Hemos conducido el Volkswagen ID.3, el coche eléctrico de Volkswagen encargado de iniciar una nueva era en la marca alemana, al ser el primer miembro de una nueva familia de coches 100% eléctricos llamada Volkswagen ID. Te contamos toda la información y nuestras primeras impresiones al volante.
No descubrimos nada nuevo si os decimos que el Grupo Volkswagen, como la mayor parte de los fabricantes de automóviles que aspiran a tener un futuro en la industria del automóvil, está en pleno desarrollo de su estrategia de electromovilidad con coches híbridos enchufables y coches eléctricos.
Desde este año hasta 2024 el grupo tiene previsión de invertir 33.000 millones de euros en movilidad eléctrica. 11.000 de esos millones irán destinados a la marca Volkswagen y principalmente a esta nueva familia de modelos eléctricos Volkswagen ID que nace con el ID.3.
El ID.3 no es el primer coche 100% eléctrico de Volkswagen, ya que antes vendieron el e-Golf y el e-UP. Ambos nacieron como coches de combustión y se convirtieron en eléctricos. Sí se trata del primer coche que Volkswagen ha desarrollado desde cero para ser 100% eléctrico y eso es un paso muy importante en materia de electrificación.
Además según Volkswagen la fabricación del ID.3 arroja un balance de emisiones totalmente neutro desde el punto de vista climático. En la planta de Zwickau se utiliza un 100 % de la electricidad verde.
La producción de las celdas de la batería que compra Volkswagen consume inevitablemente mucha energía. Por eso, Volkswagen ha obligado a sus proveedores de celdas a que utilicen exclusivamente electricidad verde en su fabricación.
El Golf de la era de los eléctricos
El ID.3 mide 4,27 metros de largo, casi lo mismo que un Volkswagen Golf, pero es un coche muy distinto por varios motivos. El primero, es la plataforma modular sobre la que se construye, llamada MEB, una de las piedras angulares de los futuros coches eléctricos de la marca y del grupo.
Es una plataforma creada exclusivamente para coches eléctricos que, gracias a esa modularidad, permitirá construir muchos coches de diferentes segmentos y tamaños, variando pocas piezas a nivel estructural.
Un Golf tiene el motor delante y manda la potencia a las ruedas delanteras, mientras que este tiene el motor atrás y es tracción trasera. Además el ID.3 tiene las baterías dispuestas en el piso del coche, ya que todo en él está pensado para cumplir con las necesidades de un coche eléctrico que nace como tal.
Vanguardista y diferente
Posiblemente sea el diseño el principal atributo que llama la atención en el Volkswagen ID.3. Este coche rompe con todo lo conocido hasta ahora en la marca, también en el plano estético.
Si te fijas, las cuatro ruedas se sitúan en los extremos más absolutos del coche, algo que es posible porque al ser un coche eléctrico, todo cambia respecto a uno de combustión. Gracias a esa situación de las ruedas, la distancia entre ejes y espacio para el habitáculo es mucho más grande de la habitual en un coche de su tamaño, con el consiguiente beneficio a nivel de espacio interior.
Hablamos de una distancia entre ejes de 2,76 metros, casi equivalente a la de un Volkswagen Passat. Pero del interior hablaremos en detalle más adelante.
La "cara" del ID.3 la marcan unas luces delanteras LED con forma de lágrima, que según Volkswagen tienen esa forma para imitar los ojos humanos. Ambas luces se unen entre sí por una línea de LED que, al igual que el contorno de las luces, se ilumina como luz diurna y marca el estilo del coche, que es inconfundible entre el tráfico.
Otra de las grandes diferentes entre los coches eléctricos y los de combustión es que los primeros pueden prescindir de elementos como la clásica parrilla delantera, ya que no necesitan este elemento inicialmente pensado para dirigir aire hacia el radiador y el motor.
No es la primera vez que un Volkswagen carece de este elemento, ya que recordaréis el Escarabajo o Beetle original, que tampoco tenía parrilla en su redondeado capó delantero, aunque en ese caso era porque el motor estaba situado en posición trasera.
Decorando los extremos del paragolpes delantero hay un mosaico con forma de nido de abeja, que no es más que parte de la decoración que forma el lenguaje gráfico del coche y también podemos encontrar en otras partes de la carrocería o incluso dentro de las luces delanteras.
La carrocería del ID.3 es de dos colores, ya que además de los seis colores de carrocería que Volkswagen ofrece actualmente (se irá ampliando la gama de colores disponibles), todos llevan el techo de color negro. Ese color se aplica también a la tapa del maletero.
El logotipo de Volkswagen tiene un aspecto vintage al estar pintado en color blanco roto sobre base negra brillante, recordando a los modelos antiguos de la marca. Lo encontramos presidiendo tanto el frontal, en la parte inferior del capó, como en la trasera en el centro del portón posterior, en este caso junto a las letras ID.3.
Luce un diseño monovolumen en el que la línea que se inicia en el frontal se desarrolla de forma fluida y sin cambios de plano destacados hasta llegar a la parte posterior, en la que también destaca el alerón de grandes dimensiones para mejorar la aerodinámica y la ausencia, lógica, de cualquier salida de tubo de escape o similar.
Hay hasta cuatro diseños distintos de llantas, todas ellas de grandes dimensiones, con 18, 19 y 20 pulgadas dependiendo del nivel de equipamiento elegido. ¿Para que necesita un coche eléctrico de este tamaño llantas tan grandes? Para nada, pero visualmente quedan mejor y su secreto reside en que son llantas grandes en diámetro pero finas en cuanto a grosor del neumático para mejorar la resistencia a la rodadura y que no penalice la autonomía.
En cuanto a su diseño, es bastante llamativo porque son llantas muy cerradas, que apenas dejan ver el equipo de frenos para optimizar el flujo de aire al circular y que el coche consuma menos combustible.
Las luces traseras no son tan rompedores como las delanteras y guardan cierto parentesco con las del Golf 8, para que se identifique como un Volkswagen. En definitiva, estamos ante un coqueto coche de dimensiones compactas y aspecto monovolumen que logra un coeficiente aerodinámico Cx de 0,27.
Un interior simple con dos pantallas
Pasando al interior del Volkswagen ID.3 lo que encontramos es un habitáculo muy simple y bastante minimalista en el que la mayor parte de los mandos y puntos de atención se concentran en dos pantallas, una pequeña tras el volante y otra de 10 pulgadas en posición central y dirigida al conductor.
No hay un mando o palanca selectora de los modos de marcha D/B, N o R tradicional, sino que queda integrado al lado de la pantalla situada detrás del volante, como ocurría por ejemplo en el BMW i3, con el que guarda bastantes semejanzas.
En esa pantalla tras el volante se puede consultar con facilidad la información básica como velocidad a la que circulamos, la autonomía, kilómetros recorridos, etc. Si contamos con una unidad equipada con Head-up-Display de realidad aumentada puede proyectar información importante en el parabrisas, y a partir del primer trimestre de 2021 cuando reciba una actualización, las flechas de giro de la navegación se proyecta escalonada en tres dimensiones a una distancia de entre tres y diez metros.
Gracias a la arquitectura con las baterías en el suelo y el motor atrás, el Volkswagen ID.3 ofrece un interior muy amplio, sensación que mejora además con una altura libre al techo muy holgada y una superficie acristalada que da mucha luminosidad al habitáculo.
También destaca la practicidad gracias a los múltiples huecos que tiene para dejar los objetos cotidianos. Gracias a una consola anclada al suelo que separa ambos asientos delanteros, encontramos dónde dejar dos bebidas, dónde cargar el teléfono móvil a través de inducción e incluso un compartimento modular con tapa deslizante para dejar llaves, cartera y todo lo que quepa dentro.
Los puntos negativos de este interior tan bien resuelto llegan por unos plásticos en algunas zonas demasiado duros y de tacto poco agradable, y por un sistema de infoententenimiento que más allá del sistema de audio, también incorpora la mayor parte de los mandos de climatización y tiene una velocidad y facilidad de manejo algo deficiente.
Si nos vamos a la parte trasera del coche, el espacio disponible para los pasajeros es muy superior al habitual en un coche de su tamaño. Los ocupantes de las plazas posteriores tienen dos tomas de carga USB C y muchos huecos en el respaldo de los asientos delanteros para dejar el teléfono móvil, tablet y otros enseres hoy en día habituales en los jóvenes.
El maletero es otro de los puntos a favor, ya que ofrece 381 litros de capacidad y unas formas muy aprovechables. Eso sí, carece de una solución que sí tienen otros coches de su tamaño, el sistema de apertura eléctrica del portón posterior.
Por ahora dos versiones
El Volkswagen ID.3 se ofrece inicialmente en dos versiones, que varían entre sí por la capacidad de batería y la potencia de su motor eléctrico. El ID.3 PRO con su batería de 58 kWh cuenta con dos niveles de potencia, el PRO "a secas" con 145 CV (disponible próximamente) y el PRO Performance con 204 CV. Homologa una autonomía de 425 km en ciclo WLTP.
El ID.3 PRO acelera de 0 a 100 km/h en 9,5 segundos y el PRO Performance de realiza la misma operación en 7,3 segundos. El consumo medio en WLTP es de 16,3 a 15,5 kWh por 100 km.
Por encima el más alto se llama ID.3 PRO S, con batería de 77 kWh y 204 CV de potencia que llega a homologar 549 km de autonomía en ciclo WLTP. Hace 0 a 100 km/h en 8,5 segundos.
Un poco más adelante llegará una versión básica PURE con batería de 45 kWh que, de la que aunque todavía desconocemos la cifra exacta de autonomía que declara, sí sabemos que superará con creces los 300 kilómetros. Será la versión más asequible y se espera que su precio sin ayudas del gobierno esté incluso ligeramente por debajo de los 30.000 euros.
El ID.3 empezará a comercializarse en los modelos Pro Performance y Pro S en siete configuraciones fijas, que incluyen los equipamientos más solicitados.
Opciones de carga
Los Volkswagen ID.3 disponen de una toma de carga situada en la parte trasera del lateral derecho del coche, donde iría la boca de llenado de un depósito de combustible en un coche tradicional. Para la carga doméstica Volkswagen ofrece tres sistemas, todos ellos con una potencia de carga de hasta 11 kW.
El más económico y sencillo se llama ID. Charger y cuesta 399 euros. Le sigue el ID. Charger Connect de 599 euros y como opción más avanzada está el ID. Charger Pro de 849 euros. Este último se pueden controlar a través del smartphone con la aplicación We Connect ID. Instalarlos en una casa unifamiliar cuesta unos 950 euros y en un garaje comunitario 1.450 euros.
El ID.3 está equipado de serie con una conexión de carga CCS (CCS = Combined Charging System) con la que también es posible una carga con corriente continua (CC) más rápida, las típicas que debemos encontrar en carretera para que las paradas a cargar sean similares a una parada a repostar combustible en un coche tradicional.
En el ID.3 Pro Performance, la posible potencia de carga de CC alcanza los 100 kW. El ID.3 Pro S llega a hasta una potencia de 125 kW: el nivel de carga de su batería puede aumentar del 5 al 80 % en 30 minutos aproximadamente, suficiente para los siguientes 320 km.
Conduciendo el Volkswagen ID.3
Llegado el momento de conducir el nuevo Volkswagen ID.3, hicimos los primeros kilómetros por el centro de Madrid, donde el ID.3 se mueve como pez en el agua.
Lógicamente al contar con la etiqueta CERO de la Dirección General de Tráfico puede moverse libremente por todas las zonas restringidas al tráfico como Madrid Central, o beneficiarse de cosas como el aparcamiento gratuito e ilimitado tanto en zona azul como verde, con el consiguiente ahorro económico que eso conlleva.
Lo primero que me llama la atención es lo blanda que es la dirección, que deliberadamente se vuelve más blanda en ciudad para que sea más cómodo maniobrar con él.
Ese es otro de sus puntos fuertes, ya que las ruedas delanteras al no tener un motor que las separe, tienen mucho espacio para obtener un ángulo de giro superior al habitual, por lo que gira con un radio de solo 10,2 metros.
Por lo demás, es un coche rápido y ágil en aclaraciones, ya que permite gracias a la entrega de par instantáneo y la buena motricidad, alcanzar los 50 km/h de límite en tramo urbano en un abrir y cerrar de ojos.
Si lo llevas con la D seleccionada, cuando sueltas el acelerador no notas una retención del motor muy grande como sí ocurre en otros coches eléctricos. Has de activar el modo B para activar esa retención con regeneración de energía con fuerzas de hasta 0,3 g.
Utiliza el radar delantero para ir modulando la intensidad de regeneración en función de las circunstancias del tráfico que nos rodea. Así, si el coche que llevamos delante va más despacio que nosotros y no le estamos pidiendo al coche que acelere, él automáticamente reducirá la velocidad para que no tengamos que frenar innecesariamente al alcanzar a ese otro coche.
Además el Volkswagen ID.3 viene pre-configurado para la instalación de sistema Car2X, que le permitirá en un futuro comunicarse con otros vehículos y con la infraestructura de algunas ciudades, haciendo que este tipo de funcionaleidade sea más completa.
Por lo demás, el diseño del ID.3 destaca entre el tráfico urbano. Es un coche distinto y llama la atención por lo novedoso de sus formas, incluso en las versiones con una configuración cromática más discreta.
No solo válido para ciudad
No tendría sentido que Volkswagen ofreciese autonomías mínimas de hasta 549 kilómetros en un coche de uso exclusivo urbano, y es que el Volkswagen ID.3 no pretende quedarse solo en núcleos de ciudad. Es más, pretende que los viajes en coche eléctrico sean posibles, tanto por autonomía como por comportamiento dinámico.
Salgo de Madrid ganando kilómetros por la autovía A6. El confort de marcha es el aspecto más destacado, tanto por la ausencia casi total de ruido gracias a su mecánica eléctrica y a un habitáculo muy bien insonorizado.
También ayudan en este sentido las suspensiones que son capaces de filtrar muy bien, y al contar con una distancia entre ejes mayor que un Golf, hacen que el coche tenga más aplomo y se note más robusto que este.
Los asientos delanteros son butacas cómodas que incluso cuentan con reposabrazos individuales. Apoyas el brazo y de poco más tienes que preocuparte.
Aunque el recorrido de la prueba apenas superó los 130 kilómetros (habrá ocasión de hacer una prueba larga más adelante) presté atención al consumo porque aunque todos los ID.3 ofrecen un mínimo de 350 kilómetros de autonomía, la autonomía siempre es uno de los aspectos que más preocupa a la hora de decantarse por un coche eléctrico.
En ámbito urbano había hecho 13,4 kWh/100 km, lo cual es un registro muy bueno. En carretera y con velocidades más altas y probando los distintos modos de conducción (ECO, Confort, Sport e Individual) para ver las diferencias entre sí, los consumos llegan a 20 kWh/100 km.
No es un consumo alto para un coche de 204 CV y 1.765 kilos de peso (solo las baterías pesan 495 kilos) y sobre todo es un consumo que en un recorrido que combinaba subidas, bajadas, tramos urbanos e interurbanos, se compensa hasta quedarse en 15,7 kWh/100 km, que fue lo que marcó el ordenador de abordo al terminar el recorrido de prueba, que me llevó hasta la sierra de Madrid ganando altura hasta Torrelodones y Colmenar Viejo.
Había iniciado la ruta con el ordenador de abordo prometiendo 366 km de autonomía en esta versión de PRO Performance de 204 CV y lo devolví tras 130 kilómetros con 220 km de autonomía, lo cual me lleva a pensar que los consumos homologados y autonomías declaradas son bastante fieles a los que consigues en uso real del coche.
El precio del Volkswagen ID.3
El Volkswagen ID.3 está llamado a ser uno de los coches que democraticen el coche eléctrico. Para ello próximamente llegará la versión básica con precios que rondarán los 30.000 euros e incluso podrían llegar a ser inferiores sin ayudas a la compra.
Mientras eso ocurre, los que quieran el Volkswagen ID.3 Pro Performance tendrán que pagar 36.145€, mientras que si optas por el el ID.3 Pro S, el precio es de 40.615€. En general el coche eléctrico a nivel de tarifa es más caro que el de combustión, pero has de hacer cálculos para saber si te compensa uno u otro.
En Xataka | Soy youtuber y tengo dos millones de suscriptores, pero sigo siendo anónimo: el enigma Vicesat
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La noticia Probamos el Volkswagen ID.3: ya hemos conducido el coche eléctrico que pretende hacerse tan popular como el Golf fue publicada originalmente en Xataka por Héctor Ares .
Gracias a Héctor Ares
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