El ritmo de lanzamientos de Xiaomi hay veces que roza lo absurdo. La compañía no para y en lo que llevamos de año hemos conocido ni más ni menos que 22 móviles entre todas sus marcas. Uno de los últimos en llegar ha sido el Xiaomi Redmi Note 9S, hermano del Redmi Note 9 y Redmi Note 9 Pro. Se configura como un gama media sencillo que viene a competir muy fuerte en relación-calidad precio. He aquí su análisis.
Para esta ocasión, Xiaomi nos ofrece un dispositivo que podemos conseguir por 229 euros, una cifra muy en la línea de la gama media de Xiaomi y que destaca por tener grandes cifras. Así, tenemos un panel de 6,67 pulgadas, 5.020 mAh de batería y 48 megapíxeles en la cámara trasera. Sobre el papel no pinta mal, pero hay algunos "peros", valga la redundancia, que debemos tener en cuenta. Sin más dilación, vamos con la review.
Ficha técnica del Xiaomi Redmi Note 9S
XIAOMI REDMI NOTE 9S |
|
---|---|
DIMENSIONES Y PESO |
166,9 x 76 x 8,8 mm |
PANTALLA |
IPS LCD de 6,67 pulgadas |
PROCESADOR |
Snapdragon 720G |
MEMORIA RAM |
4 GB |
ALMACENAMIENTO INTERNO |
64 GB ampliables con tarjetas microSD |
CÁMARA TRASERA |
48 MP f/1.79 |
CÁMARA DELANTERA |
16 MP f/2.48 |
BATERÍA |
5.020 mAh |
SISTEMA OPERATIVO |
Android 10 con MIUI 11 |
CONECTIVIDAD |
Dual nano SIM |
OTROS |
Sensor de huellas lateral |
PRECIO |
Smartphone XIAOMI REDMI Note 9S 4/64GB Glacier White
Diseño: grande, pesado y aficionado a las huellas
Dicen que la belleza está en el interior, pero como siempre hacemos, vamos a empezar con el apartado estético. El Xiaomi Redmi Note 9S es un dispositivo acabado en Gorilla Glass 5 tanto por delante como por detrás. El nuestro es de color azul eléctrico (azul aurora es su nombre técnico), aunque también está disponible en negro y blanco. Los bordes están ligeramente curvados para mejorar el agarre, algo que se agradece porque el dispositivo es bastante grande.
Estamos hablando de un terminal que mide 167 milímetros de alto y con casi nueve milímetros de grosor, que se dice pronto. Se siente grande en la mano y usarlo sin sujetarlo con dos manos es, digamos, más difícil de la cuenta. Por fortuna, MIUI nos permite deslizar hacia abajo para abrir el panel de notificaciones y resolver ligeramente el problema, pero no deja de ser cierto que alcanzar la zona superior en las aplicaciones es complicado.
Tampoco ayuda mucho su peso de 209 gramos. Para ponerlo en contexto, el Honor 9X Pro pesa 206 gramos, tres menos, pero se siente mucho más equilibrado. Es pesado porque su peso es alto, pero no se nota tanto. Con el Xiaomi Redmi Note 9S no hemos tenido esa sensación. El dispositivo pesa más por la parte inferior que por la superior, por lo que al sujetarlo se siente pesado. Y tiene sentido que así sea, porque debajo de la trasera hay una batería de 5.020 mAh.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Xiaomi Redmi Note 9S | 166,9 | 76 | 8,8 | 209 | 6,67 | 5.020 | 126,8 | 111,6 |
Nubia Red Magic 5G | 168,6 | 78 | 9,8 | 218 | 6,65 | 4.500 | 131,508 | 128,88 |
OnePlus 8 Pro | 165,3 | 74,35 | 8,5 | 199 | 6,78 | 4.510 | 122,9 | 104,47 |
Huawei P40 Pro | 158,2 | 72,6 | 8,95 | 209 | 6,58 | 4.200 | 114,85 | 102,79 |
Samsung Galaxy S20 Ultra | 166,9 | 76 | 8,8 | 220 | 6,9 | 5.000 | 126,84 | 111,62 |
iPhone 11 Pro Max | 158 | 77,8 | 8,1 | 226 | 6,5 | 3.969 | 122,92 | 99,57 |
Pixel 4 XL | 160,4 | 75,1 | 8,2 | 193 | 6,3 | 3.700 | 120,46 | 98,78 |
LG V60 ThinQ | 169,4 | 77,7 | 8,9 | 219 | 6,8 | 5.000 | 131,62 | 117,15 |
OPPO Reno 10x Zoom | 162 | 77,2 | 9,3 | 210 | 6,6 | 4.065 | 125,07 | 116,31 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Xiaomi Mi 10 Pro | 162,5 | 74,8 | 9 | 208 | 6,67 | 4.500 | 121,55 | 109,39 |
Dicho esto, en la parte trasera no tenemos otra cosa más allá del módulo que aloja la cuatro cámaras. Sobre su rendimiento hablaremos más adelante, pero quedémonos con la idea de que al estar en el centro no se tambalea si tocamos en las esquinas inferiores del terminal. Otra cosa es que lo hagamos en las esquinas superiores, en cuyo caso sí lo hace, y mucho. ¿Solución? Una funda como la que viene en la propia caja. De hecho, la funda solucionará este problema y el de las huellas, que se quedan muy, pero que muy marcadas. Los problemas del cristal, qué le vamos a hacer.
Repasando los cantos, en el derecho tenemos los botones del volumen y el lector de huellas, que actuará también como botón de inicio. Está integrado en el propio chasis y es fácil tocarlo con el dedo pulgar de la mano derecha o el índice de la izquierda si tenemos una mano relativamente grande. No sucede lo mismo con los botones de volumen, que se quedan demasiado arriba.
En el canto derecho tenemos la bandeja para las dos nano SIM y la SD. En el inferior encontramos el puerto de carga USB tipo C, el altavoz, el jack de auriculares (minipunto para Xiaomi) y un micrófono. Finalmente, en el canto superior tenemos otro micrófono y el sensor infrarrojos que nos permitirá controlar la tele y demás dispositivos desde el móvil. A título personal, yo me mantengo en mis trece: es un añadido de lo más útil y me da pena que no se vea en más móviles.
Resumiendo, el Xiaomi Redmi Note 9S no es un dispositivo apto para personas con manos pequeñas ni para aquellos que detesten las huellas. Es bastante grande y se siente pesado. Sin embargo, Xiaomi nos da una de cal y una de arena, ya que nos ofrece un pantallón de 6,67 pulgadas y una batería que, como veremos más adelante, es una delicia en cuanto a autonomía.
Pantalla: cumpliendo sin grandes alardes
A pesar de que los 90 Hz están empezando a llegar a la gama media, Xiaomi sigue apostando por los 60 Hz de toda la vida. Tampoco podemos pedir más de 229 euros, pero es algo a contemplar. La compañía ha montado en su Redmi Note 9S un panel IPS/LCD de 6,67 pulgadas que, si bien se estira hasta las esquinas, sigue teniendo un pequeño marco en la zona superior y una pequeña barbilla en la zona inferior.
Xiaomi ha conseguido este tamaño gracias a la perforación que hay en la zona superior central, donde se aloja la cámara. ¿Molesta? No, en absoluto, y de hecho acaba pasando desapercibida al cabo de unos minutos de uso. Es discreto, en pocas palabras. Sin embargo, si miramos la pantalla de lado veremos cómo aparecen un sombreado alrededor del agujero.
No se aprecia cuando lo miramos de frente o tenemos una app con fondo oscuro abierta, pero sí cuando lo miramos desde una posición que, todo sea dicho, no es natural. Está ahí, pero no estorba. El agujero se puede ocultar mediante software añadiendo una barra negra al lado, pero esta molesta más que ayuda. Es gruesa y la pantalla no se termina de disfrutar.
En cuanto a la calidad de la pantalla, cumple su cometido, pero no destaca. Es una pantalla de gama media y se comporta como tal. Se ve bien de día y de noche, tiene un nivel de brillo máximo y mínimo suficiente (a plena luz del día se agradecería algo más de brillo, todo sea dicho) y no hemos tenido problemas con los ángulos de visión. Los colores están bien conseguidos y, si bien no llegan a tener el efecto ¡wow! de los paneles OLED, se disfrutan.
Eso sí, el panel tiene una calibración más cálida de la cuenta, por lo que tendremos que ir a los ajustes de pantalla para conseguir colores fieles. Nosotros lo hemos dejado como podéis ver en las capturas inferiores y es como más nos ha gustado. El usuario podrá notar esto en las aplicaciones con fondos blancos, que tienden ligeramente al naranja.
Para la resolución, Xiaomi mantiene la cómoda FullHD+ (2.400 x 1.080 píxeles), por lo que no vemos los píxeles ni notamos dientes de sierra. Después de todo, tenemos 395 píxeles por pulgada, que no es una cifra precisamente baja. Decir también que la pantalla tiene un protector puesto de fábrica que nosotros le hemos quitado para ver cómo se comporta sin él. Efectivamente, las huellas se siguen quedando bastante marcadas, así que tocará limpiar el frontal de vez en cuando.
La pantalla se ve bien, se disfruta y cumple con su cometido, dejando de lado que sea más o menos cómoda de usar debido a su tamaño. Es, como decíamos, una pantalla de gama media. Funciona bien, pero no aporta nada nuevo al segmento. Lo más impresionante es su tamaño, algo que disfrutarán los aficionados a ver películas desde el móvil, pero más allá de eso, una pantalla bastante estándar en cuanto a prestaciones.
Hablando de ver películas, procede hacer una mención al sonido. Tenemos un altavoz colocado a la derecha del canto inferior, por lo que taparlo es demasiado fácil. Se escucha muy bajito, hasta el punto de que para escuchar un vídeo de YouTube tenemos que subir el volumen casi al máximo para que la experiencia sea óptima. No es el mejor audio del mercado ni lo pretende, pero habría agradecido una calidad algo más alta. Por suerte, tiene jack de auriculares, así que siempre queda la opción de recurrir a ellos.
Rendimiento: nada propio de un Xiaomi
Por norma general, los dispositivos de Xiaomi suelen rendir bastante bien y no dar problemas, pero no ha sido el caso en esta ocasión. El Xiaomi Redmi Note 9S que nosotros hemos analizado tiene 4 GB de memoria RAM, 64 GB de almacenamiento y el procesador Snapdragon 720G, que es el que monta el Realme 6 Pro, por ejemplo. El conjunto, sobre el papel, debería ser suficiente para ofrecer una experiencia decente, pero lo cierto es que el rendimiento tiene mucho margen de mejora.
Se nota cierto lag al movernos por las aplicaciones o hacer acciones dentro de las mismas, como navegar por el feed de YouTube, elegir un vídeo y ponerlo en horizontal. Esta acción suele ser inmediata, pero en este terminal hemos sufrido de tirones, glitches gráficos (como que la pantalla se quede en negro y luego vuelva), etc. Es solo un ejemplo, pero también hemos tenido problemas en Chrome, que se quedaba congelado mientras navegábamos, e incluso al volver a la pantalla de inicio.
Este "arrastre" lo notaremos también al cambiar de modo en la aplicación de cámara, al abrir los ajustes y movernos entre las opciones e incluso al cerrar apps. De hecho, llevaba tiempo sin analizar un móvil que redibujase por completo la interfaz después de usar la cámara durante un rato. Mi teoría es que es un problema de la memoria RAM. 4 GB es una cifra que ya se antoja algo escasa en pleno 2020. Android es un sistema operativo pesado y las aplicaciones requieren de cada vez más recursos, por lo que apostar por 4 GB es un salto de fe en toda regla. 4 GB de RAM pueden funcionar ahora, pero a largo plazo quizá sea una cantidad que se quede corta.
El rendimiento, dicho de otra forma, no nos ha terminado de convencer. Es algo que nos ha sorprendido viniendo de una marca que suele ser "bastante predecible". Raro, muy raro es el Xiaomi que no va bien o muy bien, y en esta ocasión nos hemos quedado con una sensación agridulce. Es una cuestión de que Xiaomi actualice el software y pula las no pocas asperezas que hay, pero lo que hay ahora mismo es un terminal al que le falta optimización.
Dicho lo cual, y si bien los tiempos de apertura pueden ser más altos de la cuenta, es posible jugar a juegos pesados como 'Asphalt 9', 'Legends of Runeterra' o 'PUBG Mobile' sin problema. Una vez el juego está cargado, la interfaz se mueve sin tirones y el juego en sí se comporta bien. Esto refuerza mi teoría de que no es un problema de potencia, sino de optimización a nivel de software. Para los que gusten de los benchmarks, he aquí los resultados.
Xiaomi Redmi Note 9S |
Realme 6 Pro |
Xiaomi Mi Note 10 |
Xiaomi Mi 9T |
Samsung Galaxy A70 |
Motorola One Vision |
Xiaomi Mi A2 |
Lenovo Z5S |
Huawei P Smart 2019 |
|
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
Snapdragon 720G |
Snapdragon 720G |
Snapdragon 730G |
Snapdragon 730 |
Snapdragon 675 |
Exynos 9609 |
Snapdragon 660 |
Snapdragon 710 |
Kirin 710 |
RAM |
4 GB GB |
8 GB |
6 GB |
6 GB |
6 GB |
4 GB |
4 GB |
3 GB |
4 GB |
ANTUTU |
241.054 |
279.533 |
253.660 |
211.901 |
170.567 |
136.111 |
127.610 |
130.026 |
130.026 |
GEEKBENCH |
546 / 1.607 (5.0) |
568 / 1.676 (5.0) |
539 / 1.715 (5.0) |
2.545 / 6.900 |
2.363 / 6.390 |
1.507/4.934 |
1.626 / 4.286 |
1.531 / 5.149 |
1.531 / 5.149 |
PC MARK WORK |
8.702 |
10.099 |
7.473 |
9.166 |
8.889 |
6.812 |
6.332 |
8.809 |
5.853 |
3D MARK(SLING SHOT) |
3.423 |
3.741 |
- |
3.196 |
1.766 |
2.030 |
1.910 |
- |
1.144 |
En cuanto al almacenamiento interno, tenemos 64 GB de base que se pueden ampliar mediante tarjetas microSD. Estamos de acuerdo en que esta cifra ya empieza a quedarse corta, principalmente porque las apps consumen más espacio que hace unos años, los juegos son cada vez más pesados y hacemos más fotos que nunca. Si, como yo, eres usuario de la nube, los 64 GB no deberían ser un problema. Mi móvil personal tiene 64 GB y no echo en falta más almacenamiento. Sin embargo, reconozco que para aquel que guste tenerlo todo en local, esta cantidad es baja. ¿Solución? Una microSD de hasta 512 GB u optar por la versión de 6 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento.
Software: MIUI 11 y Android 10
Como todo Xiaomi que se precie, el Redmi Note 9S llega con MIUI 11 y Android 10. Por el momento, no hemos recibido la actualización a MIUI 12, aunque siendo un terminal reciente cabe esperar que llegue más pronto que tarde. MIUI es una capa por todos conocida que se caracteriza por mimar mucho los detalles gráficos, como que la rueda de ajustes rote cuando cerramos la app. Son detalles nimios que gustan. Una lástima que el rendimiento, como decíamos antes, tenga margen de mejora.
MIUI tiene sus más y sus menos. A nivel estético ha ido mejorando con el paso del tiempo y, poco a poco, se ha ido deshaciendo de elementos superfluos. MIUI 11 es más sencillo de usar para los usuarios no acostumbrados que sus versiones anteriores. Sigue apostando por una estética colorida que le sienta bien y permite personalizar bastante la interfaz. Estos son sus más, pero veamos los menos.
Por defecto, Xiaomi tiene un montón de aplicaciones preinstaladas, tanto propias como de terceros. Entre las propias encontramos un escáner de códigos QR, una brújula, ShareMe, MiMover, la radio FM, Mi Video o la app de música. Estas no se pueden desinstalar. Luego tenemos una carpeta llamada "Más aplicaciones" en la que encontramos Amazon, Facebook, WPS, Netflix, eBay, LinkedIn y AliExpress, así como otras aplicaciones promocionadas que nos podemos descargar si queremos. Estas sí pueden desinstalar.
Por último, tenemos una carpeta llamada "Juegos" con títulos que, en pocas palabras, son malos. Tenemos un clon del 'Tetris', uno clon del 'Fruit Ninja' y un clon de 'Bubble Shooter', entre otros, así como más sugerencias de aplicaciones que podemos descargar. Partiendo de la base de que tenemos 64 GB de almacenamiento interno, no creo que haya que pensarse ni un momento desinstalarlas de inmediato. MIUI, en pocas palabras, sigue teniendo mucho bloatware.
Otra cosa que sigue teniendo MIUI es publicidad en las aplicaciones nativas. Por ejemplo, al ejecutar un análisis de seguridad desde el gestor se nos mostrará un banner con publicidad. También tenemos anuncios en la app de descargas y el propio navegador por defecto, Mint, muestra aplicaciones y juegos promocionados. Entiendo la idea de que recortar en precio supone buscar otras vías de ingresos, pero no es de recibo que las apps preinstaladas tengan anuncios. En este artículo nuestros compañeros de Xataka Android explican cómo desactivarla.
El menú de ajustes es más sencillo de usar que en versiones anteriores y nos da varias opciones de personalización, como cambiar los temas, modificar la cuadrícula de la pantalla de inicio o activar las respuestas rápidas en las notificaciones, algo que no entiendo que no venga activado por defecto con lo útiles que son. También podemos configurar un segundo espacio para llevar allí aplicaciones del trabajo o personales y acceder a Game Turbo, que nos permite lanzar juegos previa limpieza de la memoria RAM.
Cabe destacar que tenemos acceso a bienestar digital, de forma que podemos consultar cuánto tiempo hemos usado el móvil, la cantidad de notificaciones que hemos recibido, etc. En esta misma pantalla podremos acceder a los controles parentales, por si tenemos pensado dejarle el móvil a los más peques. Por lo demás, MIUI sigue siendo MIUI y, a falta de que llegue MIUI 11, no hay novedades reseñables.
Biometría: el lector de huellas enamora, a veces
Pasamos a hablar de la biometría, un apartado en el que el Xiaomi Redmi Note 9S nos ofrece dos opciones: lector de huellas lateral y desbloqueo facial en dos dimensiones. El lector de huellas funciona bien a nivel hardware. ¿Qué quiere decir eso? Que detecta muy rápido nuestra huella. De hecho, basta con posarla ligeramente sobre el sensor para que la reconozca.
El problema es que, como decíamos anteriormente, el sistema operativo necesita optimización, por lo que la lentitud de la animación que hay entre que ponemos el dedo sobre el sensor, este reconoce la huella y se abre la pantalla de inicio, da la sensación de que es más lento de la cuenta. No es que sea lento, es que hay una animación que no va fluida y que engaña a la vista. De ahí que digamos que enamora, pero a veces. Funciona bien, pero la animación no ayuda.
En cuanto al desbloqueo facial, su configuración es realmente rápida (apenas necesita un segundo para guardar nuestra cara) y funciona realmente bien cuando es de día. El problema está en que no se aprovecha, porque el lector de huellas está en el botón de inicio, que es el que pulsaremos para desbloquear la pantalla. En ese momento, el teléfono se desbloqueará porque detectará la huella, así que al desbloqueo facial no le llega a dar tiempo a funcionar. De noche, evidentemente, su rendimiento cae porque no tenemos un sensor infrarrojos. La cámara necesita luz para funcionar y cuando escasea no funciona.
Batería: como llevar una powerbank en el bolsillo
Seguimos hablando de la batería, que sin lugar a dudas es uno de sus principales puntos positivos. En el interior del Xiaomi Redmi Note 9S encontramos ni más ni menos que una pila de 5.020 mAh de capacidad. De ahí su peso y de ahí su autonomía, que nos ha dejado con un sabor de boca muy agradable. Por norma general, hemos conseguido alcanzar las diez horas de pantalla activa y aguantar hasta dos días sin tener que cargarlo. En pocas palabras, la batería no va a ser un problema.
Lo que sí lo puede ser es la velocidad de carga. Xiaomi ha implementado un sistema de carga rápida de 18W y un cargador de 22,5W en la caja, y eso no está mal para 3.500-3700 mAh, pero en un dispositivo con 5.020 mAh la cosa cambia. El dispositivo se carga por completo en algo más de dos horas con su cargador original, una cifra quizá demasiado alta para los que busquen darle un chute de batería en casos puntuales. Tampoco es que vaya a ser muy necesario, porque el dispositivo tiene cuerda para rato.
Además de esta lenta velocidad de carga, el Xiaomi Redmi Note 9S no tiene carga inalámbrica ni mucho menos carga inalámbrica inversa. Es una pena, porque es precisamente en dispositivos con estos amperajes en los que esta tecnología se podría aprovechar para, por ejemplo, carga unos auriculares inalámbricos.
Cámara: solvente sin llegar a impresionar
Terminamos hablando del apartado fotográfico. Xiaomi, en esta ocasión, no se ha querido ir a los 108 megapíxeles de los modelos Mi Note 10 ni a los 64 megapíxeles, sino que se mantiene en los 48 megapíxeles que ya conocemos todos. En total, tenemos cinco cámaras cuyas especificaciones son las siguientes.
- Cámara principal: sensor de 48 megapíxeles de 1/2", apertura f/1.79, lentes 6p, tecnología Super Pixel 4 en 1.
- Gran angular: sensor de 8 megapíxeles con 119º de campo de visión, píxeles de 1,12 micras y apertura f/2.2
- Cámara macro: sensor de 5 megapíxeles con enfoque a 2-10 centímetros y apertura f/2.4
- Cámara de profundidad: sensor de dos megapíxeles con píxeles de 1,75 micras y apertura f/2.4
- Cámara delantera: sensor de 16 megapíxeles con píxeles de 1 micra y apertura f/2.48.
Así pues, tenemos una configuración relativamente versátil, pero que deja caer el telefoto para introducir un sensor macro que, en la práctica, se usa más bien poco. El sensor de 48 megapíxeles toma fotos efectivas de 12 megapíxeles gracias a la tecnología de combinación de píxeles, aunque podremos forzar la máxima resolución desde la app de cámara. Con todo, ya sabemos más que de sobra que los megapíxeles no lo son todo cuando hablamos de fotografía.
App de cámara
La aplicación de cámara es la misma que encontramos en otros dispositivos de Xiaomi. Ya sabemos que su diseño es minimalista y que no tenemos grandes alardes de diseño. Cumple su objetivo de permitirnos echar fotos, pero su rendimiento está en la línea que el resto del dispositivo, por lo que notaremos algún que otro tirón al alternar entre modos o entre las diferentes lentes.
En la parte inferior tenemos un acceso directo a la galería y el botón del obturador, así como los modos dispuestos en un slider horizontal que nos permite alternar entre ellos o bien pulsando sobre el texto bien deslizando hacia los lados. En la zona superior tenemos los ajustes, como el flash, la IA, el temporizador y la configuración de la cámara, donde podremos activar la cuadrícula o modificar la resolución de la cámara.
Algo que llama la atención es que teniendo una lente dedicada a las fotos macro no haya un modo macro accesible en la pantalla principal. Para acceder a él tenemos que irnos al botón de ajustes de la zona superior y buscar allí el modo macro. Tampoco es algo demasiado relevante, porque el modo macro lo vamos a usar más bien y solo en ocasiones muy puntuales.
Cámaras traseras de día
Empezamos hablando de la fotografía diurna, que se puede resumir en una frase: no se le pueden poner pegas en cuanto a calidad. El sensor principal cumple con creces su cometido, consiguiendo una foto con buena iluminación, buenos colores, nitidez y contraste. No es la resolución más alta del mercado, estamos de acuerdo, pero con el sensor de 48 megapíxeles podemos conseguir fotos de 12 megapíxeles muy correctas y con buen nivel de detalle.
Con el gran angular, sin embargo, la cosa cambia. Por lo general, suele ser el sensor en el que se hacen más sacrificios, y en este dispositivo no iba a ser una excepción. Tiene menos resolución, así que la nitidez y el nivel de detalle se resienten bastante. La imagen, además, tiende a salir más cálida que con respecto al sensor principal. Sin embargo, el HDR consigue recuperar las luces altas y levantar ligeramente las sombras. El gran angular salva la papeleta, pero no destaca.
En cuanto al zoom, dado que no tenemos un telefoto, tenemos que confiar en que el cropping haga su trabajo. Dependerá mucho de la escena, pero si tenemos una luz muy fuerte encima lo más normal es que las imágenes tiendan a salir más claras que con el sensor principal. Con todo, el nivel de detalle se conserva y la experiencia es positiva. No es la misma que con un telefoto dedicado, pero está bien.
Para que puedas ver los resultados combinados, en la imagen inferior puedes ver la misma escena tomada desde la misma posición con diferentes niveles de zoom. En líneas generales, la imagen es muy correcta y, en pocas palabras, no se le puede pedir más a una cámara de un móvil de 229 euros. Nos hemos llevado una grata sorpresa.
Como indicábamos anteriormente, es posible forzar el modo de 48 megapíxeles directamente desde la app de cámara. ¿Qué conseguimos con esto? Mejorar la nitidez de los elementos más lejanos a costa de sacrificar algo de color y contraste. El resultado es llamativo y su tamaño permite recortar a posteri para destacar una zona, pero para el día a día el modo automático de 12 megapíxeles es la mejor alternativa. Es más rápido y la foto está mejor conseguida.
Llegamos así al turno del macro. ¿Es una lente útil? Puede que para algunos usuarios sí, pero lo cierto es que en el día a día su presencia es anecdótica. No se usa demasiado porque en raras ocasiones tendremos que acercarnos tanto a un elemento. Sin embargo, aquellos que sean aficionados a este tipo de fotografía posiblemente lo agradezcan, principalmente porque los resultados son muy buenos y la lente enfoca desde dos centímetros. Está foto de abajo está tomada literalmente con la cámara casi pegada a la moneda y a la vista está que el resultado es muy bueno.
Cámaras trasera de noche
Y si de día nos ha convencido, de noche no tanto. Seguiremos la estructura de antes, así que empecemos hablando del sensor principal. Las sensaciones son mixtas. Por un lado, la foto se salva y las luces amarillas están bien gestionadas para que no sean estridentes, pero se echa en falta un mayor nivel de detalle en los elementos lejanos. Además, si nos fijamos, veremos que las sombras están muy empastadas y que los bordes de los elementos que componen la escena tienen cierto efecto acuarela. Los resultados no están mal para un móvil de este precio, pero tampoco es que sorprendan en exceso gran angular.
Con el gran angular nos llevamos un sabor de boca amargo. El resultado es pobre y para nada llamativo. Se nota que es una lente menos luminosa y con una resolución más baja, así que de noche es mejor dejarlo tranquilo. Los resultados siguen siendo más cálidos de la cuenta y el nivel de detalle brilla por su ausencia.
Cuando hacemos zoom de noche es cuando más notamos no tener un telefoto dedicado. La imagen es muy parecida a la que conseguimos con el sensor principal, principalmente porque es el que estamos usando para hacer cropping, pero el efecto acuarela y la falta de detalle se han todavía más evidentes. De nuevo, los elementos del fondo salen empastados y la foto en general es de suficiente.
Modo noche
Como todo móvil que se precie, el Xiaomi Redmi Note 9S tiene un modo noche dedicado a levantar las luces y conseguir mejores resultados. ¿Qué nos ofrece realmente? Una imagen con mejor luz y algo más detalle, sin llegar a conseguir que las líneas salgan del todo definidas. Sin embargo, el resultado es mejor que con el sensor principal, por lo que, francamente, me he sentido cómodo usándolo cuando la situación lo ha requerido.
Lo que estamos haciendo realmente es tomar una larga exposición de unos tres segundos. Eso permite que el sensor reciba más luz y se aprecien mejor los elementos de la escena. Como contrapartida a esta mejoría en la luz, el balance de blancos tiende un poquito al naranja, pero sin llegar al nivel del gran angular. Es una foto correcta para este rango de precios.
Selfie de día
Con el selfie de día hemos conseguido unos buenos resultados por norma general, si bien dependerá mucho de lo altas que sean las luces de fondo. ¿Por qué? Porque cuando el fondo es más brillante de la cuenta el HDR entra en acción e intenta recuperar el detalle. Y lo consigue, sin duda, pero a costa de subirle el brillo al sujeto. De esa forma, el resultado que conseguimos es poco natural.
Sin embargo, si nos vamos a un sitio con una luz más débil (o a la sombra), la foto sale muy bien. El nivel de detalle del sujeto es correcto, los bordes están bien definidos y la escena global está bien gestionada. Es una cámara que se disfruta mucho, igual que sucede con el sensor principal de día.
En lo referente al modo retrato, el HDR no hace acto de presencia, por lo que los fondos tienen a salir quemados cuando hay una luz relativamente fuerte. De nuevo, nada que no se arregle buscando un ángulo mejor o buscando fondos más oscuros. En la imagen inferior puedes ver dos ejemplos. El recorte es bastante preciso, el nivel de detalle es correcto y el bokeh se aplica de forma progresiva, por lo que sin quejas en este aspecto.
Selfie de noche
El selfie de noche tiene una menor calidad que el selfie diurno. La gestión de ruido podría mejorarse, el sujeto, si bien sale con una buena iluminación y color, está poco definido y el efecto acuarela es evidente. La foto en general sale demasiado empastada. Ahora bien, tenemos que tener en cuenta que estamos ante un móvil que vale lo que vale y al que no se le pueden pedir milagros. ¿Es el mejor selfie de la gama media? No. ¿Sirve la cámara para hacerse un selfie de noche? Por supuesto.
El modo retrato es exactamente igual que el selfie de noche, solo que con el fondo desenfocado. El sujeto tiene la misma definición, color e iluminación y la escena tiene el mismo ruido. Sin embargo, rompo una lanza a favor del dispositivo porque el recorte es relativamente preciso (no como lo es de día, evidentemente) y el desenfoque se aplica de forma gradual. De nuevo, un resultado suficiente.
Vídeo
El dispositivo permite grabar hasta en 4K a 30 fotogramas por segundo y el nivel de detalle, sobre todo de día, es bastante bueno, al igual que la gestión de luces altas y sombras. Su punto negativo es la estabilización. No tenemos OIS, sino "gyro-EIS", es decir, estabilización electrónica, y es mejorable. De noche, el nivel de detalle se resiente y el ruido no tarda en hacer acto de presencia. Sin embargo, el balance de blancos es correcto y la estabilización parece funcionar mejor.
Para muestra, un botón, o dos, mejor dicho. Ambos clips han sido grabados andando a un paso normal sujetando el dispositivo con dos manos intentando no tapar el altavoz.
Xiaomi Redmi Note 9S, la opinión de Xataka
Llegados a este punto toca concluir. El Xiaomi Redmi Note 9S es un dispositivo bonito, grande y pesado. No es fácil de usar con una sola mano y se llena de huellas con solo mirarlo. No es un terminal pensado para personas con las manos pequeñas, menos aún si tenemos en cuenta la ubicación de los botones. Está bien construido y el acabado es bueno, pero habría sido de agradecer un mejor equilibrio del peso.
Por contra, este enorme tamaño se recompensa con una pantalla que se ve bien y que se disfruta y con una enorme batería. De hecho, la batería es uno de sus principales puntos positivos, ya que es capaz de ofrecer unas diez horas de pantalla activa y dos días de tranquilidad si lo usamos moderadamente. El problema es que el rendimiento general no acompaña.
Es cierto que en juegos se desenvuelve sin problemas, pero las animaciones son toscas, hay lag al abrir aplicaciones e incluso redibujados de la interfaz al volver a la pantalla de inicio después de usar la cámara. Al software le falta trabajo y optimización (nada que no se arregle mediante actualizaciones), y al motor le falta algo de músculo. 4 GB de RAM es una cifra que ya se nos antoja escasa, al igual que los 64 GB de memoria interna. Ampliable, sí, pero escasa para según qué tipo de usuario.
En cuanto a la cámara, de día se disfrutan mucho tanto la trasera como la delantera, pero de noche hinca un poco la rodilla y es cuando nos deja ver que estamos ante un terminal de gama media. No se le puede pedir más si partimos de la base de que vale 229 euros, pero no será la fotografía nocturna lo que nos enamore. La experiencia global es positiva, pero no sorprende.
Desde mi punto de vista, el principal problema del Redmi Note 9S es que no ofrece nada nuevo o que destaque sobremanera. De hecho, lo más llamativo es su batería, y ya hay otros gama media que ofrecen una buena autonomía. Es un dispositivo recomendable para los que busquen un dispositivo sencillo, al que no pedirle demasiado, que tenga buena batería y que sea solvente en fotografía, pero me queda la duda de si con 4 GB de memoria RAM no será un terminal que se vaya a quedar corto en poco tiempo.
8,0
A favor
- La autonomía, capaz de hacer que nos olvidemos del cargador durante dos días
- La pantalla, sin ser la mejor del mercado, se disfruta.
- La cámara cumple bastante bien de día.
En contra
- El rendimiento tiene margen de mejora.
- Tarda mucho en cargarse.
- No tiene NFC, así que nada de pagar con el móvil.
Smartphone XIAOMI REDMI Note 9S 4/64GB Glacier White
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Xiaomi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia Xiaomi Redmi Note 9S, análisis: érase una vez una powerbank con cuatro cámaras traseras fue publicada originalmente en Xataka por Jose García .
Gracias a Jose García
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