Los seres humanos somos influenciables, envidiosos y amamos pertenecer al grupo. No es de extrañar que nos movamos por modas: al vestir, en lo que comemos, en la tecnología, el ocio... Y no es algo exclusivo de la edad adulta sino que en nuestra infancia y adolescencia somos iguales o incluso peores.
En los siguientes párrafos vamos a repasar las principales modas infantiles en materia de juguetes y productos de entretenimiento desde finales del siglo pasado hasta nuestros días en España e intentaremos vislumbrar como surgieron y como han evolucionado para imponerse en los patios de colegio. Venga, al kiosko, y a jugar un rato.
De los Gogos a los Superzings, la evolución de los "muñequitos"
Empecemos por el final, por la última gran moda en los patios de los colegios de toda España justo antes de que el Coronavirus los cerrara a cal y canto: los Superzings. Se trata de unos pequeños muñecos de plástico de vivos colores que no se pueden comprar directamente sino que vienen en sobres de los cuales no sabes que muñeco traen en su interior. Lo particular de los Superzings es que tienen un universo propio, influenciado por la moda superheróica de Marvel.
Este universo se llama Kaboom y los muñecos son versiones superheróicas (y supervillanescas, podríamos de decir) de cosas cotidianas: de exprimidores a botes de ketchup pasando por plátanos o piñas. Organizados a su vez en parejas rivales (sandwichera Vs. sandwich, exprimidor Vs. naranja...).
Los Superzings empezaron a hacerse populares a finales de 2018 y esa popularidad fue creciendo conforme fueron saliendo las nuevas series de personajes (y sus correspondientes armas, vehículos, sets y demás accesorios y complementos relacionados) cada pocos meses. A principios de 2020 salió la Serie 5 y la sexta parece que está al caer. En el momento de escribir este artículo siete de los diez muñecos más vendidos en Amazon son Superzings. Una autentica pasada.
Como en cada coleccionable que se precie, algunos de los muñecos son más sencillos de encontrar y otros más difíciles. Por estos últimos, que en el caso de los Superzings se conocen como los "Ultrararos", se paga un buen dinero en sitios como Wallapop o Ebay e incluso la propia Amazon está lleno de comentarios de clientes descontentos al comprar las cajas de sobres y encontrarse con que vienen desprecintadas y con muchos más muñecos "repes" de lo prometido, signo inequívoco de que alguien le ha estado echando un ojo en busca de algún tesoro oculto. Y tú que pensabas que las vicisitudes de Arnold Schwarzeneger en 'Un padre en apuros' eran mera exageración hollywoodiense.
Los Superzings, aunque de éxito internacional, son un producto made in Spain: su empresa matriz es Magic Box, sita en Barcelona, y que un par de años antes que Superzings había creado su precursor, los Zomlings. Estos Zomlings, en vez de temática superheróica tenían temática zombie, seguramente gracias a la revivida popularidad del género de los no muertos gracias a 'The Walking Dead' y también tuvieron un éxito bastante considerable a pesar de notarse que se trataba de un producto menos refinado que lo que han terminado siendo los Superzings.
Pero es que además de los Superzings y los Zomlings, las buenas gentes de Magic Box ya habían entretenido y "enviciado" a los niños de los 90 con los célebres Gogos. Los Gogos llegaron a España en 1996 después de tener un éxito brutal (y una fuerte polémica debido a batallas campales en los patios de los colegios) en Reino Unido, donde se los conocían como Crazy Bones, y se trataba también de unos pequeños muñecos de plástico monocromático que venían a ser una actualización de las clásicas tabas, esas pequeñas piezas de distinto tamaño y forma que se lanzaban contra el suelo o una mesa para jugar de mil maneras distintas. Y eso mismo se hacía con los Gogos, claro.
Venían, como sus sucesores, en sobres acompañados de pegatinas (que podían corresponder con el Gogo físico o no), había un pequeño folleto con el checklist de todos los Gogos existentes y una batería de posibles juegos y también surgieron multitud de accesorios como el "portagogos", que molaba mucho pero no tanto el ataúd portador de Crazy Bones que se puso a la venta en muchos países. Magic Box estuvo sacando nuevas versiones de Gogos hasta bien entrado el siglo XXI pero poco a poco se fue perdiendo el interés.
No diga Tazos, señora, diga locura
Los Gogos tuvieron un éxito innegable en España en los 90 pero tuvieron un enemigo terrible en los recreos y parques de toda la geografía nacional: los Tazos. Nacidos en México en 1994 cuando a unos responsables de la empresa de snacks Sabritas se les ocurrió meter unos círculos de plástico con dibujos de los Looney Tunes en sus bolsas de patatas, Pepsi vio claro lo que tenía entre manos y en pocos meses los estaba distribuyendo a nivel internacional.
En España llegaron de la mano de la célebre Matutano, perteneciente al emporio PepsiCo, en el otoño de 1994 con el nombre de Matutazos aunque todos los conocíamos como, simplemente, Tazos. La primera remesa que vimos aquí tenía como protagonistas a los Tiny Toons, versiones infantiles de los Looney Tunes que eran un éxito brutal, y ya incorporaba los distintos tipos de Tazos según su grosor (tazos, supertazos, megatazos y mastertazos) además de los magictazos, que tenían un chulísimo efecto holográfico. Los kioskos no daban abasto para vender Fritos, Pelotazos y demás snacks y los patios de colegio se convertían en luchas denodadas por conseguir el mayor botín posible, tan grande que necesitaras un Portatazos extra para poder llevarte todo el botín.
A los Tiny Toons siguieron Tazos de Chester (el molón guepardo mascota de Cheetos), Dragon Ball Z (que tenían tazos voladores y tazos de forma octogonal, que aumentaban la diversión y las posibilidades de forma exponencial) e incluso de Barbie, en un intento de acercar a las niñas a un fenómeno que, aunque como vemos en el anuncio encima de estas líneas se pretendió que fuera unisex, siempre tuvo más calado entre los niños. Y eso sin olvidarnos de los más célebres, únicos y recordados: los Chiquitazos, con las mejores frases del maestro Chiquito de la Calzada, que se podían conseguir en las bolsas de Fistros. Mítico.
El éxito de los Tazos fue tal que muchas otras empresas se quisieran subir al carro y así llegaron los Rondos de Ediciones B (los más populares los de Mortadelo y Filemón) o los Caps, de los mencionados Magic Box, cuya serie de Los Simpsons, que se vendía en sobres, fue muy exitosa. Y claro, los más "Spain is different", las T-tazas, el equivalente en tazo a aquellos chicles que traían una pegatina con una chica en bikini que si la humedecías, dicho bikini desaparecía. Eran otros tiempos, desde luego.
Para 1997-98 la fiebre por los Tazos fue desapareciendo poco a poco, la competencia era dura como decíamos antes... tan sólo para resucitar con nueva fuerza en una nueva generación a principios del siglo XXI de la mano de nuevas series con temáticas de Pokémon, Digimon o Yu-Gi-Oh que fueron grandes éxitos nuevamente.
Cromos y cartas, pasatiempo atemporal
Los cromos de fútbol han sido objeto del deseo de varias generaciones de niños españoles desde su nacimiento en 1972. Desde los años 80 los sobres de cromos de La Liga (y de otras competiciones como mundiales y eurocopas) y los preciados álbumes recopilatorios han sido distribuidos por Panini. Según la multinacional italiana se venden cada año más de 100 millones de sobres de cromos, una auténtica burrada que demuestra que los niños (y no tan niños) siguen enganchados como lo estábamos en los 90 y que los primeros días de cole siguen siendo un incesante "sile nole sile nole" entre los amigos para intercambiar cromos y completar nuestra colección.
No sólo había cromos de fútbol, claro. Otros deportes como el ciclismo o el baloncesto (y posteriormente Fórmula 1 o MotoGP) y potentes franquicias como Dragon Ball o Pokémon han sido objeto de colecciones de cromos muy populares. Hoy en día Panini vende cromos de Harry Potter, Fortnite o, las muy populares entre las niñas, Catrinas Underworld (unas preciosas muñecas ambientadas en el mundo de la santería mexicana). Incluso en la temporada 2019/2020 hemos tenido hasta cromos del cada vez más popular fútbol femenino de la mano de la compañía valenciana Teika.
Además de los cromos, Panini lleva unos años distribuyendo también unas cartas o trading cards de La Liga para jugar con ellas (y coleccionarlas también, claro) llamadas Adrenalyn XL con un éxito importante. Y hay otros productos similares como Match Attax de Topps con licencias de las competiciones europeas. Sin embargo da la sensación que estas cartas futboleras son a los cromos lo que los muñecos Funko Pop a los muñecos: más disfrutables por mayores que por niños.
Pero no siempre es así y esto nos lleva a adentrarnos en el también muy popular entre la chavalería mundo de los juegos y colecciones de cartas y trading cards.
La añorada Panrico fue pionera en incluir pegatinas y pequeñas sorpresas en los envases de sus bollos y pastelitos. A finales de los 80 lanzaron los Tois acompañando a los populares bollycaos y fue toda una revolución; una serie de pegatinas protagonizas por un simpático bicho verde acompañado de carteles con lemas en un vocabulario infantil como "Toi agotao", "Toi aburrio" o "Toi helao" que fueron un éxito brutal. Los bollycaos siguieron llevando nuevos Tois a lo largo de buena parte de los 90 hasta que los niños y las niñas se empezaron a aburrir de ellos.
Era una época en la que empezaba a hablarse en España de las cartas 'Magic: The Gathering' y en Panrico decidieron que era el momento de jubilar los Tois y nacieron las cartas Kaos: dibujos chulos, reglas sencillas y complementos (dados, tableros, portakaos...). Era el año 1999 y el éxito fue instantáneo. A 'Kaos: The Game', de ambiente ciberpunk, le siguió 'Kaos: The legend', de atmosfera de fantasía de espada y brujería, y finalmente llegaron Millenium Attack y Planeta Mutante (de clara "inspiración" en Pokémon). Bollycao dejó de repartir cartas pero los juegos de cartas coleccionables para el público infantil o juvenil habían llegado para quedarse.
Hoy en día tenemos ejemplos como los juegos de cartas de Dragon Ball Super y Yu-Gi-Oh (tiene su lógica siendo un anime sobre un juego de cartas) de Bandai y, claro, los Fantasy Riders de la todopoderosa Panini. A finales de 2019 llegó la primera expansión y, al igual que el juego original, se venden sobres y accesorios a espuertas en kioskos, jugueterías y Amazon además de encontrar cientos de vídeos de unboxing y gameplay en Youtube. Toda una fiebre que no tiene visos de apaciguarse en breve.
El éxito juguetero en tiempo de las apps y las redes sociales
Después de este viaje con numerosas paradas en el pasado y en el presente podemos sacar una serie de lugares comunes que comparten los juguetes y productos infatiles más populares en estos tiempos que corren, de los Superzings a las Fantasy Riders pasando por las muñecas LOL Surprise o los Treasure X de Famosa: una empresa potente detrás con un departamento de marketing siempre a la última y una gran capacidad de distribución. Pero sobre todo que sean asequibles y tengan la capacidad para la sorpresa, el coleccionismo, la competición y la reinvención a base de complementos. Y cada vez más la transversalidad en cuanto al género, que sea atractivo tanto para niñas como niños.
Lo que parece claro es que el empuje de franquicias conocidas (si descontamos seguramente Pokémon y Harry Potter) cada vez es menos decisivo. Sin embargo esto no es una ciencia exacta y hemos visto recientemente como juguetes que no cumplen estos requerimientos se convierten en éxitos totalmente inesperados.
Es el caso de los Spinners o Fidget Spinners, el juguete de más éxito de 2017, todos los niños y las niñas haciendo girar a la velocidad del demonio este curioso artilugio. Dando tumbos desde principios de los 90 por diversas ferias y jugueteras de todo el mundo, el éxito global e inesperado llegó cuando la patente ya había expirado y su (supuesta) inventora se quedó sin veer un dolar en una historia que ya contamos en su momento en Xataka.
Seguramente mucha culpa de la popularidad del Spinner se debió a que corrió como la pólvora por los grupos de Whatsapp de los padres de niños de que el Spinner tenía efectos terapéuticos. Este beneficio nunca se demostró pero ejemplifica el poder de Internet y las apps sociales y de comunicación a la hora de crear modas en nuestro tiempo.
Casi todos los juguetes y productos infantiles siguen teniendo fuerte presencia en televisión, especialmente en campaña navideña, claro, pero es en Internet donde se maneja el cotarro. Que los grandes youtubers estrella de Youtube y Youtube Kids hagan upboxings o gameplays de tus productos es sinónimo de éxito en los patios de colegio de toda España y de padres agobiados por conseguir todos los juguetes para sus vástagos.
Sin embargo esto, lo de conseguir acabar las colecciones, también se ha convertido en "juego de niños" con las nuevas tecnologías. Mientras antes nuestras únicas opciones eran patearnos las jugueterías, buscar intercambios con los amigos y escribir a la empresa para que te facilitaran los que te faltaban a precio de oro, ahora las opciones se han multiplicado: la popular eBay y Wallapop, la principal app de compraventa entre particulares, están llenos de gente que vende juguetes, muñecos, cromos y cartas a buenos precios. Además han surgido redes especializadas en intercambios como es el caso de Cromosrepes y otras similares. Un mundo de comodidad y entretenimiento.
La popularidad del Spinner duró unos meses tan sólo y se evaporó de las manos de los niños (aunque, fun fact, si pones "spinner" en el buscador de Google puedes todavía perder un buen rato girando el artilugio de forma virtual). Más duró la popularidad de un objeto que se hizo un hueco importante entre los Tazos, los Gogos, los cromos o las cartas en ese disputado final de siglo XX siendo algo totalmente diferente y bastante bizarro si se piensa: el Tamagotchi.
Esa improbable mascota virtual proveniente de Japón de la mano de Bandai a la que había que alimentar, lavar y proteger y que fue un éxito nunca visto entre 1998 y 1999 en España. Este huevo LCD nunca ha dejado de venderse e incluso hubo un renacimiento del Tamagotchi en 2019 con mascotas a color, conectadas y que hasta podían casarse y tener descendencia... pero se ve que las nuevas generaciones están menos receptivas que lo estábamos las anteriores o quizás es que para lo que hacen los nuevos tamagotchis, ya tenemos 'Animal Crossing', ¿no?
Ahora es tu turno, ¿a qué están enviciados tus hijos, sobrinos o primos pequeños? ¿En qué se dejan la paga? Y ya puestos, ¿en qué lo hacías tu? Yo reconozco que era una fiera con la peonza (trompo que se decía en mi pueblo), que estaba obsesionado con los Hot Wheels y que me pulía la paga en muñecos de Dragon Ball. Con semejante infancia normal que haya terminado siendo informático y escribiendo en Xataka, ¿verdad?
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La noticia De los gogos a los superzings: cómo se fraguan las modas infantiles en 2020 fue publicada originalmente en Xataka por Fernando Siles .
Gracias a Fernando Siles
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