, Smart TV OLED 4K UHD De 55" con Inteligencia Artificial, Procesador Inteligente Alpha 7 Gen. 2, Deep Learning, 100% HDR Y Dolby Vision/Atmos, Negro, 139 cm
Panasonic GZ1000
El modelo GZ2000 de Panasonic, del que hablaremos un poco más adelante, es sin lugar a dudas uno de los mejores televisores OLED de 2019. El problema es que, como el «buque insignia» que es, es caro, lo que lo coloca fuera del alcance de muchos potenciales compradores. Afortunadamente la marca japonesa también tiene este televisor, que ha heredado buena parte del procesado de imagen del GZ2000, y también su meticulosa calibración de fábrica, pero que cuesta mucho menos. Destaca por su capacidad de recuperar detalle en las regiones en sombra y por la forma en la que resuelve el movimiento, así como por su compatibilidad con contenidos Dolby Vision y HDR10+. Además, su look es muy cinematográfico, por lo que es un dispositivo muy interesante para los cinéfilos que sobre todo quieren utilizarlo para disfrutar sus películas y series favoritas.
Panasonic GZ1000
Panel | OLED de 10 bits | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No | S.O. | my Home Screen 4.0 |
Precio | 1.499 euros (55 pulgadas) |
TV OLED 139 cm (55") Panasonic TX-55GZ1000 UHD 4K HDR, Smart TV, Procesador HCX Pro
Philips OLED 754
La competencia en el mercado de los televisores OLED es encarnizada. Philips está teniendo que vérselas no solo con LG, sino también con Sony, Panasonic, Hisense o Loewe, entre otras marcas que aspiran a hacerse con un trozo de este pastel. Sin embargo, la marca de origen holandés tiene algo con lo que no cuenta ninguno de sus rivales: la tecnología Ambilight. Esta prestación es una característica diferencial que cuenta con muchos adeptos, pero no es la única baza de este televisor. Además tiene uno de los algoritmos de procesado de la imagen más avanzados disponibles, lo que le ayuda a reproducir cada fotograma con un nivel de detalle y una riqueza cromática al alcance de pocos televisores OLED. Y su capacidad de entrega de brillo le permite reproducir los contenidos con HDR de una forma muy espectacular. Es compatible tanto con Dolby Vision como con HDR10+.
Philips OLED 754
Panel | OLED de 10 bits | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No | S.O. | Android TV |
Precio | 1.499 euros (55 pulgadas) |
TV OLED 139 cm (55") Philips 55OLED754/12 4K HDR Smart TV con Ambilight y Saphi
Sony XG95
Este televisor es el actual tope de gama de Sony con panel LCD y el sucesor del modelo XF90 que hemos revisado un poco más arriba. Incorpora un panel de tipo VA con un contraste nativo alto y retroiluminación FALD, así como la implementación más avanzada de la tecnología de nanocristales de esta marca. Unas semanas antes de que llegase a las tiendas tuvimos la oportunidad de analizarlo a fondo y comprobamos que, aunque no pertenece a la familia MASTER Series, viene impecablemente calibrado de fábrica. Además, se luce con los contenidos HDR y es compatible con Dolby Vision. Lo único que le falta para alcanzar el sobresaliente es conectividad HDMI 2.1 y compatibilidad con HDR10+. Aun así, es una gran opción que ahora puede conseguirse con un precio inferior al que tenía cuando llegó a las tiendas.
Sony XG95
Panel | LCD VA de 10 bits | HDR10+ | No | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No | S.O. | Android TV |
Precio | 1.499 euros (55 pulgadas) |
TV LED 139,7 cm (55") Sony KD-55XG9505 4K HDR, Full Array LED, Android 8.0 Oreo, X1 Ultimate, Acoustic Multi-Audio y Asistente de Google
LG NanoCell SM9800
Este televisor es el actual «buque insignia» de LG con panel IPS, y, como tal, incorpora las tecnologías más avanzadas que la marca surcoreana ha desarrollado para sacar el máximo partido posible a sus paneles LCD. Su esquema de retroiluminación es de tipo FALD, incorpora un procesador Alpha 7 de segunda generación, tiene generación del color mediante nanopartículas y es compatible con contenidos Dolby Vision y HDR10. Pero, sin duda, una de sus bazas más contundentes consiste en que cuenta con conectividad HDMI 2.1, y, por tanto, implementa tecnologías tan atractivas para los aficionados a los juegos como son VRR o ALLM. Por todo esto nos gustó mucho cuando tuvimos la oportunidad de analizarlo a fondo hace unos meses, y ahora celebramos la oportunidad de hacernos con él a un precio mucho más atractivo que el que tenía cuando llegó al mercado.
LG NanoCell SM9800
Panel | LCD IPS de 10 bits | HDR10+ | No | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | Sí | S.O. | webOS |
Precio | 1.599 euros (55 pulgadas) |
TV LED 139 cm (55") LG 55SM9800 NanoCell 4K, HDR Smart TV con Inteligencia Artificial (IA)
LG OLED C9
Este es uno de los mejores televisores de 2019. Así, sin «paños calientes». A nosotros nos enamoró por su calidad de imagen global cuando tuvimos la oportunidad de analizarlo, pero su suerte en los tests de la mayor parte de la prensa especializada no fue muy diferente a la que corrió durante nuestras pruebas. Y es que además de verse de maravilla tiene prácticamente todo lo que podemos pedir a un televisor actualmente: un diseño cuidado, conectividad HDMI 2.1 completa, una latencia de entrada mínima (de unos 13 ms), una capacidad de entrega de brillo notable, compatibilidad con Dolby Vision... Las únicas dos «pegas» que podemos ponerle son la ausencia de compatibilidad con los contenidos HDR10+ y un sonido con margen de mejora, pero nada de esto compromete lo bueno que es. Además, al igual que la mayor parte de los televisores que os proponemos, ahora es posible conseguirlo con un precio más atractivo que el fijado inicialmente por LG.
LG OLED C9
Panel | OLED de 10 bits | HDR10+ | No | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | Sí | S.O. | webOS |
Precio | 1.599 euros (55 pulgadas) |
TV OLED 139 cm (55") LG OLED55C9MLB UHD 4K HDR Smart TV con Inteligencia Artificial (IA)
Samsung QLED Q90R
Este televisor actualmente es el modelo más avanzado que tiene Samsung con resolución 4K UHD, y por esta razón no es extraño que incorpore la tecnología de atenuación de la retroiluminación más sofisticada de esta marca. Sus negros son muy profundos y su relación de contraste sobresaliente. Además, el blooming, que es una de las debilidades de los televisores FALD, está muy controlado en este modelo, por lo que apenas aparecen halos alrededor de los objetos brillantes que están colocados sobre un fondo oscuro. Por otro lado, no incorpora conectividad HDMI 2.1, pero Samsung ha implementado en él tanto VRR como ALLM, por lo que es una opción magnífica para juegos que no adolece de la posibilidad de que se produzca retención a largo plazo en el panel, algo que sí puede suceder en los modelos OLED. Le podemos poner pocas «pegas», pero una de ellas es, sin duda, la ausencia de compatibilidad con Dolby Vision.
Samsung QLED Q90R
Panel | LCD VA de 10 bits | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | No |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No (sí VRR y ALLM) | S.O. | Tizen |
Precio | 1.599 euros (55 pulgadas) |
TV QLED 138 cm (55") Samsung QE55Q90R 4K con Inteligencia Artificial (IA), HDR y Smart TV
De 2.000 a 4.500 euros
Sony OLED AG9 MASTER Series
Este es uno de los grandes televisores OLED de 2019. De hecho, es nuestro favorito junto al C9 de LG y el GZ2000 de Panasonic, pero la propuesta de Sony tiene su propia personalidad. Pasó por nuestro laboratorio a finales del verano pasado y nos encandiló, además de por su calidad de imagen global, por lo bien calibrado que viene de fábrica, por su cuidado diseño, su baja latencia, su mínimo tiempo de respuesta, y también por lo bien que resuelve los contenidos HDR. Además, al igual que los demás televisores de gama alta de Sony, es compatible con Dolby Vision. Desafortunadamente no nos ofrece compatibilidad con HDR10+, ni incorpora VRR y ALLM, dos tecnologías que lo habrían hecho muy atractivo para jugar. Aun así, es una de las mejores opciones por las que puede decantarse un cinéfilo en el segmento de precio de más de 2.000 euros.
Sony OLED AG9 MASTER Series
Panel | OLED de 10 bits | HDR10+ | No | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No | S.O. | Android TV |
Precio | 2.799 euros (55 pulgadas) |
TV OLED 139,7 cm (55") Sony KD-55AG9 4K HDR X1 Ultimate, Android TV, Triluminos Display, Acoustic Surface Audio+ y Google Assistant
Panasonic GZ2000
Este televisor es un magnífico ejemplo del grado de refinamiento que ha alcanzado la tecnología OLED. Su calidad de imagen roza la perfección en prácticamente todos los parámetros relevantes: profundidad de los negros, colorimetría, recuperación de detalle en las regiones en sombra y altas luces, capacidad de entrega de brillo, nitidez... En este modelo Panasonic no ha dejado ningún cabo suelto. Ni siquiera el sonido. Y es que no solo es capaz de procesar audio Dolby Atmos, sino también de reproducirlo generando un campo sonoro amplio y envolvente gracias a los altavoces que incorpora en la parte superior del panel, que utilizan las reflexiones murales en el techo para darnos sensación de tridimensionalidad. Además, es compatible con los formatos HDR más extendidos y tiene un look muy cinematográfico. Es una lástima que su precio lo aleje de muchos potenciales compradores. En cualquier caso, a los televisores OLED que llegarán en 2020 les costará batirlo.
Panasonic GZ2000
Panel | OLED de 10 bits | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | Sí |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | No | S.O. | my Home Screen 4.0 |
Precio | 4.199 euros (65 pulgadas) |
TV OLED 164 cm (65") Panasonic TX-65GZ2000E UHD 4K HDR, HCX PRO y Smart TV
Más de 4.500 euros
Samsung QLED Q950R
Los televisores 8K aún tienen mucho que demostrar. La casi total ausencia de contenido nativo con esta resolución es un lastre, pero si dejamos esto a un lado aún tienen otro reto por delante: convencernos de que realmente aportan valor por debajo de las 75 pulgadas frente a lo que ya nos ofrecen los televisores 4K UHD. Esta es la razón por la que este es el único modelo 8K que os proponemos en esta selección, y también el motivo por el que hemos elegido la versión de 82 pulgadas, un tamaño en el que esta resolución nos ofrece un mayor nivel de detalle y una mayor tridimensionalidad que un televisor 4K UHD, especialmente si la distancia de visionado es comedida. Por lo demás este televisor es la versión 8K del modelo Q90R del que hemos hablado un poco más arriba. Y, al igual que este último, tiene una calidad de imagen global muy alta. Veremos qué vuelta de tuerca da Samsung a sus propuestas 8K durante 2020.
Samsung QLED Q950R
Panel | LCD VA de 10 bits | HDR10+ | Sí | DOLBY VISION | No |
---|---|---|---|---|---|
HDMI | 4 | HDMI 2.1 | Sí | S.O. | Tizen |
Precio | 8.999 euros (82 pulgadas) |
TV QLED 207 cm (82") Samsung QE82Q950RB 8K con Inteligencia Artificial (IA), HDR y Smart TV
Nota: algunos de los enlaces aquí publicados son de afiliados. A pesar de ello, ninguno de los artículos mencionados ha sido propuesto ni por las marcas ni por las tiendas, siendo su introducción una decisión única del equipo de editores.
Imágenes | Travis Jennings
-
La noticia Qué televisor comprar: de 500 a 9.000 euros, estos son los 17 modelos que recomendamos fue publicada originalmente en Xataka por Juan Carlos López .
Gracias a Juan Carlos López
No hay comentarios.:
Publicar un comentario