El MWC 2019 nos proponía el que sería el tema de moda este año en telefonía móvil: el 5G y las conectividades por venir quedaban eclipsadas por vitrinas y vitrinas de dispositivos plegables. Uno de los primeros en presentarse fue el de Samsung, aunque su salida al mercado se vio torpedeada por algunos fallos de diseño que quedaron corregidos según el fabricante, y lo hemos podido poner a prueba en el análisis del Samsung Galaxy Fold.
Coloquialmente nos solemos referir a él como smartphone, pero lo cierto es que como desde un principio planteaban se trata en la práctica más bien de un tablet pequeño plegable. Se trata pues de una nueva división de dispositivos junto al Huawei Mate X y a los que estén por venir, de ahí que considerásemos hacer un análisis distinto y adaptado a esta categoría. Y os lo vamos a contar desde cinco puntos de vista.
Ficha técnica del Samsung Galaxy Fold
Samsung Galaxy Fold | |
---|---|
Peso | 200 gramos |
Pantalla | 7,3” QXGA+ Dynamic AMOLED (4.2:3) + 4,6” HD+ Super AMOLED (21:9) |
Procesador | Snapdragon 855 / Exynos 9820 (según mercado) |
RAM | 12 GB |
Almacenamiento | 512 GB UFS 3.0 |
Sistema operativo | Android 9 Pie + One UI |
Cámaras traseras | Triple cámara trasera: gran angular, ultra gran angular y teleobjetivo |
Cámaras frontales | Una en la cubierta, dos frontales internas (gran angular y profundidad) |
Batería | 4.380 mAh (doble batería) |
Precio | 2.020 euros |
Samsung Galaxy Fold - 512GB + 12GB Negro móvil libre
Un dispositivo, dos posibilidades y cinco perfiles de uso
En Xataka ya pudimos probar este dispositivo en su primer intento de salida al mercado, teniendo una toma de contacto en la que ya pudimos percibir si el Fold aportaba algún plus o no en la experiencia de usuario. La propuesta: maximizar la multitarea y dar al usuario más pantalla cuando lo desee, de modo que cuando no sea así el terminal se guarde más cómodamente.
Nuestra conclusión, además de considerarlo un buen primer paso (con tareas a mejorar, lo cual se demostró por sí solo posteriormente), fue que parecía un producto para un grupo relativamente reducido de usuarios. Queriendo salir de dudas en este sentido, lo que hemos hecho es intentar probarlo al máximo mientras consideramos distintos escenarios y perfiles de uso:
- Antonio Ortiz, director editorial de Webedia y editor en Xataka: experiencia general y productividad.
- Ángela Blanco, equipo de vídeo de Webedia: experiencia general + usuario de a pie.
- Mario Merinowski, equipo de vídeo de Webedia: experiencia general + usuario especializado.
- Daniel Esplá, equipo de vídeo de Webedia: experiencia general + fotografía.
- Anna Martí, editora senior en Xataka: experiencia general + análisis técnico.
Hay algunos puntos en común en cada una de las experiencias, pero también muchas diferencias tanto en las primeras impresiones como una vez se había probado más el dispositivo. Os contamos las conclusiones en cada caso.
El Samsung Galaxy Fold en productividad
¿Nos ayuda un dispositivo plegable, y en concreto el Galaxy Fold, con respecto a la productividad y a un uso más laboral? ¿Nos da más que un dispositivo estándar u ocurre lo contrario?
Antonio viene de un Huawei P30 Pro y, aunque es bastante más ligero que el Fold, éste último no le ha parecido muy pesado. Claro que comenta que está habituado a llevar dos móviles y eso influye a que no tenga la sensación de que es particularmente pesado.
Ha centrado su uso en el ámbito laboral y a explotar esa promesa de multiventana que se ha querido destacar en este Fold. Matiza que lo que cambia no es sólo el tamaño de nuestra pantalla, sino que cambia mucho el ratio: de repente, esto es muy distinto a lo que estaba habituado.
”Al final todo se basa en la premisa: “tengo más pantalla, seguro que seré más productivo”. La historia de la telefonía móvil (con el paso de aquellas pantallas tan pequeñas en móviles antiguos a los grandes “phablets”) que algo hay de cierto en eso, pero que no podemos esperar milagros.” Antonio Ortiz
En su caso, el uso se fundamenta en mucho correo, mucha mensajería, navegación web, algo de ofimática y redes sociales con enfoque profesional, y este ratio no supone una mejora sustancial con esas apps tipo timeline. Es un panel más ancho, pero en realidad no encuentra una ganancia (ver más contenido, hacer menos scroll, etc.) o una mejora marginal de la productividad.
Antonio tampoco ve una superioridad clara del dispositivo frente a otros en cuanto a ofimática y correo electrónico y no se muestra muy optimista. Como la interacción smartphone-usuario sigue siendo la misma, no ve un cambio sustancial con respecto a cómo se usa este dispositivo frente a otros (son taps, pellizcos, scroll y todo lo que hacemos en los móviles actuales).
Matiza que Samsung ha sido parte de los fabricantes que han querido sacar el mayor partido a la multiventana (ya con los Note). En su experiencia, la pantalla plegable del Fold es la que más sentido ha dado a la multitarea, y pese a que no está aplicada de la manera más intuitiva (hay una curva de aprendizaje) ese cambio de ratio es lo que da más sentido a la multiventana. Y eso tiene un efecto directo en la productividad.
”Puedo tener un Excel abierto mientras tomo notas en otra aplicación sin tener que hacer cambios de contexto, lo cual al final te desconcentran de lo que estás haciendo y hacen que la productividad en la telefonía móvil se resienta”. Antonio Ortiz
A Antonio lo que le ha convencido mucho es el uso como lector. De hecho, en combinación con el modo de luz azul le ha recordado al que es su lector de libros electrónicos actual (el Kindle Oasis), aunque el Fold tiene el plus de esa multiventana que le permite realizar anotaciones cuando lo necesita: en vertical la lectura de un libro y al lado la app de tomar notas, en la ventana contigua.
Y ahí fue donde echó de menos algo: un puntero. Un stylus con el que escribir sin que interfiera en la tarea principal, como puede ser One Note (la que él usa). Eso sí, hay una barrera tecnológica en cuestión de desarrollo: en las pantallas plegables aún queda mucho por recorrer para llegar al nivel de sensibilidad para punteros que se ha hecho en pantallas “clásicas” (como puede ser la de los Note para el S Pen).
El Samsung Galaxy Fold para el usuario de a pie
Ángela usa habitualmente un iPhone XR, un móvil relativamente grande y ancho. Comentaba en relación al diseño que para ella no es resbaladizo y que el módulo de cámaras traseras no sobresale tanto como para que se balancee, con lo cual no baila al dejarlo sobre una mesa. Considera que la flexibilidad es correcta y funciona bien, matizando que lo usó a medio abrir en muchas ocasiones.
Lo que destaca: el modo multipantalla y la visualización de ciertas aplicaciones a pantalla completa. La multiventana le parece lo más útil del Fold, dado que resulta provechoso disponer de dos o más tareas a la vez abiertas de manera simultánea.
“Uno de los aspectos que me parece más útil es el modo multipantalla: al ser más grande se ve todo bastante bien [...]. Y algo que también se agradece es ver ciertas aplicaciones: Instagram (el timeline) por ejemplo se ve bastante mejor, así como Twitter o Calendar.” Ángela Blanco
Eso sí, matiza que hay apps que no están optimizadas para el dispositivo, como ocurre con las Stories de Instagram (no se ajustan a la pantalla y las partes superior e inferior de la Story no se ven). Esto ocurre obviamente sobre todo en apps de terceros, dependiendo mucho de la interfaz en cada caso (en éste de hecho una función se ve muy bien y otra peor).
A nivel de hardware, Ángela otorga puntos positivos a los Galaxy Buds (que vienen con el móvil), definiéndolo como “experiencia fantástica”, pero destaca también dos puntos negativos:
- La pantalla frontal (la de 4,5 pulgadas) es para ella “muy pequeña para que sea totalmente operativa: al final acabas abriéndolo siempre, excepto para llamar por teléfono”.
- El lector de huellas dactilares está en un lateral y no le parece cómodo.
El Samsung Galaxy Fold para el usuario gamer
A Mario el Fold le transmite la sensación de algo elegante, premium. Viene también de un iPhone XR y como ocurría con Ángela no le parece pesado.
Desde un principio le llama la atención la idea de dispositivo plegable, destacando que no se trata de que una pantalla limite a la otra al ser las dos completamente funcionales. La pantalla de 7,3 pulgadas le ha sorprendido para bien al tener un tacto mejor de lo que esperaba, pero encuentra algunos peros a los paneles:
- Observa píxeles y dientes de sierra, por lo que cree que la pantalla es demasiado grande en este aspecto (se pixela la imagen).
- La relación de aspecto es atípica y muchos juegos no están optimizando, causando recortes en la pantalla: hay elementos que quedan debajo del módulo de cámaras interno y no podemos hacer tap sobre ellos, por ejemplo en el ‘Call of Duty’ o en el ‘PUBG’.
- El volteo del software no actúa en el sistema en general ni en la pantalla de bloqueo (lo puntualizaremos más adelante), por lo que si estamos usando el dispositivo en horizontal y se bloquea tras una pausa (si lo tenemos configurado de fábrica, se autobloqueará a los 30 segundos), no podremos desbloquearlo en horizontal (el teclado virtual no se reorienta).
Sobre la pantalla de 4,6 pulgadas también concluye que es demasiado pequeña, siendo incómoda a la hora de escribir y jugar. En el caso de los videojuegos la pantalla pequeña es completamente funcional, pero evidentemente es mucho mejor hacerlo con la pantalla grande.
“La idea general de y concepto de móvil plegable me mola mucho, sobre todo por aquello de que puedas usar las dos pantallas igual (no es que una limite a otra). Aunque la frontal me parece pequeña, demasiado pequeña”. Mario Merinowski
Mario ha dedicado bastantes horas a los juegos, de modo que así podemos tener una impresión más cercana de un perfil de usuario más gamer. Afirma que la jugabilidad es estupenda y que tras horas de juego no se calienta apenas.
Los contras tienen más relación con el formato y el hardware que con el rendimiento. Merinowski comenta que jugar en la pantalla pequeña es una experiencia bastante decepcionante y que lo habitual es que abras la grande: “normalmente si vas a jugar es que tienes algo de tiempo, y entonces mejor desplegarlo y jugar a lo grande”.
Además, hay algo interesante a saber según en qué pantalla inicies el juego: si se inician en la pantalla frontal, al abrir la pantalla interna se quedarán unos grandes marcos negros en los lados superior e inferior. Si hacemos lo contrario e iniciamos el juego en la pantalla interna de 7,3 pulgadas, se ve directamente en pantalla completa pero no optimizado (y se pixela).
A este respecto, lo que hay que tener en cuenta es que aunque establezcamos la continuidad de una pantalla a otra para un determinado juego, éste se reanudará automáticamente de la pantalla frontal a la interna, pero no al revés (y el juego se reinicia). De este modo, perderemos la partida si lo hacemos.
En cuanto al software, aunque posteriormente dedicaremos otro apartado específico podemos anticipar el Game Booster al venir al hilo de la experiencia de Mario. Merinowski explica que es un menú con algunas opciones relacionadas con el juego que puede venir bien para hacer capturas de pantalla y tener algunas opciones más a mano (bloquear llamadas, etc.).
A nivel de los altavoces y el audio, lo que ocurre a veces es que la salida del sonido se tapa de manera accidental al sostener el Fold en horizontal. Recordamos que dispone de altavoces estéreo situados en los bordes superior e inferior de la mitad con pantalla externa, con lo cual coincide con la zona donde se apoya el móvil en la mano.
El Samsung Galaxy Fold en fotografía
Aunque Dani trató de centrarse en las cámaras del Galaxy Fold, también recoge comentarios sobre diseño, pantalla y demás características. Apunta que desde un principio le llamó la atención que la pantalla frontal parece descentrada, puede que engañosa al tener la parte de la bisagra.
Viene de un iPhone 11 Pro, móvil más ligero, pero aunque le parece un dispositivo pesado no percibe algo fuera de lo esperado dadas las dimensiones del mismo. De hecho, matiza que puede manejarlo relativamente bien con una mano pudiendo incluso desplegarlo.
Aunque general le parece que está bien acabado, sí nota el pliegue (es decir, la parte de atrás de la bisagra) en la pantalla grande, tanto al pasar el dedo como al inclinar ligeramente el panel, aunque no es incómodo. Y como ocurría con Mario, Dani también matiza que el concepto le gusta.
”El concepto del Samsung Galaxy Fold me gusta: es tener un móvil y un smartphone al mismo tiempo. En cuanto tuve el Fold en mano por primera vez fue un “momento wow” para mí.” Dani Esplá
En relación a la pantalla flexible, Dani también coincide con Mario y apreció que es menos plasticosa de lo que creía. Aunque eso sí, matiza que aunque en un momento pensó que este panel de 7,1 pulgadas sería útil para cualquier cosa con el tiempo descubrió que no era así, o que la experiencia no cumplía las expectativas en algunos aspectos.
- Películas y series: la relación de aspectos es poco habitual y en reproducción de vídeos quedan esas bandas negras enormes arriba y abajo, lo cual es lógico (los contenidos de cine suelen ser en 16:9) pero con ello la pantalla no se aprovecha más que un smartphone estándar.
- Videojuegos: depende del caso, pero por ahora todos los juegos que hemos probado (‘Asphalt 9’, ‘Brawl Stars’, ‘Call of Duty’, etc.) tienen algún problema de la superposición del módulo de cámaras internas como ya hemos comentado. Habrá que esperar a ver cómo se van adaptando las apps a estas pantallas cada vez más variadas (notchs, agujeros, etc.).
Esplá habla algo más profundamente de la experiencia con el sistema operativo en este móvil. Aunque se mantienen las soluciones de navegación y la estructura que vemos en One UI (la capa de personalización de Samsung) en todos los móviles Samsung hasta la fecha, el tener dos pantallas y un factor forma distinto la experiencia es distinta.
En este caso Dani se ha movido sin problemas o salto alguno, recalcando también que se puede ejecutar cualquier app sin diferencia tanto en una pantalla como en otra. Pero plantearía dos tipos de uso según cada panel:
- Pantalla de 4,6 pulgadas: si es para algo rápido (hacer una foto, responder a un mensaje o incluso ver un vídeo corto).
- Pantalla de 7,3 pulgadas: multiventana y tareas que impliquen más tiempo, es mucho más cómoda de usar y de ver el contenido.
Al respecto de la pantalla dividida, Dani destaca las facilidades en el software para aprovechar la pantalla dividida con la barra accesoria que permite ir añadiendo apps a la misma.
”Las facilidades para usar la pantalla dividida, como la barra lateral para lanzar apps y ponerlas en ventanas flotantes, es una de las cosas más interesantes que veo en el Fold. Podemos tener varias y minimizarlas en una burbuja que queda también flotando, de modo que cuando queremos volver a usar la app ha quedado exactamente donde la teníamos y en las dimensiones que tenía.” Dani Esplá
Hablando ya de fotografía, Dani matiza en primer lugar que para él no es cómodo para hacer fotos y vídeos. La pantalla pequeña está bien para tomas más espontáneas pero la grande, que permite mejor visualización, es bastante más incómoda de sostener y usar, si bien han añadido un obturador flotante que puede colocarse en cualquier lugar de la pantalla y ayuda bastante a que sea un poco más cómoda.
A Dani los resultados le recuerdan bastante a los del Samsung Galaxy S10+, de hecho la óptica es prácticamente la misma. Destaca el rango dinámico, dado que incluso con contraluces fuentes salva bastante bien la información de la fotografía teniendo en cuenta que se trata de un móvil y no de una cámara.
Agradece también la versatilidad, el tener la combinación de moda en la cámara trasera (lente estándar, gran angular y telefoto), así como la doble cámara frontal de la parte interna dedicada en parte a tener más datos para el modo retrato. Eso sí, más no siempre es mejor y menos cuando la iluminación es menor, dado que la calidad experimenta una caída al dar tonos pastel, más ruido, etc., si bien no supone algo demasiado por debajo de lo que espera en un móvil de gama súper alta.
En cuanto al desenfoque dinámico (modo retrato), comenta que por especificaciones deberíamos notar diferencia entre el producido por la cámara frontal externa y el de las cámaras frontales internas y que bajo su punto de vista sí la hay. El bokeh que se aplica en el caso de hacernos un selfie con las cámaras de la pantalla de 7,3 pulgadas es algo más acertado, pero sigue siendo más plano (y menos realista) y no progresivo, encontrando aquí bastante rango de mejora.
Hablando del vídeo, cuando hay buena luz los resultados son buenos y Dani destaca la estabilización el el gran angular. Cuando escasea la luz es la lente estándar la que aguanta mejor.
No obstante, el panel de 7,3 pulgadas gana puntos si hablamos de la edición de fotos. Se ve más contenido y apps como Lightroom son más cómodas de usar, como ocurre con el iPad y otros tablets. Dato curioso: puedes usar la línea que queda por la bisagra en la pantalla como guía para las fotos (como una regla o una cuadrícula).
El Samsung Galaxy Fold a nivel más técnico
Hablando a título personal, soy una de las relativamente pocas personas que pudo probar la primera versión del Galaxy Fold y ahora la nueva. Los principales cambios se han dado en la construcción, lo cual se nota si hemos tenido la oportunidad de ver el primer diseño (sobre todo por la hendidura tapada), pero en un vistazo general probablemente o notemos nada.
Los paneles que vemos en este renovado Fold son gemelos a los anteriores. Mismo tipo, resolución, densidad y diagonal que lo que vimos en la primera edición, con un Dynamic AMOLED que como han dicho mis compañeros tiene un tacto mejor del esperado, aunque muy distinto a lo que podemos notar con un Samsung Galaxy Note 10+ o cualquier otro de los móviles estándar de la marca.
La sensibilidad táctil es correcta tanto en la de 7,3 pulgadas como en la pequeña, sin que haya toques accidentales. A esto ayuda que en ambos casos tenemos marcos generosos, ya sean los que deja el propio chasis con la pantalla externa como los bordes de protección de la interna. Y sí, a mí la pantalla externa también me parece descentrada, como a Dani (pero no tuve a mano el pie de rey para salir de dudas).
La resolución es más que suficiente en la pantalla de 7,3 pulgadas igual que su contraste. El brillo automático funciona de manera correcta y el brillo máximo cumple cuanta más luz ambiental hay.
"Con la pantalla de 4,6 pulgadas repito las mismas sensaciones que tuve en la toma de contacto y de hecho las constato: es residual, anecdótica, testimonial." Anna Martí
Con la pantalla de 4,6 pulgadas repito las mismas sensaciones que tuve en la toma de contacto y de hecho las constato: es residual, anecdótica, testimonial. Vengo de un iPhone 7 (4,7 pulgadas y marcazos, las cosas como son), pero aún así este panel me resulta incómodo y en cierto modo “agobiante”, sobre todo por el gran tamaño que da a los elementos One UI en su configuración de fábrica. Al final cae en el olvido, casi por castigo.
Pasando al rendimiento, no se echa en falta más RAM o procesador teniendo uno de los procesadores más potentes de la casa y 12 GB de RAM. Tranquilidad absoluta al ejecutar tareas pesadas, abriendo varias a la vez y buscándole las cosquillas, notando algo de calentamiento en las partes más cercanas a la bisagra pero dentro de lo normal (también según lo que indica CPU-Z). Posteriormente os pondremos los benchmarks que hemos podido realizar.
El software está bien adaptado hablando del cambio de una pantalla a otra. En los ajustes encontramos opciones para personalizar esto según nos convenga y según apps, de modo que en general podremos elegir qué apps pueden continuar en ejecución al pasar de una pantalla a otra de la externa a la interna, pero como comentaba Mario si pasamos de la pantalla de 7,3 a la de 4,6 pulgadas la tarea puede reiniciarse.
Lo que también es un poco confuso es el volteo. Como también explicaba Merinowski las tareas se voltean automáticamente, pero no ocurre lo mismo con el sistema. Pantalla de bloqueo y escritorio quedan en vertical siempre y los volteos, cuando ocurren, no siempre van finos. Ahí hay trabajo por hacer para tener una experiencia fluida y satisfactoria, es de hecho donde vemos más lag (pocas veces al maximizar o minimizar).
Sobre la cámara ya ha comentado Dani algunos apuntes que resumen bastante la experiencia y con los que coincido en gran parte (no del todo). Creo que la fotografía de Samsung puede dar más porque lo ha hecho hace años, pero en mi experiencia siguen conformándose la foto "resultona" y no la de máxima calidad.
Tardaron en colocar la triple cámara (considero que un tele y un gran angular junto a la lente normal es una combinación tan de moda como ganadora) y no lo hicieron nada mal, pero no se diferencian claramente. Lo que más echo de menos es detalle; veo fotos muy contrastadas, con contornos exagerados y exponiendo regular por la tarde, sin que haya una iluminación exigente o insuficiente.
Son situaciones más complejas que las macro o que los exteriores bien iluminados (y en las macro Samsung sabe muy bien jugar sus cartas, por cierto), pero vemos mejores desempeños en móviles actuales y creo que pueden trabajar algo más (quizás en el software). La apertura dual no me supone un añadido ni tampoco los modos de desenfoque del retrato: son muy forzados y exagerados como los del modo apertura de Huawei (pero por suerte en este caso no son necesarios).
Lo que noto además es que la app de cámara se arrastra especialmente, como si necesitase optimización o pulir algo para que funcione bien en este peculiar dispositivo. Con 12 GB de RAM y buenos componentes la fotografía no debería de tener lag.
Análisis en profundidad: el perfil técnico de un dispositivo que quiere valer por tres
Para complementar todo esto y aportar el resto de aspectos que normalmente comentamos en un análisis, ahora añadimos las secciones habituales y así dar más datos sobre la experiencia con las pantallas, la fotografía y el resto de aspectos del dispositivo.
Diseño: la lección aprendida en la construcción de un dispositivo plegable
Como introducíamos antes, en el Samsung Galaxy Fold se han aplicado algunas modificaciones en la construcción. La bisagra sigue quedando en el interior, pero ahora queda más protegida de la entrada de polvo y arenilla al no haber hendiduras en los dos extremos que quedaban en la parte interior (la de la pantalla plegable).
Tampoco viene con ese protector de pantalla que no debía quitarse (y se quitó), no al menos a modo de lámina añadida, sino más integrado y quedando bajo el borde de este panel interno. Todo lo demás es igual que aquel primer Fold que ya probamos, con acabados que recuerdan a los Note (al combinar varios colores), todo en brillo y con bordes curvos (dibujan un semicírculo completo y queda todo muy cerrado, salvo por la bisagra).
Habréis leído en nuestras experiencias que normalmente tuvimos una primera sensación de fragilidad, de que con tanto abrir y cerrar lo acabaríamos rompiendo. Pero en nuestro caso, tras pasar por cinco manos (y con usos relativamente intensivos) a nosotros el Galaxy Fold nos ha aguantado sin problemas y sin detectar problemas con la pantalla o con el mecanismo de pliegue del dispositivo.
Es un dispositivo algo más pesado que un móvil estándar, pero teniendo en cuenta las dimensiones en realidad no lo es tanto. Lo comparamos con algunos móviles de los que han integrado una pantalla más grande este año y con uno de los pocos tablets de hasta 7,3 pulgadas.
Altura (mm) |
Anchura (mm) |
Grosor (mm) |
Peso (g) |
Pantalla (pulgadas) |
Superficie frontal (cm2) |
Volumen (cc) |
Batería (mAh) |
|
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Samsung Galaxy Fold |
160 |
117,9 |
6,9 |
276 |
6,8” |
188,6 |
130,16 |
4.380 |
Xiaomi Mi MIX Alpha |
154,4 |
72,3 |
10,4 |
241 |
7,92” |
111,63 |
116,1 |
4.050 |
Samsung Galaxy Note 10+ |
162 |
77,2 |
7,9 |
196 |
6,8” |
125,3 |
98,98 |
4.300 |
Huawei Mate 30 Pro |
158,1 |
73,1 |
8,8 |
198 |
6,53” |
115,57 |
101,7 |
4.500 |
Pixel 4 XL |
160,4 |
75,1 |
8,2 |
193 |
6,3” |
120,46 |
98,78 |
3.700 |
iPhone 11 Pro Max |
158 |
77,8 |
8,1 |
226 |
6,5” |
122,92 |
99,57 |
3.969 |
Lenovo Tab V7 |
177,9 |
86,5 |
7,9 |
195 |
6,95” |
153,88 |
121,56 |
5.180 |
Teniendo en cuenta que la pantalla grande del Fold es mayor, que integra otra más y también hasta seis cámaras, no queda nada mal con respecto al Lenovo Tab V7 y pesa 50 gramos más que el iPhone 11 Pro Max. Además, es bastante delgado (desplegado).
Plegado es bastante más grueso que cualquier dispositivo móvil actual, acercándose más a un portátil por motivos obvios. Pero hablando de la anchura resulta muy aproximado a las dimensiones de un iPad mini o cualquier otro tablet más “cuadrado” de 7 pulgadas, siendo muy estrecho plegado (recuerda más a un mando de televisor que a un móvil).
Es bastante cómodo sostenerlo en general y no es resbaladizo en exceso, aunque lo que sí ocurre es que se ensucia con mucha facilidad. La distribución y colocación de las cámaras nos ha resultado correcta en el uso, aunque la de los altavoces no parece la más adecuada al taparse con facilidad al jugar.
El lector de huellas queda en uno de los lados para que no quede oculto ni inaccesible en ninguna de las configuraciones, aunque normalmente requerirá que lo busquemos un poco (nuestro dedo pulgar o índice no “cae” tan directamente como ocurre en otros casos con un lector lateral). Los botones físicos incluyen el botón para Bixby, cuya configuración vuelve a ser bastante parca en opciones.
Hablando de marcos y demás, la sensación es de que estamos ante un primer paso a nivel de estética y diseño. En la era de las “pantallas infinitas”, algo que la propia Samsung persigue de manera fehaciente y en algún caso ejemplar, nos vemos con este dispositivo con notorios marcos en ambas pantallas. Parecen más necesarios en la interna (por protección) que en la externa, pero desde luego no podemos evitar cierto viaje al pasado sobre todo con la de 4,6 pulgadas, tan pequeña y rodeada.
A falta de comprobar lo que el fabricante ha querido asegurar públicamente, el mecanismo parece resistente tanto a aperturas y cierres como a posibles aperturas forzadas accidentales más allá de los 180 grados. Como hemos dicho, la depresión en el panel de 7,3 pulgadas es algo inherente al Fold y lo notaremos en el uso, pero no va a suponer ningún problema en el mismo más allá de que nos pueda gustar más o menos.
Pantallas: doblar o no doblar, ésa es la cuestión
La tabla de especificaciones no determina la experiencia pero a veces permite aventurar algún aspecto, y en este caso nos ocurre con las pantallas. Hablamos de un panel de 7,3 pulgadas con resolución QXGA y otro de 4,6 pulgadas con resolución HD, ambas Super AMOLED (21:9).
El AMOLED de Samsung sigue dando negros puros y profundos que se lucen especialmente con los temas oscuros, algo saturado y frío de fábrica aunque encontramos opciones para intentar ajustarlo. Eso sí, el ajustes de temperatura no es lo gradual que debería para dar la opción más adecuada según cada preferencia.
Hablando de la pantalla flexible, la resolución es más que suficiente, así como el contraste. La lectura, la visualización de contenido web y en general se producen de manera satisfactoria en esta pantalla un tanto más plasticosa que los paneles habituales, pero sin ser desagradable al tacto o enfatizarse esta sensación como hemos comentado en nuestras experiencias.
La pantalla incrustada en la cubierta no da la misma experiencia. Ya hemos comentado que normalmente resulta más incómoda debido a la reducida superficie, el formato y sobre todo el manejo derivado del agarre que implica un factor forma tan alargado, pero a esto se suma que tampoco tiene el contraste de la pantalla grande y ni mucho menos la resolución: es como viajar al pasado, a más de cuatro años atrás.
Los ángulos de visión también son mucho mejores en el panel de 7,3 pulgadas, permitiendo mucha más inclinación y juego en este sentido. El brillo automático parece trabajar de manera similar en los dos casos, y no hemos encontrado ningún comportamiento anómalo a este respecto y el brillo máximo nos ha parecido suficiente en ambas pantallas cuando más intensamente daban los rayos de sol.
Las soluciones de navegación que vemos son parejas para ambas pantallas: One UI provee de los botones táctiles tradicionales o los tiradores a modo de “proto-gestos” que estamos viendo en los móviles de Samsung desde el último año. Los primeros quedan a un lado en el modo tablet, de modo que quedan más cercanos al pulgar (similar a los habituales “modos a una mano), pero es una lástima que no haya gestos al uso al menos para este panel, de modo que hubiese un manejo similar al que vemos en los iPad, bastante más cómodo e intuitivo.
En cuanto al software, encontramos opciones para que configuremos qué apps han de mantenerse abiertas al cambiar de pantalla, aunque en última instancia dependerá del desarrollador y lo que permita. En general vemos las mismas opciones de pantalla que en otros móviles, hablando de la pantalla ambiente (Always On), configuración y fondos de pantalla, aunque esto último no acaba de funcionar bien y tampoco se llega a entender cuándo cambiamos un fondo u otro.
En el apartado de software comentaremos más aspectos, sobre todo una de las principales novedades de Samsung con este dispositivo: la multiventana. Lo que concluimos sobre las pantallas es que la flexible da resultados muy buenos, quizás por encima de las expectativas (sobre todo a nivel de sensibilidad táctil), y la de 4,6 pulgadas al final suele acabar en el olvido.
Rendimiento: no hace falta tener lo más reciente para cumplir bien con todo
Samsung quiso que su primer dispositivo flexible fuese a la última y lo blindó con el que era su procesador más potente en ese momento, el Exynos 9820, y 12 GB de RAM que siguen siendo el máximo que vemos en móviles Android. Ingredientes que anticipan una buena experiencia a nivel de rendimiento al menos en un móvil con una sola pantalla, veamos qué ocurre con éste.
Poca sorpresa si hemos leído las experiencias anteriores. Hemos jugado, cargado tareas pesadas incluso a pares y no hemos visto que el hardware no dé para todo esto. El Samsung Galaxy Fold ejecuta todo sin quejas extendido, semiplegado o como queramos, y sin apenas calentarse.
Os hemos prometido benchmarks y aquí los tenéis. Salvo el test de batería, todos se han ejecutado sin problemas.
Samsung Galaxy Fold | Samsung Galaxy Note 10+ | Xiaomi Mi 9 | LG V50 ThinQ | OPPO Reno 10x Zoom | OnePlus 7 Pro | Huawei P30 Pro | Realme X2 Pro | iPhone 11 Pro | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Procesador | Exynos 9820 | Exynos 9825 | Snapdragon 855 | Snapdragon 855 | Snapdragon 855 | Snapdragon 855 | Kirin 980 | Snapdragon 855+ | Apple A12 Bionic |
RAM | 12 GB | 12 GB | 6 GB | 8 GB | 8 GB | 8 GB | 8 GB | 12 GB | 4 GB |
AnTuTu | 440.496 | 340.698 | 374.570 | 315.066 | 361.293 | 376.968 | 261.115 | 461.370 | 313.341 |
Geekbench 5.0 (single/multi) | 697 / 2.497 | 819 / 2.315 | 724 / 2.683 | 3.507 / 10.948 (4.0) | 3.153 / 11.143 (4.0) | 720 / 2.698 | 668 / 2.365 | 677 / 2.577 | 4.803 / 11.178 (4.0) |
PCMark Work | 9.561 | 8.361 | 9.036 | 9.364 | 8.649 | 9.991 | 7.644 | 12.508 | - |
El hecho de que no veamos ningún problema en apps como los videojuegos, la edición de fotografía o de vídeo y la multitarea, y de que en general tengamos una buena experiencia, nos hace pensar que los pequeños parones y lags puntuales que muy ocasionalmente hemos percibido parezcan eventos más relacionados con el software. Sobre todo porque suelen estar vinculados al volteo de la pantalla o el minimizar una app.
Software: no ha evolucionado de la mano del dispositivo
Hemos dado ya bastantes pinceladas sobre este área, pero no está de más comentar qué es lo que lleva este Galaxy Fold y cómo es el desempeño. Hablamos de One UI, la capa de personalización de Samsung, sobre Android Pie 9.
La interfaz no presenta cambios con respecto a lo que hemos visto en los móviles de la marca este año, con secciones espaciadas e iconos grandes al menos como vienen configurados de fábrica. Hay algunas apps propias pre-instaladas y muy pocas de terceros, pero podemos eliminarlas (desactivarlas en el caso de las de terceros) en su mayoría si no nos interesan.
Eso sí, normalmente las propias serán las que estén mejor adaptadas a todo, tanto a la pantalla pequeña como a los cambios de una a otra (o ventanas flotantes). En apps de terceros podremos ver, sobre todo en juegos, interrupciones pasando de la pantalla grande a la pequeña o bien la superposición de las cámaras internas a la interfaz, ocultando elementos.
Hablando de la multiventana, Samsung ha habilitado que la pantalla dividida permita tener abiertas tres apps de manera simultánea. Aunque el número puede ser mucho mayor teniendo en cuenta las ventanas flotantes, pudiendo abrir hasta ocho tareas, aunque lo cómodo suele ser tener como mucho cuatro (una flotante y tres en la pantalla dividida).
La versatilidad de esto es patente, pudiendo por ejemplo escribir notas mientras vemos un vídeo o navegar por la red y las redes sociales mientras hacemos una videollamada. Clave para esto es la pestaña accesoria, a modo de la Pantalla Edge que vemos en móviles con curva como el Samsung Galaxy 10+, con la que podemos “lanzar” apps flotantes acercando el icono que nos interese a la intersección de la pantalla dividida.
Algo que ya hemos anticipado es que lo que falta por afinar es que faltan algunas secciones a las que incluir en el volteo automático de pantalla, como son la pantalla de bloqueo o el escritorio. Ahí queda trabajo por hacer en cuanto a optimización para que el usuario tenga una experiencia “más tablet” cuando usa el Fold abierto en orientación horizontal.
No hay cambios en apartados como el de mantenimiento, bienestar digital y otros añadidos de One UI que vimos anteriormente. La capa también procura opciones extra con respecto a Android stock hablando de pantalla, como hemos visto, y para el audio (lo veremos en dicha sección).
Hablando de la biometría, el Galaxy Fold soporta tanto reconocimiento facial como lectura de huella dactilar. La segunda es posible gracias al lector físico lateral, que tiene un comportamiento similar al que vimos en el del Samsung Galaxy A7 (2018), pero algo más exigente a nivel de la superficie de la huella requerida.
Pese a esto, normalmente el desbloqueo es rápido en cuanto hemos colocado bien el dedo. Aunque lo que más cómodo resulta es el desbloqueo facial, si bien no se trata de un sistema avanzado como el Face ID u otros similares.
El desbloqueo facial funciona tanto en la pantalla externa como en la de 7,3 pulgadas. No funciona en la oscuridad absoluta, pero normalmente la pantalla activa produce la suficiente iluminación para que éste funcione.
Así, es necesario tener la pantalla activa para el desbloqueo facial (no para el lector de huellas), pero a favor queda que normalmente funciona aunque tengamos el dispositivo en un plano más inclinado con respecto a nuestra cara (es decir, no es estrictamente necesario tenerlo totalmente de frente para la lectura). Quizás en un futuro la pantalla externa evolucione hasta integrar un lector de huellas ultrasónico como el que hemos visto en otros buques insignia de la marca, pero de momento esto es lo que ofrece el único dispositivo plegable de Samsung a nivel de métodos de desbloqueo.
Fotografía: cámaras por todas partes, pero poca sorpresa
Las cámaras del Samsung Galaxy Fold son prácticamente un clon de las que tenía el Samsung Galaxy S10+ a nivel de hardware, si bien el Fold añade una tercera cámara para esa parte externa que acompaña así a la pantalla de 4,6 pulgadas. Hacemos un breve repaso de las especificaciones y la app antes de mostraros los resultados.
- Cámaras traseras
- Sensor de 16 megapíxeles con una lente de ultra gran angular con un campo de visión de 123 grados y apertura f/2.2.
- Sensor Dual Pixel de 12 megapíxeles con lente gran angular, apertura dual f/1.5- 2.4 y estabilización óptica de imagen.
- Sensor de 12 megapíxeles con objetivo telefoto con apertura f/2,4.
- Cámaras frontales
- Sensor de profundidad de 8 megapíxeles una lente con apertura f/1.9.
- Sensor de 10 megapíxeles con lente con apertura f/2.2.
- Sensor de 10 megapíxeles con lente con apertura f/2.2 (pantalla externa).
La app de cámara mantiene la interfaz, el estilo y las tipografías conocidas si tenemos un smartphone Samsung, con esa característica de poder ordenar y eliminar las pestañas de modos que nos interese. El HDR sigue estando oculto entre las opciones y según qué resolución activemos de vídeo podremos activar o no la estabilización.
Una peculiaridad es ese segundo obturador flotante que se ha añadido para la interfaz de la pantalla grande, de modo que podremos desplazarlo donde nos parezca más cómodo (por ejemplo, más cerca del pulgar, dado que el obturador fijo queda bastante lejos al estar al medio de la pantalla). Los controles para el zoom y el gran angular son los que ya hemos ido viendo en los móviles con tres y cuatro cámaras traseras, y entre tanta pestaña vemos modos como el Pro (que sigue siendo la manera de jugar con la apertura dual), el modo retrato (con sus cuatro modos de bokeh a elegir) o el modo noche.
En cuanto a la calidad de las imágenes, aunque ya hemos comentado algunas pinceladas en las experiencias anteriores, vemos un resultado aceptable y sobre todo una versatilidad patente. Es fácil cambiar de una lente a otra y esto hace que el usuario quiera usarlo, sobre todo al hacer fotos con la pantalla grande (quizás hacer fotos con un tablet tenga su punto si se tienen buenas cámaras).
Las fotos cumplen en cuanto a rango dinámico pero algo justas, incluso con HDR. De hecho, en muchas ocasiones no hay diferencia entre uno y otro modo, salvo en contraluces, donde hay que tener cuidado porque tiene y mucho a la subexposición.
La colorimetría es bastante fiel a la realidad, con algo de sobresaturación pero sin empobrecer el resultado. El habitual toque de viveza de Samsung que suele favorecer en fotos de flores y jardineras (y especialmente las macro).
En interiores se porta bastante bien, aunque aquí empieza a aparecer la falta de nitidez en primeros planos cuando hablamos de un retrato (sin el modo de enfoque dinámico). Lo que veremos es que el balance de blancos automático puede variar bastante al usar el gran angular de noche, tendiendo a los rojos.
El ultra gran angular y el zoom se portan bien, sin evolución con respecto a los anteriores buques insignia. El detalle es lo que más se echa en falta en el gran angular, pero la compensación de la curvatura por lente se nota y no vemos exageraciones ni aberraciones en los bordes.
Buen rendimiento del zoom también en general, incluso de noche y usándolo de lupa o telescopio en interiores. Hablando del zoom óptico 2x el resultado es bastante bueno, con pérdidas si vamos a más (aunque por comodidad suele acabándose usando el óptico principalmente).
El modo de enfoque dinámico o retrato actúa con bastante rapidez incluso en situaciones más exigentes. El recorte normalmente es acertado y se reconoce bien al sujeto principal, pero es inevitable que en entornos más exigentes (menos contraste, menos luz) haya algún borrón pequeño o ligera confusión.
Lo que sigue habiendo son cambios en el balance de blanco y la nitidez de la piel, sobre todo hablando del modo retrato las cámaras frontales. Quizás es algo buscado, pero incluso desactivando las opciones de belleza nos da un resultado poco realista, en parte por ese desenfoque que (como ya hemos matizado) no es gradual, sino más bien plano y forzado.
La cámara frontal da, en general, buenos resultados, con colores naturales y preservando un mínimo de detalle incluso en situaciones de luz baja. Eso sí, es algo lenta y tendremos que esperar un poco tras pulsar el obturador si no queremos que la foto salga movida.
Autonomía: dos pantallas y la flexibilidad no amedrentan los 4.380 mAh
El curioso chasis del Galaxy Fold ha dado a los ingenieros espacio para poner una batería de 4.380 mAh. No es una capacidad de récord teniendo en cuenta la diagonal de la pantalla principal, pero pasa esa especie de barrera psicológica que a veces tenemos con los 4.000 mAh como mínimo en un tope de gama de Android de más de 6 pulgadas para entender que dará una experiencia aceptable.
¿Ha sido así? A falta de poder probarlo más tiempo, como pueden ser dos semanas, lo que hemos visto en el día a día es que una carga da para más de un día de autonomía. Normalmente una jornada de uso relativamente intenso consume en torno al 50-60%, con lo que llegamos a la noche con batería de sobra para empezar la siguiente si hemos partido del 100%, y hacia el 25% restante si hemos empezado el día con el 70-75% de la carga.
Con el cargador que se entrega con el terminal, la carga total del dispositivo se completa en menos de dos horas, lo cual también se agradece. No hemos notado diferencias entre el uso con modo oscuro y modo claro en cuanto al tema del sistema.
Al final lo que hemos hecho es salir de casa con tranquilidad sin estar pensando en una batería externa o un enchufe cercano. Incluso con horas de juego, vemos una autonomía más que aceptable y no parece que el tener dos pantallas penalice, quizás también por un buen resultado de la disipación del calor.
Audio: sonido estéreo y Galaxy Buds para una experiencia completa
El Samsung Galaxy Fold no es un terminal delgado, pero pese a esto no integra jack de 3,5 milímetros. Podemos usar auriculares USB tipo C, o bien los Galaxy Buds que se entregan con el móvil.
Ahora comentaremos la experiencia con auriculares, pero primero algunas notas sobre los altavoces externos. Como hemos anticipado, hablamos de sonido estéreo y de dos altavoces colocados en los extremos superior e inferior (o izquierdo y derecho, si tenemos el móvil en horizontal) de la mitad que incorpora la pantalla externa.
No es la mejor ubicación porque quedan tapados, pero al menos el sonido que emiten es de calidad y tiene muy buen rango dinámico. Hemos podido medir unos 103,2 decibelios a la salida del altavoz hablando del volumen máximo (quedando así a unos 70 ambientales a un metro de distancia, más o menos), aunque se tiene bastante mejor experiencia si no pasamos del 85% de volumen, sobre todo hablando de podcasts y programas de radio.
Hay algunos ajustes para mejorar la experiencia de audio, pero sobre todo se centran en auriculares. Sin tocar nada, nos han gustado bastante los Galaxy Buds, ya que teniendo en cuenta las dimensiones de los mismos nos ha parecido que el audio es muy bueno con ellos.
Hablando en general de éstos y otros auriculares, conviene darse una vuelta por las opciones de audio sobre todo porque nos permiten activar el Dolby Atmos y porque podemos personalizar el perfil de audición. Se trata del habitual software que emite un test de pitidos a diferentes frecuencias con lo que al final nos da un perfil personalizado compensando aquello que más se ajusta a nuestra audición, habiendo también algunos perfiles según edades (en nuestra experiencia, el resultado de nuestro perfil comparado al que se ofrece para nuestro rango de edad era bastante similar).
Samsung Galaxy Fold, la opinión de Xataka
La sensación en general con un móvil así es una mezcla entre la expectación, el escepticismo y la sensación de que “con más pantalla todo irá mejor”, pero no ha sido así de manera determinante y clara en el Samsung Galaxy Fold. El concepto sigue siendo interesante ahora que es una realidad, con este un primer esbozo definitivamente lanzado al mercado, pero la experiencia con la pantalla plegable (o la doble pantalla) ha variado entre adecuada, mejorable, indiferente y complementaria.
La pantalla grande nos ha satisfecho sobre todo en la visualización de contenidos, así como en juegos como el ‘COD’ y para leer libros. Nos ha permitido sacar más partido que un móvil estándar en tareas que normalmente llevan más tiempo como escribir correos más elaborados o hacer una búsqueda algo más intensiva, pero el efecto colateral de esto es el que ha quedado patente en las cinco experiencias que hemos recogido: la pantalla exterior se usa muy poco y se acaba olvidando.
Así, el reclamo más claro de este tipo de dispositivos parece por ahora el de la productividad y el entretenimiento, teniendo un dispositivo de tamaño tablet en en unas dimensiones que le dan más portabilidad (aunque no acaba de convencer los grandes bordes negros que quedan en la pantalla por la no adaptación de los contenidos). Pero con una pantalla externa tan limitada al final la experiencia es muy similar a la de tener un tablet pequeño, ya que siempre lo hemos acabado abriendo y lo hemos “disfrutado” plegado más bien en nuestros bolsos y bolsilos.
La construcción y el diseño en general nos han parecido relativamente fiables, no para poner las manos en el fuego pero lo suficiente como para mostrarnos que el sistema sobrevive más de una semana a innumerables aperturas y pliegues. En común tuvimos esa primera sensación de “ups, me da miedo romperlo”, si bien más o menos se fue pasando a medida que usábamos el móvil.
Vemos puntos positivos de cara a esa multiventana más explotada, ya que por ese aspecto ratio la doble ventana ya suele ser más provechosa que en una diagonal menor (o una pantalla más alargada), aunque tendría que ser más intuitiva. La autonomía también nos ha dado buenas sensaciones, teniendo en cuenta que lo hemos usado bastante y que hablamos de dos pantallas (una más grande) y un total de miliamperios/hora que tampoco supone un salto con respecto a otros móviles más pequeños.
No obstante, no acaba de resultar cómodo para usos tan habituales como la fotografía o en ocasiones el multimedia. Quizás el diseño pueda mejorarse para que no haya tanto cambio al usarlo como lector o soporte de escritura o bien como cámara, quizás también con un mejor desarrollo y desempeño de la pantalla externa, que al final es como el apéndice del Fold (si está tiene su función, pero se puede vivir sin ella).
Al final es una suma de novedades y aspectos a mejorar que enturbian un poco el deseo de tener un móvil así tal cual se nos plantea: vemos atractivo el concepto y nos sigue planteando curiosidad el pensar cómo van a seguir desarrollándolo, pero nos parece que el Galaxy Fold es aún algo primigenio y casi más aspiracional. Más de “mira, tengo el primer dispositivo plegable totalmente funcional y lo abro y lo cierro las veces que quiera” que de “ahora que lo he podido probar bien, ya no vuelvo a lo anterior”.
8.8
A favor
- La multiventana y sus posibilidades: muy versátil y funcional con este ratio y diagonal.
- La mejora en el diseño era necesaria: ya no hay agujeros en el panel principal.
- La autonomía es satisfactoria incluso usando las dos pantallas y sin cortarse con las horas de juego y vídeo.
En contra
- La pantalla de 4,6 pulgadas acaba en el olvido: es demasiado pequeña y muy poco práctica.
- El software necesita más adaptación para que la experiencia con las dos pantallas (e incluso sólo con la de 7,3 pulgadas) sea satisfactoria.
- Es relativamente fácil tapar los altavoces.
Samsung Galaxy Fold - 512GB + 12GB Negro móvil libre
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Samsung. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia Samsung Galaxy Fold, análisis: el día a día con un dispositivo plegable contado en cinco experiencias muy diferentes fue publicada originalmente en Xataka por Anna Martí .
Gracias a Anna Martí
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