Hasta cuatro nuevos iPhone 12 ha habido en 2020 si contamos el iPhone 12 mini, el iPhone 12 básico y los iPhone 12 Pro, y los primeros en salir a la venta han sido los que quedan en medio de esta gama particularmente más amplia. Y en el análisis del iPhone 12 Pro vemos a fondo cómo es en el día a día la opción Pro más compacta, el que sería el hermano medio mayor.
Un móvil que es más ambicioso en fotografía que los iPhone 12 pero algo menos que el Max y que también estrena, por así decirlo, ese diseño que este año caracteriza a los iPhone de primera línea de Apple. Teníamos ganas de exprimir el nuevo procesador y todas las mejoras que presenta este móvil, y tras haberlo hecho os lo contamos en detalle.
Ficha técnica del iPhone 12 Pro
iPhone 12 Pro |
|
---|---|
Pantalla |
Super Retina XDR |
Procesador |
Apple A14 |
RAM |
6 GB |
Software |
iOS 14 |
Conectividad y sonido |
5G (sub‑6 GHz y mmWave) |
Versiones |
128 GB |
Cámara trasera |
12 MP f/1.6 26mm OIS |
Cámara frontal |
12 megapíxeles f/2.2 |
Batería |
Carga rápida hasta 20W (cargador no incluido) |
Otros |
FaceID |
Dimensiones y peso |
146,7 x 71,5 x 7,4 milímetros |
Precio |
128 GB: 1.159 euros |
Nuevo Apple iPhone 12 Pro (128 GB) - Grafito
Diseño: vuelve un clásico para bien y para no tan bien
Los grandes cambios estéticos no son algo inherente en cada modelo de iPhone ni mucho menos, de ahí que cuando los hay suelen destacarse (y celebrarse), no tanto por ser algo rompedor con respecto a la industria, sino a nivel propio. De hecho, es una marca conservadora en este sentido, para bien y para no tan bien, y la última variación en el aspecto es una vuelta a un diseño anterior.
Los bordes perfectamente semicilíndricos de los iPhone, desde los iPhone 6 hasta los iPhone 11, se esfuman para dar paso a las esquinas que ya vimos en los bordes de los iPhone 4 hasta el iPhone 5s. Pero eso sí, se mantiene la dualidad de los acabados otorgando el mate para la trasera y el brillo para estos bordes, justo al contrario que el iPhone 12.
De hecho, en cuanto a acabados recuerda bastante al iPhone 11 Pro, aunque el tacto de la trasera es ligeramente distinto y el cristal no sobresale de los bordes (la pantalla está rasa, sigue la línea que marca el corte a 90 grados del borde). Eso sí, volvemos a destacar y valorar lo de su predecesor en cuanto a agarre: la trasera no resbala y no se ensucia (los bordes y su “brilli-brilli” sí mantienen las huellas).
Lo que no se mantiene es la suavidad al agarre que da la curvatura, la cual no se logra con los ángulos. El iPhone 12 Pro es bastante menos agradable al sostenerlo y, aunque no es incómodo, se echan de menos bordes sin aristas.
Lo que logra es ser bastante compacto en comparación con sus “hermanos” e incluso con su antecesor. El iPhone 12 Pro tiene casi el mismo volumen que el iPhone 12, siendo más grande que el iPhone 12 mini pero algo más compacto que el iPhone 11 Pro gracias a que es ligeramente más delgado (es casi imperceptible), aunque al ser un poco más alto le da para encajar una pantalla mayor.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
iPhone 12 mini | 131,5 | 74 | 6,42 | 133 | 5,4 | 2.227 | 97,31 | 62,47 |
iPhone 12 | 146,7 | 74 | 7,15 | 162 | 6,1 | 2.815 | 108,99 | 77,62 |
iPhone 12 Pro | 146,7 | 71,5 | 7,4 | 187 | 6,1 | N. d. | 104,89 | 77,61 |
iPhone 12 Pro Max | 160,8 | 78,1 | 7,39 | 228 | 6,7 | 3.687 | 125,58 | 92,80 |
Viéndolo con móviles de la competencia y pantalla de diagonal similar, no forma parte de la liga de los más grandes acercándose a los que hemos considerado más pequeños dadas las tendencias, el Samsung Galaxy S20 y el Sony Xperia 1 II. Eso sí, éstos le ganan a ligero, sobre todo el S20.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
iPhone 12 Pro | 146,7 | 71,5 | 7,4 | 187 | 6,1 | N. d. | 104,89 | 77,61 |
iPhone 11 Pro | 144 | 71,4 | 8,1 | 188 | 5,8 | 3.179 | 102,81 | 83,28 |
OnePlus Nord | 158,3 | 73,3 | 8,2 | 184 | 6,57 | 4.160 | 115,96 | 95,09 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
Samsung Galaxy S20 | 151,1 | 69,1 | 7,9 | 163 | 6,2 | 4.000 | 104,41 | 82,48 |
Pixel 4 XL | 160,4 | 75,1 | 8,2 | 193 | 6,3 | 3.700 | 120,46 | 98,78 |
LG V60 ThinQ | 169,4 | 77,7 | 8,9 | 219 | 6,8 | 5.000 | 131,62 | 117,15 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Xiaomi Mi 10T Pro | 165,1 | 76,4 | 9,33 | 218 | 6,67 | 5.000 | 126,13 | 117,69 |
Aunque probablemente sea el iPhone menos cómodo en cuanto al agarre que hemos probado en los últimos años, lo cierto es que el tamaño sigue siendo cierto alivio para quienes preferimos móviles pequeños aún no siéndolo estrictamente. Es un plus que se mantenga por debajo de los 200 gramos, con lo cual no llega a cansar aunque tampoco sea ligero y sobre todo es cómodo en la sujeción en horizontal para juegos, con la ventaja de que no tapamos el altavoz principal.
Hablando del altavoz, se mantienen tanto el puerto Lightning, como los micrófonos y el altavoz principal en el borde inferior (da la impresión que las hendiduras hasta las rejillas son algo menos profunda, lo cual beneficiaría en cuanto a que se acumulase menos polvo), los tres perfectamente alineados al centro de la superficie. La ubicación de los botones físicos también es la que hemos visto hasta ahora, con el de encendido/bloqueo a la derecha y los de volumen a la izquierda.
Lo que se ha movido es la bandeja para la SIM, que pasa de la izquierda a la derecha. Y otro aspecto que se conserva y se ha consolidado con los años y las tendencias como marca de la casa es el botón de silencio físico, que se coloca sobre los de volumen.
En general los elementos están bien ubicados y hay buena pulsación en los botones (salvo con la funda oficial Clear Case MagSafe, la protección de botoneras es demasiado rígida al menos de momento). Y por si hay dudas, aquí no hay lector de huellas de ningún tipo, ni físico ni integrado en la pantalla.
La trasera mate aloja las tres cámaras principales con una disposición y diseño continuista, con ese diseño del que el año pasado se habló bastante. Las cámaras y la base de cristal parecen sobresalir lo mismo que en el iPhone 11 Pro, que es bastante poco, y de hecho apenas hay balanceo si lo manejamos apoyado sobre la mesa sin funda.
El logo campa a sus anchas al centro de esta parte trasera, viendo el marcado CE muy disimulado en uno de los bordes. Y en el frontal se han mantenido proporciones, elementos y estética con respecto a lo anterior, viendo bordes perfectamente simétricos salvo por el notch, que irrumpe en el borde superior separando la barra de tareas (de esto hablaremos en detalle en el siguiente apartado).
En general es un móvil muy bien construido, con materiales que destilan calidad y con un diseño bien rematado y con soluciones de continuidad para todos los elementos. Todo apunta a que habrá que acostumbrarse a estos ángulos (y personalmente algo me dice que el dorado charol no será plato de buen gusto para todos) y habrá que ver si el nuevo cristal es tan resistente a caídas (como dicen) que a arañazos, pero de manera objetiva es un smartphone de aspecto sofisticado y elegante. Nosotros no hemos colocado protección a la pantalla y de momento no se ha arañado.
Pantalla: yendo a por los "ppp" se han dejado de camino los hercios
Los de Cupertino siguen yendo por su sendero particular en la evolución de sus pantallas, aunque en los últimos modelos estamos viendo más cambios. Así, Apple aún no ha pronunciado el último adiós ante los 326 píxeles por pulgada porque ahí está el iPhone SE (2020) como bastión de esta densidad de pantalla y del IPS, pero todos los iPhone 12 integran un panel OLED por encima de los 400 ppp.
En el caso del iPhone 12 Pro hablamos de una pantalla Super Retina XDR display de 6,1 pulgadas y resolución de 2.532 x 1.170 píxeles. El FullHD+ por bandera de nuevo, si bien se pasa de 5,8 a 6,1 pulgadas manteniendo resolución y densidad (de hecho, incrementándolas ligeramente) con respecto a su antecesor directo.
En la gama alta se nos sigue haciendo raro no ver un QHD como mínimo, si bien como suele ocurrirnos con densidades de este rango la experiencia es correcta y en el iPhone 12 Pro vemos una buena definición, sin apreciar píxeles o bordes dentados. Destaca el contraste y lo bien calibrada que viene de fábrica, lo cual en este caso como ahora explicaremos es, si cabe, más importante en este caso.
Lo decimos por los ajustes de pantalla de iOS, que en su última versión del sistema no presentan variaciones. Lo único que podemos hacer en cuanto a variar la temperatura del panel es elegir o no el ajuste automático de True Tone y/o activar el Night Shift, pero la saturación es la que es (la ligera sobresaturación de serie en un OLED).
El True Tone es la tecnología propia que desde hace algunas ediciones vemos en los dispositivos de Apple con la cual se ajusta el balance de blancos automáticamente según el ambiente. Viene activado por defecto y en nuestra experiencia resulta compensar bien los cambios de situación, así que es recomendable dejarlo activado.
El Night Shift es el ajuste para reducir la luz azul que vemos desde hace tiempo en la mayoría (si no todos) los software, orientado especialmente a tener un panel más cálido por la noche. Es una manera de tener siempre el panel más cálido si así lo deseamos, pero es bastante más adecuado y natural el balance del True Tone y esto puede estar bien para la noche, tal y como está pensado.
Podemos ajustar la visualización en cuanto al tamaño de los elementos y el tamaño del texto, pero no podremos cambiar la navegación, el tamaño de la parrilla o la distribución de las apps. Tampoco hay pantalla ambiente, de manera que lo único que podemos hacer por variar la interacción es activar el “Levantar para activar pantalla”, lo cual nos servirá bastante para el Face ID (como veremos más adelante).
Así, el sistema de Apple se mantiene estoico en cuanto a lo que podemos hacer o no por adaptar la experiencia con la pantalla a nuestro gusto, conservando posibilidades y aprovechamiento del frontal por parte de los elementos. La novedad aquí: la posibilidad de configurar widgets en la pantalla de inicio. La tecnología es a veces así de irónica: lo que para un sistema forma parte de una época pasada, para otro es el camino de aportar cambio a algo que había permanecido estático ese mismo tiempo.
Ya vimos que esta posibilidad se amplía recurriendo a terceros como la app Widgetsmith, pero en lo que refiere al sistema no podemos ir más allá en la pantalla de inicio. Lo que podemos hacer ahí es seleccionar dónde aparecen las apps descargadas y si queremos ver o no los globos de notificación en la biblioteca de apps, un tercer espacio que también nació con iOS 14 y que agrupa automáticamente las apps en categorías.
Hay algo que echamos de menos por actualidad y sobre todo según de qué vengamos: una mayor tasa de refresco. Tras verla ya en dispositivos de Apple y por la fuerza de los rumores esperábamos que al menos los Pro pasasen de los 60 hercios, pero de momento los móviles de la marca se quedan en la tasa de refresco habitual.
No es algo a lo que sea sensible todo el mundo ni a lo que se le dé más importancia por lo general si hablamos de un público más genérico, pero esto cierra la puerta a que haya juegos que puedan disfrutarse al máximo, además de que el extra de fluidez en los scrolls tampoco sentaría mal.
En cuanto al aprovechamiento del frontal, pese a que los rumores hablaban de una reducción del notch ya hemos comentado que no hay cambios al respecto. En el móvil de Apple el Face ID sigue siendo una prioridad y éste necesita mucho más espacio que la cámara frontal por si sola, y la famosa muesca sigue dividiendo la barra de tareas en dos.
Esto nos podrá importar más o menos a la vista, pero siendo asépticos la barra que queda es tan sólo de 5,12 milímetros, con lo cual el texto no queda muy “perdido” en el espacio de la misma como suele ocurrir con los agujeros en pantalla para la cámara frontal. No llega al récord de los Samsung y su barra de 4,5 milímetros, pero casi, de modo que la muesca es notoria, pero tampoco interfiere tanto en la práctica.
Hay que tener en cuenta que además hablamos de iOS: este sistema no funciona con iconos de notificación en la barra de tareas y de algún modo puede permitirse reducirla (con las concesiones que ya vimos en el iPhone X, el primer iPhone con notch). Lo que se mantiene además es la interacción distinta para cada lado de la muesca: deslizando desde la derecha sale el centro de control, deslizando desde la izquierda la cortinilla de notificaciones.
Así, el aprovechamiento del frontal según GSM Arena es del 86%. Una cifra que queda dentro de la media actual (cercano a lo que hemos visto en el OnePlus Nord, el Huawei P40 o el Xiaomi Mi 10T Pro) y más propio de los que que cuidan este aspecto sin recurrir a curvaturas o a unos bordes más delgados, como es el caso.
Se aprovecha un poco más que en el iPhone 12 gracias a que los bordes son sutilmente más delgados (de unos 3,16 milímetros), aunque no se logra transmitir tanto la sensación de “todo pantalla” que vemos en móviles que superan el 90% como el Samsung Galaxy S20 Ultra o el OnePlus 8 Pro, si bien esto tiene su lado positivo en cuanto a la experiencia de usuario por las desventajas que suponen las curvas en los bordes.
Eso sí, así como el agujero en pantalla no suele interferir en los elementos de la interfaz, esta vez sí hemos visto que en las apps no adaptadas a este formato el notch y las esquinas pueden quitar algo de espacio como hemos visto en ‘PUBG’. Aunque de todos los juegos que hemos probado sólo nos ha pasado con ése, por lo que probablemente sea algo a revisar en la propia app.
En general, la pantalla queda bien en ángulos de visión y no vemos ensombrecimientos o degradaciones al inclinarlo. En lo que sí se defiende es en brillo, con hasta 1.200 nits de brillo máximo (según Apple) que nos han parecido suficiente cuanto más incide el Sol sobre el panel, si bien el brillo mínimo puede incluso ser demasiado si hay muy poca luz ambiental (casi oscuridad).
Rendimiento: con la realidad aumentada este iPhone a veces se calienta demasiado la cabeza
Los 5 nanómetros llegan al corazón de los dispositivos de Apple de la mano de su nuevo procesador, el Apple A14 Bionic. Lo vimos en el iPad Air (2020) y lo vemos en todos los iPhone 12, ofreciendo en teoría un rendimiento un 16% más potente que su predecesor y dice Apple que tanto procesador como gráfica rinden un 50% más rápido que cualquier otro chip del mercado.
Lo que no dice, como es ya tradición, es la memoria RAM. Al parecer el iPhone 12 Pro cuenta con 6 GB de RAM, lo cual a falta de que sea algo confirmado en la medida de lo posible supondría un salto con respecto al iPhone 11 Pro (4 GB). Con todo esto (y con iOS 14), esperábamos ver un rendimiento claramente superior al del iPhone 11 Pro, aunque vemos una fluidez sólo sutilmente mayor (un cambio a priori poco apreciable).
Hemos usado apps exigentes como ‘Real Racing 3’, ‘PUBG’, ‘iMovie’ y apps de realidad aumentada como ’JigSpace’ o ‘Bing Bang AR’ y no hemos detectado ningún signo de insuficiencia del hardware. La fluidez se mantiene de manera constante, con cualquier tipo de uso y conexión.
Normalmente no notaremos aumentos de temperatura llamativos, cuando jugamos más rato o hacemos un uso intensivo que implique multimedia podremos notar la trasera algo más tibia. No obstante, la AR sí es muy exigente y como vimos en el iPad Pro se calentará bastante, así que aunque funcione igualmente bien será conveniente no pasar demasiado rato con esto.
Para quienes tomáis los benchmarks como referencia, recordar que en este caso no están disponibles los mismos. De todos modos, os mostramos su resultado y añadimos el de AnTuTu, que sigue disponible en la App Store dando 578.102 en este caso
iPhone 12 Pro |
iPhone 11 Pro |
Xiaomi Mi 10T Pro | Samsung Galaxy Note 20 Ultra | Sony Xperia 1 II |
Black Shark 3 Pro |
OnePlus 8 Pro |
Huawei P40 Pro |
Asus ROG Phone 3 |
Xiaomi MI 10 Pro |
|
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Apple A14 Bionic |
Apple A13 Bionic |
Snapdragon 865 |
Exynos 990 |
Snapdragon 865 |
Snapdragon 865 |
Snapdragon 865 |
Kirin 990 |
Snapdragon 856+ |
Snapdragon 865 |
RAM |
6 GB |
4 GB |
8 GB |
12 GB |
8 GB |
8 GB |
12 GB |
8 GB |
8 GB |
8 GB |
GEEKBENCH 5 (SINGLE/MULTI) |
1.614 / 4.148 |
1.331 / 3.333 |
905 / 3.341 |
872 / 2.463 |
905 / 3.330 |
906 / 3.316 |
885 / 3.136 |
943 / 2.527 |
900 / 3.296 |
892 / 3.224 |
3D MARK (SLING SHOT) |
5.457 |
- |
- |
6.311 |
8.885 |
7.330 |
8.726 |
4.074 |
8.747 |
- |
PCMARK WORK |
- |
- |
10.694 |
10.012 |
9.994 |
9.878 |
13.414 |
9.476 |
12.656 |
9.929 |
Software: una evolución contenida
El iPhone 12 Pro forma parte de la hornada de nuevos dispositivos que traen de fábrica la versión más reciente del sistema operativo propio: iOS 14. Ya vimos las principales novedades en su presentación y había muchas que englobaban otros servicios y dispositivos como el Apple Pencil o CarPlay, pero en este iPhone hemos probado las que se quedan en los móviles de Apple.
El sistema tiene un pre-load en el que podemos configurar ya algunos aspectos, como la escala de los elementos en la pantalla (lo hemos comentado en dicha sección) o la activación de True Tone, y tras ello vemos que se mantiene el surtido de apps propias preinstaladas, nada de terceros. Estas apps las podremos desinstalar si no nos interesan.
En los ajustes del sistema vemos que se mantiene el orden y los apartados, viendo ahora uno de “proveedor de TV” y “notificaciones de exposición” para la app Radar COVID. Tenemos apartados para conectividad, pantalla, audio, interacción y algunos servicios propios como “tiempo de uso”, así como los de cada aplicación.
Esto no siempre es intuitivo y sobre todo cómodo; sería mucho más práctico que en apps como la de cámara o Mail los ajustes figurasen en la misma. Conforme lo mantiene iOS, toca salirse de la app si queremos configurar alguno de sus aspectos.
De hecho, Mail es de las que menos ha evolucionado en este sentido. Además de las notificaciones push no llegan a ser a tiempo real como en Gmail u otras apps de terceros, aplicar cambios como que aparezca “eliminar” como acción rápida al deslizar es incomprensiblemente rebuscado, cuando en otras apps resulta deductivo y fácil.
Hablando de las apps, para eliminar y compartir apps y para editar la pantalla de inicio tendremos que pulsar y mantener sobre el icono para invocar el menú contextual que lo permite. Si pulsamos y arrastramos la app también accederemos a este modo de edición, el mismo que nos permitirá añadir widgets.
También los hemos mencionado previamente, pero cabe recordar que los widgets en iOS 14 pueden estar tanto en la pantalla de inicio como en la pestaña Hoy. Por ahora no incorporan muchas opciones de personalización (dependerá también de la app), aunque podemos crear también grupos inteligentes, los cuales acumulan varios tipos de widget distinto para mostrar uno u otro según el sistema considere que nos viene bien (tras “aprender” nuestra pauta de uso).
iOS entonces tiene ahora tres espacios: la pestaña de widgets, el escritorio/pantalla de inicio y la biblioteca de apps, con ese añadido de que los widgets puedan invadir el escritorio. No tenemos cajón de apps como tal, pero la biblioteca de apps ejerce esa función en la práctica, de modo que podemos dejar sólo las apps que queramos en la pantalla de inicio y que el resto aparezcan en los grupos de la biblioteca. Lo haremos entrando al modo de edición de la pantalla de inicio y al darle al globo “-”, de modo que nos aparece un menú contextual con la opción de que sólo aparezca en la biblioteca.
Entre las aplicaciones propias del sistema seguimos viendo los atajos, que van añadiendo posibilidades y sobre todo siendo más intuitivos de crear y programar. Es interesante revisar las posibilidades, sobre todo en cuanto a las automatizaciones, ya que podemos establecer muchas cadenas de acciones automáticas en función de la ubicación, el momento del día o cierta acción.
La búsqueda también amplifica sus horizontes, de modo que si buscamos algo nos sugerirá contenido tanto en nuestro móvil como en búsquedas. Aquí aparece Siri, el asistente virtual de Apple, que ha añadido alguna función nueva.
La que hemos probado más es la de traducir, que funciona muy bien y además está disponible en varios idiomas, mostrando el resultado en texto y audio. El asistente de Apple nos sigue entendiendo muy bien y ahora, además, ocupa sólo una pequeña parte de la pantalla cuando “nos escucha”.
Hay alguna novedad más como el control de sueño que vimos al hablar del Apple Watch Series 6, que nos mostrará estadísticas más completas si tenemos el reloj de la marca o algún dispositivo que dé información de las pulsaciones. Lo encontramos en la app Salud, y como complemento podemos establecer un programa de dormir y despertarse (con la ventaja de que encontraremos sonidos mucho más tranquilos que los que podemos configurar por defecto para la alarma).
Eso sí, el segundo plano de iOS sigue siendo algo restrictivo y eso puede afectar a algunas funciones como la subida de archivos a la nube. Bien sea por el sistema o por las apps, el caso es que seguimos teniendo que tener la tarea en primer plano para que la subida se complete (en apps como Dropbox o Google Drive).
Por su parte, Archivos sigue manteniendo su alcance de manera limitada a la nube y a ciertas carpetas locales. Es una ayuda a la hora de entender cómo se distribuyen los archivos en iCloud Drive y poder realizar algunas gestiones, aunque es una lástima que no sea algo más útil a nivel de archivos locales como vemos en los exploradores de Android.
En general el sistema es completo y si se nos ajusta a nivel de interfaz y prestaciones no echaremos en falta muchos aspectos, aunque si venimos de Android tendrán que ser más las concesiones (no hay pantalla dividida y el picture in picture no funciona en todas las apps de vídeo). iOS tiene un buen funcionamiento y esta versión se muestra estable desde el primer momento, sin apreciar cierres inesperados, lag o funcionamientos anómalos.
Biometría
En este smartphone decimos adiós al lector de huellas para quedarnos únicamente con el Face ID. Un sistema de reconocimiento facial más avanzado que los que solemos ver de manera habitual únicamente sustentados por la cámara subjetiva al contar con una cámara infrarrojo, una luz de apoyo y un proyector infrarrojo además de ésta.
En 2018, meses después de la salida del iPhone X (el primer iPhone con Face ID), vimos que varios fabricantes se lanzaban con sistemas compuestos y avanzados similares a éste, pero con los años han ido dejando esto a un lado y se ha quedado Apple como la única que mantiene esta apuesta. Sin que tenga relación, desde entonces los iPhone tampoco integran lector de huellas físico (Touch ID), siendo una decisión que parece más relacionada con el diseño u otros aspectos del hardware.
Hablando pues del Face ID, empieza haciendo un doble registro de nuestro rostro, pudiendo añadir posteriormente aspectos alternativos. Ir con mascarilla no cuenta en este sentido, ya que si la llevamos nos dirá que llevamos la cara tapada y no se inicia el registro. En Xataka ya puntualizamos esa actualización de iOS considerando que llevamos mascarilla, con la cual lo que hicieron es acelerar la aparición del código como opción cuando se detecta que el usuario lleva mascarilla.
Cierto es que podemos intentar trucos, pero en la práctica esto supone disminuir el grado de seguridad que es el punto fuerte de Face ID. Eso sí, no vendría nada mal que se acelerase en general la aparición del código cuando no tenemos la cara delante de manera automática o con algún botón “Usar código” como vemos de manera bastante habitual, ya que esto sigue siendo algo lento.
El desbloqueo facial funciona muy bien, en la oscuridad y sin necesidad de tener el smartphone delante totalmente, soportando bastante ángulo. Es uno de esos casos en los que es bueno no encontrarse sorpresas, porque desde un principio este sistema se ha mostrado fiable y eficaz y lo sigue siendo.
Cámaras: la novedad que más notamos es de las menos destacadas
Las presentaciones de Apple son en inglés, pero esta vez ha habido que hacer una post-traducción más allá de la instantánea en el momento. En el análisis posterior del evento que hicimos destacábamos que había cierta letra pequeña en la potencia del zoom del teleobjetivo, o mejor dicho, había que entender lo que nos decían y quizás no lo que queríamos que nos dijesen.
Ahora entraremos en esto, hablando de cada una de las lentes y como siempre recordando primero todo el hardware que incluye ese peculiar módulo. El iPhone 12 Pro dispone de una triple cámara trasera y una cámara frontal que se componen de lo siguiente:
- Sensor de 12 megapíxeles con lente (7 elementos) con apertura f/1.6, estabilización óptica y longitud focal de 26 milímetros.
- Sensor de 12 megapíxeles con lente gran angular (5 elementos) con apertura f/2.4, campo de visión de 120 grados y focal de 13 milímetros.
- Teleobjetivo con sensor de 12 megapíxeles y lente (6 elementos) con apertura f/2.0 y focal de 52 milímetros, con estabilización óptica y 2x de zoom óptico.
- Cámara frontal con sensor de 12 megapíxeles y lente con apertura f/2.2.
El zoom óptico del iPhone 12 Pro se queda en los 2 aumentos que habíamos visto hasta ahora en los móviles de Apple, siendo ésta una de las diferencias con el Pro Max (el cual sube a 2x ópticos al tener 65 mm de focal). Pero la confusión pudo venir al hablar del rango total de zoom, que considera lo que se gana desde el gran angular hasta al telefoto, por lo que el total son cuatro aumentos, pero el tele da 2x con respecto al 1x de la cámara principal (siendo el digital de hasta 10x).
La lente principal tiene una apertura mayor, de las más amplias que vemos en móviles, y lo que se destacó fue que el iPhone 12 Pro es el primer smartphone en grabar en HDR y Dolby Vision. Otra novedad en cuanto a componentes es la introducción del LiDAR, que además de servir para la realidad aumentada (como hemos comentado) se usa también para tratar de obtener retratos de mayor calidad con baja luz y mejorar el autofocus.
App de cámara
El timón de todo ese equipo que hemos descrito sigue siendo una app de corte sencillo e interfaz minimalista, aunque hay cambios. En la interfaz del disparo automático vemos los botones habituales para cambiar al gran angular y al teleobjetivo, junto con accesos directos a flash, HDR y Live Photos en el otro lado.
También podemos desplegar estas y otras opciones para que se abran en la parte inferior, de modo que donde figuran las distintas pestañas aparecen estos accesos junto al ratio, el temporizador y un control manual de la exposición (lo que aparece al tocar para enfocar de manera manual). El control de HDR, por cierto, sólo nos saldrá aquí si hemos desactivado el Smart HDR de los ajustes.
Los ajustes, como hemos comentado antes, no están en la app, sino en los generales. Por un lado hay ajustes para la app Fotos (la galería o carrete) y por otro están los de la cámara, en los que además de habilitar o no el HDR automático podemos establecer la calidad del vídeo, habilitar el escaneo de códigos HDR o la nueva corrección de la distorsión de la lente gran angular entre otras opciones.
Volviendo a la app, no podemos editar las pestañas o su orden, sin tener el habitual cajón “Más” al tener ya todas las opciones distribuidas de algún modo. Veremos que el modo retrato mantiene el carrusel de efectos de luz y también tiene un desplegable con accesos rápidos entre los que se encuentra la posibilidad de variar la apertura, pero hay una novedad: aparecerá la posibilidad de disparar con modo noche (cuando el sistema considere y pudiéndose desactivar).
El modo noche per se no tiene pestaña, sigue siendo algo que se activa automáticamente pudiéndose ajustar (hasta 29 segundos si las condiciones lo permiten) o desactivar. Otra novedad en este modo es que está disponible en el gran angular y la cámara frontal.
En los modos de vídeo es posible ajustar la resolución y los frames por segundo desde la propia interfaz, como ya veíamos anteriormente. La grabación en HDR/Dolby Vision viene activada por defecto, pero podremos desactivarlo en los ajustes.
En general es una app que complementa bastante bien las ópticas disponibles. Quizás se pueda echar en falta más control del modo noche por parte del usuario, que haya una larga exposición disponible sin que dependa del sistema y añadidos para usuarios más exigentes como el histograma o el focus peaking, pero por lo demás funciona muy bien, es intuitiva y el único reproche es el de siempre: los ajustes deberían estar en la propia app (reiteramos).
Cámaras traseras
La base de la que partían los iPhone 12 no estaba nada mal y quizás por esto no veamos una gran evolución sin que sea esto algo precisamente negativo: se mantienen la buena colorimetría, rango dinámico y sobre todo realismo de las fotografías en los iPhone 12 Pro.
Notamos algo de mejora en la interpretación de sombras en los contraluces, viendo que el punto que más le cuesta resolver son los días nublados. Y lo cierto es que hemos ayudado al enfoque automático en situaciones complicadas más de lo esperado (pensando en el LiDAR), pero tampoco llega a ser algo molesto o problemático.
Eso sí, el bokeh que deja la lente principal de manera natural compensa en muchas ocasiones el intento del modo retrato. F/1.6 no es un valor de récord habiendo visto ya f/1.4 en el Honor 20 Pro, pero el resultado destaca frente a lo anterior: se disfruta sacando primeros planos y macro con el modo automático incluso con luz media-baja.
El HDR cumple su función e incrementa el rango dinámico sobre todo en contraluces, además de que de noche resuelve mejor los contornos que el automático (especialmente en las penumbras). Tras probar en muchas situaciones distintas creemos que lo más conveniente es dejar el Smart HDR activado.
Hablando del teleobjetivo, el zoom de 2x sigue dando muy buen resultado tanto de día como incluso de noche (en una escena bien iluminada en la que el sistema no considera necesario el modo noche), pero sigue siendo de 2x. los 10 aumentos digitales no son suficientes para competir con los zoom ópticos actuales.
Hablando del gran angular, la calidad en general no nos parece que sea lo competitiva que debería en comparación con otros móviles (aún sin comparar), pero con buena iluminación salva bien la situación y no vemos que haya modificaciones del balance de blancos con respecto a la lente estándar o al teleobjetivo. De noche compensa dejar que actúe el modo noche automático, viendo una mejor interpretación de las penumbras y las iluminaciones.
Hemos probado el modo retrato en todas las situaciones y en especial en baja luz. Aquí vemos que resuelve mejor el rango dinámico que previamente especialmente en contraluces con luz media-baja, aunque cuando la luz es muy escasa la nitidez también se ve afectada.
Es decir, estos rretratos con escasa luz no van a estar exentos de ruido y pérdida de definición aunque haya LiDAR; las condiciones son las que son y no es una réflex. Pero cierto es que parece resolver muy bien plano a nivel de exposición y el desenfoque se aplica aunque haya poca luz.
Además, se mantiene el funcionamiento del modo retrato para objetos y animales. Y lo que sigue destacando es la suavidad del desenfoque además del buen recorte.
Hablando del disparo nocturno, de noche el HDR trabaja bien y al detalle vemos que trabaja mejor la interpretación de sombras. No va a suponer un cambio drástico y no afecta al ruido cuando está presente, pero favorece en escenas con iluminación artificial y será mejor HDR o Smart HDR en general.
Como hemos comentado, el modo noche ayuda sobre todo al gran angular, pero hay que tener en cuenta que el rango dinámico disminuye con respecto al HDR/Smart HDR (aunque es mayor que en el automático). Vemos que se reduce el ruido en parte porque la ISO es menor en algunos casos, consiguiendo más exposición, aunque la estabilización óptica es la que echa un buen cable en esto.
Cámaras frontales
Desde el iPhone X, la cámara frontal de los iPhone aplica cierto procesado cálido y con una suavidad menos realista que no queda siempre mal ni provoca pérdida del detalle en el primer plano, pero se echa de menos un procesado algo más natural. Casualmente, en el iPhone SE (2020) sí veíamos un acabado más auténtico, aunque en este iPhone 12 Pro parece mantenerse el autorretrato cálido y suavizado.
Veremos que esto depende de la situación y la iluminación, pero en general lo que vemos son fotografías detalladas y con buen nivel de contraste. Son muy naturales cuando el balance de blancos acierta.
El modo retrato funciona de manera eficaz en todas las situaciones, aunque veremos que el recorte es peor cuando hay luz media-baja o en contraluces. Y los efectos de iluminación siguen pareciéndonos algo forzados (alguno roza el modo belleza), y siempre será mejor que los apliquemos cuando la fuente de iluminación los favorezca.
Vídeo
Como hemos visto, la grabación se hará por defecto en HDR y Dolby Vision si así lo deseamos, aunque tendremos que tener un dispositivo compatible para disfrutar de esos extras de dichos estándares. En cuanto a la captura, no vemos que vaya más lenta ni hay cambios con respecto a lo previo a nivel de funcionamiento.
En general tenemos vídeos con buena definición y sobre todo con una colorimetría correcta y resultado natural. Las mejores tomas las vamos a tener con la lente estándar y la resolución 4K, aunque a pleno día a esta resolución suelen salir bien todas.
El gran angular es el que más atrás vemos con respecto a las otras. La calidad disminuye tanto en 4K o 1080p, por lo que salvo que queramos este angular siempre será más conveniente tirar de la lente angular estándar.
Podremos saltar de lente en lente sin que la grabación se interrumpa de manera abrupta, aunque en la grabación a 60 fps en 4K aparece el botón al gran angular y al intentar cambiar no lo permite. De hecho, no aparece si deslizamos gradualmente desde 1x u otro zoom.
En condiciones algo más exigentes como días nublados veremos que tiene más dificultad, sobre todo en el balance de blancos. Al usar el gran angular en cualquiera de las resoluciones podrá quedar demasiado cálido aunque lo que notaremos es que “duda” en este sentido, viendo que también puede pasar al cambiar al tele.
De noche es mucho mejor tirar de 4K: la definición es mayor e incluso parece que se genere menos ruido. El balance de blancos sigue siendo algo cálido, pero veremos que es algo que se mantiene en toda lente y resolución cuando se dan las condiciones de iluminación artificial abundante en la noche.
Aquí sale de nuevo peor parado el gran angular con diferencia: la calidad decae de manera llamativa al pasar a esta lente, y es algo que no pasa con el tele (a dos aumentos).
La estabilización asienta cátedra una vez más: Apple consigue una estabilidad y suavidad en las tomas de manera histórica que pocos logran alcanzar y una vez más se repite. Ni siquiera lo hemos visto en el gimbal integrado del Vivo X51 5G.
La cámara frontal en general resuelve bien, sobre todo en detalle y colorimetría. La estabilización se mantiene (sin ser óptica), si bien notaremos que en días nublados tiende a la sobreexposición y a la pérdida de contraste.
En días nublados mantiene la calidad, aunque podremos ver colores ligeramente apagados y puede que algún ligero desequilibrio en los magentas si estamos en un contraluz difícil de resolver. Pero se mantiene la nitidez y se controla bien la exposición.
Autonomía: aquí caen los palos
Igual que el fabricante no comunica de manera pública la RAM de sus móviles, tampoco lo hace con los miliamperios por hora de sus baterías. En este caso tampoco tenemos ese dato proveniente de una fuente fiable, pero es posible que por volumen se ronden los 3.179 mAh del iPhone 11 Pro.
Eso sí, mientras que el pasado año celebrábamos en cierto modo que el iPhone 11 Pro (no el iPhone 11) incluyese un cargador de 18 vatios, este año nos hemos visto con algo que ha desatado cierta polémica: los nuevos iPhone 12 vienen sin cargador en la caja, encontrando como único accesorio un cable Lightning-USB tipo C (porque se mantiene el Lightning en estos dispositivos).
El motivo que dio la marca: hay ya demasiados cargadores en el mundo, “más de 2.000 millones de cargadores” y “sin contar los adaptadores de terceros”, dijeron en la presentación de los iPhone. Además, Apple argumenta que “eliminar estos elementos de la caja del iPhone reduce las emisiones de carbono y la minería de materiales que se utilizan para estos productos”. La caja a su vez es más pequeña, de modo que según la marca se almacenan hasta un 70% más de cajas en un mismo palé, con lo que se reducirían las emisiones de carbono en la logística.
Esto es algo que tendremos que ver a la larga, especialmente si como históricamente ha ocurrido con otras decisiones de Apple muchos de los fabricantes rivales han acabado siguiendo su estela. Pero el efecto directo para el usuario es el de comprar un móvil y verse sin uno de los principales accesorios que quizás tenga que comprar, teniendo en cuenta que aún son muchos los cargadores de móviles Android cuya conexión es el USB tipo A y no el tipo C.
En la actualidad cuesta ver y asumir el argumento de la marca por esa posibilidad de tener que adquirir igualmente un cargador, sin que haya opción de comprar un iPhone 12 con cargador incluido o bien uno sin accesorios y sensiblemente más económico (con lo que quizás se empezaría a reducir esa huella de carbono para dar más plazo a la economía y la sociedad). Un adaptador que hay que adquirir también si se opta por el nuevo cargador MagSafe (45 euros), y a colación de esto recordar que podéis consultar qué nos costaría adquirir auriculares y cargador tirando de lo oficial en el caso de no tenerlos.
Dicho esto, en este apartado hemos venido a hablar de autonomía. Tenemos un chip presuntamente más eficiente, pero ni esto ni los mAh son lo único que interviene en las horas de aguante de una carga y en este caso vemos valores algo menores que los de su predecesor, con una autonomía media de 22 horas y unas cinco horas de pantalla.
Viendo las cifras del iPhone 11 Pro (24 horas de media), quizás es un tema de optimización de iOS 14 si es que la batería es parecida. No dependemos del cargador o de una batería externa, pero tampoco destaca y probablemente el Pro Max le gane en este aspecto.
En cuanto a la velocidad de carga, hemos probado con el cargador tradicional de 5V, el de 20W y el MagSafe, obteniendo los siguientes tiempos de carga:
- 5 voltios: unas cuatro horas, 50% de la carga en 1 hora y 35 minutos.
- 20 vatios: 1 hora y 40 minutos, 50% de la carga en 30 minutos.
- MagSafe: 2 horas y 40 minutos.
La mejor experiencia a nivel de rapidez se obtiene con el de 20W (que teníamos por el iPad Pro), aunque el MagSafe es muy cómodo y el móvil no se calienta tanto como con cable. Es el mismo tiempo que vimos para el 11 Pro con su cargador de 18W, que no es de récord viendo los números que se obtienen con las cargas rápidas a 65W que ya hemos podido probar (en el Vivo X51 5G, por ejemplo), pero no resulta incómodo y quizás a largo plazo es mejor para la batería.
Sonido: si funciona, no lo toques
Apple parece mostrar confianza con las opciones de audio que ofrece porque no vemos cambios a priori en lo que este área se refiere. El iPhone 12 Pro integra sonido estéreo gracias al altavoz principal en la base y al auricular alojado en el notch, mientras que se mantiene la ausencia de minijack de audio y, como hemos comentado para el cargador, tampoco se incluyen auriculares Lightning con el móvil (el adaptador de Lightning a 3,5 milímetros dejó de incluirse hace tiempo).
En la presentación no se comentó ninguna mejora específica en el sistema de audio, no obstante notamos el sonido algo mejor con respecto al iPhone 11 Pro al ser más nítido y claro (y se partía de un nivel ya alto). La ecualización parece ser similar, con buena compensación de graves y agudos y un buen rango dinámico.
De volumen no va nada mal, llegando en nuestras pruebas hasta 105 y 115 decibelios en la inmediata salida del auricular y altavoz principal (respectivamente), lo cual queda en unos 77 decibelios ambientales hablando del máximo volumen. Esto no conviene por la distorsión que ya se llega a crear con tanto volumen, siendo el 65% más que suficiente para ambientar una estancia (unos 65 decibelios ambientales).
El fabricante ha sido también conservador en el software, ya que en las opciones de sonido de iOS 14 seguimos sin encontrar nada a disposición del usuario. Ni ecualizador ni ninguna de las soluciones que en mayor o menor medida solemos ver en las capas de personalización de Android, si bien tampoco es que lo echemos en falta por la calidad que ya tiene de fábrica.
Hablando del sonido por auriculares, la experiencia es mejor de manera habitual por la naturaleza de cada tipo de formato y en este caso no encontramos una excepción. Hemos probado tanto desde el Lightning como con auriculares por Bluetooth (cerrados e in-ear) y el audio es equilibrado y con los matices adecuados, notando bien agudos y graves.
iPhone 12 Pro, la opinión de Xataka
Los escaparates en tecnología a veces son muy caprichosos y su reclamo final puede no encajar con lo esperado según las características de los móviles que incluyen. El iPhone 12 Pro es un móvil completo, bien construido y potente, pero queda como opción rebajada del Max y como "algo demasiado" con quienes busquen los móviles de Apple por el menor precio posible.
Así, algo a la sombra es un móvil que brilla tanto por los bordes charol como por su desempeño en general: no es perfecto y no está a la última en todo, pero cumple bien y lo esperado en la mayoría de áreas.
A mejorar como asignatura más pendiente: la autonomía, claramente. No es competitiva y de hecho vemos que es algo inferior a la de su predecesor inmediato. Y aunque iOS 14 se muestra estable, el usuario habituado a Android (sobre todo a capas de personalización) va a poder echar de menos muchas posibilidades.
La fotografía no es un golpe en la mesa y vemos una evolución muy contenida con respecto al iPhone 11 Pro, aunque como decíamos esto era una buena base y las mejoras en vídeo pueden ser importantes para usuarios especializados y más "pro". Si en el futuro se apuesta por volver en la cámara frontal a aquel punto en el que el balance de blancos era correcto conservando la naturalidad actual y si se apuesta con más firmeza por un buen zoom óptico y un gran angular de mejor rendimiento, el resultado será redondísimo.
Quizás el cambio de diseño haya sido una manera de incrementar las diferencias con lo previo, pero lo cierto es que se echan de menos los bordes semicilíndricos especialmente en esta era de tanta, tanta curva en general (trasera). Por lo demás, como hemos comentado, en la práctica resulta ser una evolución más bien modesta con respecto al iPhone 11 Pro.
9.2
A favor
- El realismo de la fotografía y el vídeo vuelve a establecer un mínimo del que partir, así como la estabilización de los vídeos. En esto no tienen igual.
- El tamaño es acertado para quien prefiere algo más compacto, además se agradece que no resbale ni se ensucie fácilmente.
- Muy bien a nivel de calidad del sonido, aunque pueda echarse en falta el minijack o los auriculares incluidos.
En contra
- La autonomía es un punto flaco y la decisión de no incluir cargador no nos parece la mejor.
- Las aristas de los bordes hacen que el agarre sea menos agradable que los iPhone previos.
- Esperábamos más evolución en cámaras y en pantalla.
Nuevo Apple iPhone 12 Pro (128 GB) - Grafito
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de Apple. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia iPhone 12 Pro, análisis: un "Pro" con algún "pero" fue publicada originalmente en Xataka por Anna Martí .
Gracias a Anna Martí
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