¿Quién dijo que iniciarse en la realidad virtual suponía un desembolso de mil euros? Sí, puede suponerlo si buscas un casco de la gama más alta como el Valve Index, que solo el visor cuesta 539 euros, pero hay opciones más asequibles como la que hoy nos ocupa: las nuevas Oculus Quest 2, unas gafas de realidad virtual autónomas que parten de los 349 euros.
En Xataka llevamos ya unas semanas jugando con ellas, alucinando mientras pilotamos un Ala-X en 'Star Wars: Squadrons', intentando sobrevivir en 'Super Hot' y dándolo todo en 'Beat Saber'. Así pues, vamos a ver cómo se comporta y qué ofrecen estas nuevas gafas de realidad virtual en este, el análisis de las Oculus Quest 2.
Ficha técnica de las Oculus Quest 2
OCULUS QUEST 2 |
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PESO |
503 gramos |
TIPO DE PANEL |
LCD |
RESOLUCIÓN |
1.920 x 1.832 por ojo |
FRECUENCIA DE REFRESCO |
90 Hz |
PROCESADOR |
Snapdragon XR2 |
CONECTIVIDAD INALÁMBRICA |
WiFi 6 |
PUERTOS |
USB tipo C |
ALMACENAMIENTO |
64/256 GB |
SONIDO |
3D |
TRACKING |
Cámaras internas |
ELEMENTOS EN EL PAQUETE |
Visor |
PRECIO |
Oculus Quest 2 - Gafas de realidad virtual avanzado todo en uno, 64 GB
Puesta en marcha: ahora con Facebook
Una de las polémicas que han rodeado al lanzamiento de las Oculus Quest 2 es que el inicio de sesión ya no consiste en introducir una cuenta de Oculus, sino que ahora necesitamos una cuenta de Facebook que tendremos que asociar, si la tenemos, a nuestra antigua cuenta de Oculus. ¿Recordáis que a Palmer Luckey, fundador de la compañía, le dijeron que eso no sucedería? Pues ha sucedido.
En defensa de Facebook, la fusión de cuentas será opcional hasta finales de 2022, periodo tras el cual Facebook no garantiza "una funcionalidad completa" de las gafas. Decían desde Facebook que "tomaremos medidas para que puedas usar el contenido que compres después de 2022, aunque esperamos que algunos juegos y aplicaciones dejen de funcionar". En definitiva, Facebook sí o sí tarde o temprano.
En pocas palabras, a la larga tocará fusionar las cuentas. Como decía Thanos, "soy inevitable". ¿Supone esto alguna barrera de entrada a la hora de usar las gafas? Ninguna. Al contrario, basta con enlazar las cuentas, iniciar sesión con Facebook y listo, estamos listos para jugar. ¿Podría suponer eso una intromisión en nuestra privacidad? Es algo que queda en manos de cada usuario.
Dicho esto, para poner las gafas en marcha tenemos que usar la app Oculus, disponible en iOS y Android. Basta con iniciar sesión, elegir el modelo de gafas que queremos configurar, asegurarnos de que tenemos activado el Bluetooth y seguir las instrucciones, no tiene pérdida. A priori no es necesario usar el ordenador para nada, ya que las Oculus Quest 2, como las Oculus Quest o las Oculus Go, son autónomas, es decir, no necesitan que las conectemos al ordenador.
Diseño: bien de comodidad, aunque siguen siendo pesadas
Comenzamos hablando del diseño, y hay algunos elementos a comentar. El primero es que el botón de encendido ha cambiado de sitio, situándose ahora en la zona derecha. En la parte inferior tenemos los botones de volumen en una posición cómoda y en la parte izquierda el puerto USB tipo C y el jack de auriculares. Veremos que aunque los altavoces integrados se escuchan bien, la experiencia gana enteros con auriculares.
En la parte delantera tenemos el frontal, simple, sencillo y minimalista con un elegante acabado en blanco. En las esquinas tenemos las cuatro cámaras de posición que ayudarán a que la cámara sepa dónde estamos y nos avise mediante una guía in game de que nos estamos saliendo. Recordemos que para jugar con este tipo de dispositivos es recomendable tener un espacio generoso para evitar estrellarnos contra un armario, os lo dice alguien que tiene un amigo al que le ha pasado (ejem, ejem).
Las Oculus Quest 2 están hechas de plástico y, aunque no transmiten una sensación excesivamente premium, se notan robustas. Es importante, en tanto que son unas gafas que piden a gritos ser transportadas para jugar en casas de amigos. Esta misma sensación la tendremos con los controladores, de los que hablaremos más adelante.
La correa es ajustable y el tacto, aunque no es excesivamente suave, es correcto. El mecanismo de ajuste es un poco complejo, ya que en lugar de tener un sistema de rueda, que es más cómodo y sencillo, tenemos un sistema de presillas algo complicado de manejar. La correa de la parte superior, la que tendremos sobre nuestra cabeza, se vale de un velcro que tendremos que apretar más o menos en función de nuestra cabeza.
Durante nuestras pruebas, y hemos jugado un buen puñado de horas, no hemos acabado con marcas de ningún tipo ni con molestias, más allá de la "incomodidad" que supone llevar un dispositivo de medio kilo en la cabeza. El peso está mayormente en el propio headset, por lo que en condiciones normales la cabeza se nos va un poquito hacia abajo, algo que tendremos que compensar haciendo fuerza. Es el problema de una tecnología que todavía tiene margen de mejora en cuanto a miniaturización.
La zona interior tiene una cubierta de gomaespuma suave, cómoda y que puede llegar a pegar algo de calor cuando las usamos durante mucho tiempo, aunque nada grave ahora que estamos en invierno. Las lentes, generosas en tamaño, se pueden mover tres posiciones para adaptarlas a la ubicación de nuestros ojos, algo que recomendamos encarecidamente hacer antes de ponernos a jugar. De hecho, es algo que tendremos que hacer durante la configuración de las mismas.
¿Son cómodas de usar con gafas? No de por sí, pero Oculus ha tenido a bien incluir un adaptador que añade algunos milímetros de espacio para que podamos usar el casco con las gafas y, con él, la experiencia es mucho mejor. ¿Problema? Que por el hueco que las Oculus Quest 2 dejan para nuestra nariz se filtra algo de luz. No mucho, pero está ahí. Cuando ponemos el adaptador, ese espacio también aumenta, por lo que no tendremos los ojos completamente sellados. No es que sea muy incómodo, pero si miras hacia abajo podrás llegar a ver el suelo de la estancia, saliéndote así un poquito de la realidad virtual.
Vistas las gafas, hablemos de los mandos. Son, sencillamente, superlativos. Los botones y trackpads son fácilmente accesibles y la ubicación de los gatillos es sensacional, ya que nuestros dedos índice y corazón caen sobre ellos de forma natural. Algo que nos ha gustado de los botones son diferentes, algo que permite identificarlos rápidamente mientras jugamos. Sabemos que los botones ABXY son ABXY porque sobresalen, mientras que el del menú y el de Oculus están integrados en el mando, por lo que no hay margen de error al pulsar un botón.
También cabe destacar que son muy ligeros, por lo que no es incómodo estar jugando con ellos durante mucho rato. Evidentemente, dependerá de cada juego, ya que hay algunos títulos que sí los exprimen al máximo, como 'Beat Saber', y otros en los que no los podemos usar, como el ya mencionado 'Star Wars Squadrons'.
En resumidas cuentas, las Oculus Quest 2 son unas gafas de realidad virtual cómodas que, sin ser perfectas (fugas de luz y peso), son una buena puerta de entrada a la realidad virtual. El no necesitar de sensores de posición adicionales y poder jugar literalmente en cualquier lado es sencillamente fabuloso.
Experiencia y rendimiento: realidad virtual asequible con un "pero"
Pero vayamos al grueso del asunto: la experiencia en videojuegos. Las Oculus Quest 2 montan un procesador Snapdragon XR2. Le acompañan, en nuestro caso, 64 GB de almacenamiento interno, aunque hay una versión con 256 GB de almacenamiento. Este nos servirá para almacenar juegos en las propias gafas, algo que tiene sentido si tenemos en cuenta que son autónomas, aunque también podemos conectarlas al ordenador.
Primero veremos el rendimiento con juegos instalados en las gafas y luego ahondaremos en las opciones para conectarlos al PC. Cuando las usamos de forma autónoma el rendimiento es más que correcto, muy bueno, hasta el punto de que no hemos notado ningún tipo de lag o salto de frame que nos saque de la simulación. Los gráficos no son comparables a los que conseguiremos conectando las gafas al PC, pero la experiencia es muy positiva. En última instancia dependerá de cada juego.
Con las Oculus Quest 2, Oculus/Facebook ha dado un salto en resolución notable que se agradece dentro de los juegos. Los dos paneles LCD que tenemos en el interior ofrecen una calidad de imagen muy buena, con unos colores naturales, aunque no al nivel de los paneles OLED. Es difícil describir los gráficos de las Oculus Quest 2, pero podemos quedarnos con la idea de que el salto con respecto a las generaciones es sustancial y nos ha dejado con muy buen sabor de boca.
Sobra decir que a la distancia a la que tenemos los ojos de las lentes y con semejante cantidad de píxeles a lo ancho y a lo alto es imposible distinguir los píxeles de los juegos. Oculus ha hecho un trabajo excepcional con sus gafas de realidad virtual y jugar con ellas es toda una gozada.
Otra cosa que podemos hacer con estas gafas es ver películas en servicios de streaming como Netflix, cuya interfaz, por cierto, es de lo más curiosa. Para ello hay que seleccionar dichos servicios en Oculus Home. Es como un salón con una enorme pantalla en la que se reproduce el contenido. Muy, muy curioso, aunque si me preguntas a mí prefiero ver una película o serie en mi televisor, pero no está mal que las gafas den la opción.
Pasamos así a los juegos de ordenador (véase de Steam), un proceso que sigue siendo más laborioso de la cuenta. Idealmente, debería ser tan sencillo como conectar las gafas, que Steam VR las detecte y empezar a jugar, pero hay que hacer todo un proceso de configuración que puede generar cierta fricción al menos la primera vez. Lo bueno es que hecho una vez, aprendido a hacer todas las veces.
Para conectar las gafas al ordenador tenemos que usar un cable USB tipo C a, preferiblemente, USB tipo C, y la herramienta Oculus Link. ¿Problema? No todas las torres tienen puerto USB tipo C, la mía incluida. De hecho, Facebook nos mando el Oculus Link Cable, pero no hemos podido probarlo porque la torre que hemos usado no tiene este puerto. Aunque tranquilidad, porque podemos usar cualquier cable USB tipo C - USB tipo A conectándolo a un puerto USB 3.0. Nosotros, de hecho, hemos usado el cable de unos auriculares Corsair Virtuoso y sin problema.
Los gráficos, evidentemente, dependerán de la potencia de nuestro ordenador. Es algo a tener en cuenta para evitar sorpresas desagradables. El mismo juego ejecutado en las gafas y en el ordenador tiene diferentes gráficos, ya que si el ordenador es potente conseguirá exprimir al máximo el título y ofrecernos la mejor calidad gráfica.
Nosotros hemos jugado a títulos como 'Star Wars: Squadrons' y la experiencia es sobresaliente, pero seguramente recordéis que el título de esta sección dice que hay un "pero", y no precisamente menor. Las Oculus Quest 2 tienen una tasa de refresco máxima de 90 Hz, pero todavía no está disponible. Facebook dice que llegará más adelante mediante una actualización, así que actualmente hay que conformarse con 72 Hz.
Son suficientes para exprimir los juegos y conseguir esa inmersión que tanto gusta de la realidad virtual. El juego se mueve al mismo tiempo que nuestra cabeza y no hay retardo de ningún tipo, incluso en juegos con una calidad gráfica muy alta, pero es una pena que teniendo la opción de correr a 90 Hz estemos obligados a jugar a 72 Hz hasta que llegue esa actualización de la cual, por ahora, no se sabe nada.
Otro aspecto que se echa en falta es poder jugar a juegos de ordenador de forma inalámbrica. Es posible, pero se requiere de software de terceros y ciertas ganas de ponerse a configurarlo todo. Sería un puntazo que siendo unas gafas autónomas se pudieran ejecutar los juegos en el PC y emitirlos al headset de forma nativa, pero actualmente no es posible.
Dos puntos que no querríamos dejar de comentar son que al usar unas cámaras para ubicarnos en la estancia es necesario que haya cierta luz. A nosotros nos ha pasado que hemos estado jugando y al apagar la luz el dispositivo ha dejado de ubicarnos bien. No nos ha pasado muchas veces y basta con encender una lámpara, simplemente es algo que conviene tener en cuenta. El segundo es la batería. Con la integrada en el dispositivo es suficiente para jugar durante unas dos horas y media más o menos de forma autónoma. Los mandos, por su parte, usan una pila AA cada uno que están incluidas en la caja.
Finalmente, hablemos del sonido. Reconozco que no tenía las expectativas muy altas y las Oculus Quest 2 me han sorprendido gratamente. Suenan muy bien, lo suficiente para que nos sumerjamos en el juego, entendamos bien los diálogos y nos sorprendan los disparos y golpes que recibimos. Si no tienes auriculares puedes usar los altavoces incorporados sin problema, aunque yo, a título personal, he disfrutado más con unos auriculares cableados in-ear con gomillas de silicona, ya que consiguen aislarnos mejor.
Oculus Quest 2, la opinión de Xataka
En resumidas cuentas, las Oculus Quest 2 son unas gafas de realidad virtual excepcionales y, probablemente, de las mejores que podemos comprar a día de hoy para iniciarnos en la realidad virtual sin hacer un desembolso elevado. No son perfectas ni mucho menos y tienen margen de mejora, sobre todo en lo relacionado con los 90 Hz, pero por 349 euros ofrecen un rendimiento sobresaliente.
Cuando las pruebas, la sensación es que es increíble que un dispositivo que no requiere de sensores de posición y que es tan sencillo de usar como ponérnoslo en la cabeza y encenderlo funcione tan bien. Los juegos ejecutados en las gafas se ven perfectamente y tener la opción de conectarlas al PC y jugar a los títulos AAA de Steam es, sencillamente, fabuloso.
Lejos de ser unas gafas de realidad virtual perfectas, son una excelente puerta de entrada a este mundo que todavía tiene mucho camino por delante en cuanto a contenido. Si quieres iniciarte en la realidad virtual y no quieres gastarte los más de mil euros que cuestan las Valve Index y compañía, las Oculus Quest 2 son una alternativa a tener muy, muy en cuenta.
Un apunte antes de terminar: ¿marean las gafas? Dependerá de tu experiencia con este tipo de dispositivos. Yo durante las sesiones de juego no ha llegado a marearme demasiado, pero sí he sentido cierto desequilibrio. Si te mareas con otras gafas, con estas seguramente lo harás también, y viceversa. Es una tecnología a la que hay que acostumbrarse y que requiere tiempo.
Oculus Quest 2 - Gafas de realidad virtual avanzado todo en uno, 64 GB
Estas gafas de realidad virtual han sido cedidas para la prueba por parte de Oculus. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia Oculus Quest 2, análisis: una de las mejores (y asequibles) opciones para iniciarse en la realidad virtual fue publicada originalmente en Xataka por Jose García .
Gracias a Jose García
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